La conocí en la redacción del diario en donde me inicié como periodista: La Voz. Nos visitaba permanentemente para entregarnos las notas de prensa del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. Simpática, amable, pero sobre todo persuasiva; no se despedía de los responsables de algunas secciones del periódico sino le confirmaban la publicación de las notas de prensa las cuales daban a conocer las actividades de la aludida organización feminista.
En ese entonces, ella era lo que ahora conocemos como PR (Public Ralation) o en buen español: una eficiente Relacionista Pública. Pero ella no solo visitaba La voz, se daba el lujo de llegar a todos los medios: diarios, revistas, estaciones de radio, canales de televisión y paramos de contar. Era incansable, inagotable, le apasionaba su trabajo y lo hacía muy bien de otra manera no se hubiera ganado la simpatía de directores, editores, periodistas quienes a través de sus escritos daban cuenta de las actividades de Flora Tristán.
Muchos la deben recordar, pero como olvidar a Susana Mendoza Sheen respetados lectores, hoy por hoy, periodista del diario El Peruano, una mujer que en los 80 y 90 formó parte de una de las agrupaciones feministas mas emblemáticas de nuestro país: el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. Precisamente para que nos cuente su experiencia como feminista Lima en Escena fue en su busca. Allí va.
¿De qué manera te introduces al movimiento feminista?
A través de una amiga que reencontré después de algunos años en la Universidad Católica.
¿Feminista?
¡Totalmente! Ella formó parte del el Colectivo Mujeres en Lucha y me invitó a participar en el grupo, y por esas casualidades del destino, me encontré con Cecilia Olea, quien luego se convertiría en una gran amiga.
¿Qué fue lo primero que percibiste cuando integraste el Colectivo Mujeres en Lucha?
Me enteré (y esto no es una broma) que las mujeres teníamos derechos sociales, familiares, sexuales; que nuestro cuerpo era importante.
¿Qué edad tenias?
A punto de cumplir 20 años.
¿Te sentías a gusto formando parte de una ONG feminista?
¡Totalmente! Me sirvió mucho para afianzarme como mujer y para tomar conciencia de mi papel en nuestra sociedad.
¿Quiénes integraban el Colectivo Mujeres en Lucha?
Mujeres luchadoras, inteligentes, intelectuales, militantes de partidos políticos, con una sólida formación en política partidaria.
¿Universitarias todas?
¡Sí! De las canteras de las universidades estatales y privadas.
¿Ellas te sedujeron para que las acompañes en su grupo y en sus luchas?
¿Seducción? Me gusta la pregunta. Sí, me sedujo la idea de compartir con ellas, quienes en ese momento, en esa coyuntura, eran líderes feministas con una experiencia de vida notable.
Era el tiempo de efervescencia del rol de la mujer en sectores como la política, por ejemplo, ¿no?
¡Por supuesto!
Estamos hablando de los 80s...
¡Lógico! Pero acordémonos que en los 70 existió un grupo de mujeres activistas las cuales permitieron que en los 80 se consolide el movimiento no solo en nuestro país sino a nivel mundial.
De esa época- ¿Qué actividades importantes recuerdas?
Nuestra participación en el Encuentro Feminista…
¿Cómo llegas a Flora Tristán?
Después de algunos problemas en el interior del Colectivo Mujeres en Lucha me fui a Flora
¿Problemas de qué índole?
Diferencias de concepto. Hubo un grupo de mujeres que consideraba que la lucha de las mujeres debía partir desde la óptica de las mujeres pobres y había otro grupo que pensábamos que la lucha de las mujeres la podíamos trabajar desde el rol de las mujeres en todas las clases sociales, no necesariamente de las pobres.
¿Quién te invitó a formar parte de Flora Tristán?
Cecilia Olea abandonó Mujeres en Lucha y se incorporó al Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.
¿Ella te invito?
¿Me invitó? ¡No! La seguí y así empecé apoyando a Flora activamente en sus actividades como sus talleres con respecto a temas de los derechos sexuales y reproductivos, la no violencia contra la mujer.
¿Repartiendo las notas de prensa de sus actividades?
¿Te recuerdas?
¡Por supuesto difícil de olvidar!
¿No eras miembro del equipo?
No, en ese momento las apoyaba.
¿Qué hacías?
Trabajaba, era cajera de un banco.
¿Cómo te haces miembro del equipo de Flora?
Cuando me invitaron a formar parte del equipo de comunicaciones de Flora Tristán, un grupo muy creativo.
¿Fue en este período que surgió la revista Viva?
!Claro! Si la memoria no me falla la Revista Viva se creó gracias al Programa de Información y Cultura del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.
¿Hoy por hoy una revista emblemática?
¡Por supuesto! La dirigió Mariella Sala; era bimensual, con una distribución a nivel Latinoamérica. ¡Era estupenda!
¿La revista creció y se integraron colaboraciones de líderes feministas de diversos países del mundo?
