sábado, 3 de agosto de 2013

Gonzalo Benavente: “Rocanrol 68, es una memoria musical de la primera escena del rock en el Perú”





¡Película en competencia! “Rocanrol ’68”, es una de las películas peruanas que forman parte la competencia oficial del 17 Festival de Cine de Lima, a realizarse entre el 9 y el 17 de agosto. Ambientada en el verano de 1968, en La Punta, se trata de un largometraje que busca homenajear a las mejores bandas sesenteras de la primera escena de rock en el Perú. Precisamente al respecto charlamos con Gonzalo Benavente Secco, director y guionista de la misma.

-Se dice, se especula que Rocanrol 68 es el primer musical peruano…

-¡No! No es un musical como se entiende tradicionalmente, en el que de la nada los personajes se ponen a cantar mientras siguen con la escena; sin embargo, si es una película donde la música tiene un rol central. Es lo que une a los personajes y lo que los motiva a hacer ciertas cosas. Finalmente, la película se plantea como una memoria musical de lo que fue la primera escena de rock en el Perú. Buscamos responder la pregunta: ¿a qué sonaban las bandas de rock peruanas de esa época?

-¿Por qué un tema de reivindicación musical de una época la asocias al género de la comedia...?

-Es un telón de fondo. La película pudo haber sido un drama también y seguramente la música habría tenido el mismo peso. De todos modos, la comedia te da ciertas licencias que hemos buscado aprovechar, como tener mayor libertad para recrear, a nivel de planos, portadas de discos o incluir personajes característicos de la época vinculados a la música.




- ¿Cómo decides incorporar la música de Los York’s, Los Saicos, Telegraph Avenue, Los Shain’s, en la banda sonora?

-El rock siempre fue la banda sonora de mi adolescencia. Si bien lo que más escuchaba era música de los 90’s, lo consecuente para esta historia fue situarla en el verano del ’68, en los últimos meses de un periodo político democrático. Siendo este el escenario, fue un motivo perfecto para poder incluir algunas bandas increíbles que ha tenido el Perú, y que, por diferentes factores, no conocemos hoy del todo. Es una de las grandes deudas que tenemos a nivel de memoria cultural de nuestro país.

-¿Por qué reivindicar el rock peruano de aquella época?

-Porque era una escena sumamente valiosa, sin embargo, quedó un poco olvidada por una falta de continuismo. Los que hicieron rock aquí en los 80’s no habían oído a las bandas de los 60’s, por lo que hay una serie de rupturas en nuestra tradición musical que nos limita a nivel histórico. En Argentina, Soda Stereo no habría existido sin que Cerati hubiera escuchado Spinetta. Acá pasa lo contrario, la falta de protección de una tradición obliga a los jóvenes a comenzar de cero. De hecho, ahora que estamos mencionando a Argentina, es increíble escuchar discos de la época y lo que pasaba en Perú en los 60’s era más interesante que lo que se vivía allá, a nivel de rock. Recién con Almendra, Manal o Vox Dei, arranca una movida que se terminaría convirtiendo en la más emblemática de Latinoamérica, pero hasta entonces, en el Perú habían muchas más bandas que planteaban nuevos sonidos.




-Usualmente hablamos de la importancia de la memoria histórica, política y social,¿es importante también hablar de la memoria musical peruana?

-El tema de la memoria en general es importante.  Sin ella, estamos condenados a repetir los mismos errores del pasado y dejar de lado lo bueno que alguna vez tuvimos. Creo que eso atraviesa todas las dimensiones del ser humano. Finalmente, la música es el reflejo de lo que la gente sintió en ese momento en relación a ellos mismos y a su sociedad. En las letras y las melodías hay una lectura pendiente de lo que significaba ser peruano en ese entonces, particularmente para los jóvenes en este caso en particular, porque ellos eran los que hacían rock. Entender qué pasaba en los 60’s en EEUU sin Hendrix sería imposible; al menos, incompleto. Hendrix simboliza el sentir de una generación obligada a pelear en una guerra ajena y que buscaba construir un espacio propio, una consecuencia también del movimiento por los derechos civiles. Lo mismo sucede en nuestro caso, con nuestra música; te ayuda a completar el análisis de lo que sucedía en nuestra sociedad.

-Ser un melómano te motivó a realizar Rocanrol 68...

-Sí, definitivamente. Hay una cita a Lucho Hernández que rescatamos en Rocanrol: “Mi primer amor fue la música. Mi segundo amor fue el amor a la música. Mi tercer amor fue humano”. De alguna manera sintetiza lo que es la adolescencia para alguien cuyo mundo es la música. Tus amigos lo son porque comparten un interés común y se vuelve de alguna manera tu “rollo”. Eventualmente vives experiencias que te sacan de esa burbuja, de tu sitio seguro. Creo que eso es un poco lo que sucede en la película con el protagonista.




-¿Podrías confirmarnos las fechas de estreno oficial de Rocanrol 68?

-Vamos a estar presentando la película en el Festival de Cine de Lima los días sábado 10, domingo 11 