Si, empezó como un boletín en blanco y negro distribuido para mujeres y poco a poco fue creciendo y encontrando su propio perfil. Respondiendo a su proceso de evolución Viva dejó de ser una publicación ciento por ciento de corte feminista para convertirse en una revista de propuesta feminista con diferentes puntos de vistas.
¿Cuántos números hicieron?
Llegamos al número 19 casi al 20, algo pasó, lo único que recuerdo que el último número se dedicó al tema del aborto y ya no salió más por falta de financiamiento.
Hoy por hoy. ¿Se hace algo por las mujeres?
Pienso que no, hasta ahora no hay una equidad en el tema de los intereses de las mujeres. Muchas mujeres no tienen trabajo, hay un desnivel con respecto a lo que gana un hombre y lo que gana una mujer, la violencia doméstica es el pan nuestro de cada día, igualmente el tema del abuso infantil...en fin. En el tema de las mujeres hay una agenda pendiente, sin lugar a dudas.
Durante tu etapa de apoyo a Flora Tristán ¿Cuáles fueron los logros?
En los noventas el movimiento feminista en general logró la ley de violencia familiar. Si bien es cierto, la iniciativa partió de Lourdes Flores Nano, un grupo de feministas trabajó con ella y se ganó en este tema. Antes de ello, se determinó el asedio sexual como una falta grave del empleador; hoy por hoy existe un Ministerio de la Mujer que a nadie se le ocurre tirárselo abajo, en fin, ahora nadie duda que tiene que haber una equidad de género. Pero esto no empezó en los 80 ni en los 90, todo esto lo empezaron mujeres de otras partes del mundo hace siglos atrás y en el Perú desde el siglo XIX.
¡Por supuesto! Pero centrémonos en el Perú de los 80
El trabajo de las agrupaciones feministas de la década de los 80 fue muy intenso, hubo mucha incidencia política y lo más positivo de este trabajo fue el uso de los medios de comunicación a través del cual dimos el gran salto pues empezamos a ser noticia.
¿Qué les permitió trabajar con los medios de comunicación?
A las líderes del movimiento feminista les permitió tener presencia en espacios de televisión, radio y prensa escrita y se empezó a trabajar corrientes de opinión.
¿Qué recuerdos tienes de las líderes feministas de aquellos años?
La fuerza en su lucha. Eran muy aguerridas, muy fuertes.
Hoy por hoy ¿Te consideras una mujer feminista?
¡Por supuesto! Soy feminista y no tengo ningún problema en admitirlo, me siento parte de una historia de mi país relacionada con la construcción del movimiento feminista a pesar de todas las dificultadas que nos costo.
¿Difícil trabajar entre mujeres?
¡Por supuesto! Las mujeres somos apasionadas, neuróticas, emotivas. Es difícil trabajar entre mujeres.
¿Existen o no las agrupaciones feministas?
¡Claro! Existen grupos de autoconciencia feministas, las organizaciones tradicionales y agrupaciones integrados por jóvenes de 20 años, otros colectivos mixtos y también las agrupaciones radicales, no con la articulación de la década de los 80 ni con una agenda común, pero existen.
¿Las agrupaciones feministas de hoy están dispersas?
¡Pienso que si! Cada agrupación hace su propia agenda y punto, no hay una agenda común, mucho menos una agenda nacional.
¿Qué es de Gina Vargas, Maruja Barrig, Cecilia Olea, Susana Villarán (aunque sabemos que la señora Villarán es candidata por la alcaldía)?
Ellas siguen activas en sus respectivos proyectos personales.
Ahora te desarrollas en el rubro periodístico ¿Ya no integras ni por simpatía una agrupación feminista?
¡No!
¿Cómo observas ahora en pleno siglo XXI al movimiento de las mujeres?
En algún momento algunas líderes feministas hablaban de “una agenda pendiente”, comparto esta opinión. En el mundo privado de las mujeres las feministas no han hecho mucho trabajo, la agenda laboral que concierne a las mujeres sigue pendiente también. Considero que hay que seguir invirtiendo no solo en leyes, sino en políticas de estado que cuiden a la familia, protejan a la mujer. Las ONG y algunos grupos feministas trabajan los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes o están en proyectos con el estado en el tema de prevención y control de VIH, pero mas allá de eso no veo absolutamente nada.
¿Por qué?
Porque no tienen interés en trabajarla. La descentralización en nuestro país ha generado un proceso de cambio súper importante en lo que al tema de la administración pública se refiere, y no observo la participación de las mujeres en los gobiernos locales, regionales y municipales. La mujer tiene que participar y tener presencia en estos gobiernos precisamente para que sus políticas locales representen sus necesidades en su región, su departamento, su provincia y su distrito, ese es otro trabajo pendiente y allí se requiere mucha participación de las mujeres.
¿Cuáles son las prioridades de las feministas ahora?
Pienso que es la agenda de género…
¿Nada más?
Creo que nada más ya que hasta el momento no existe una agenda nacional.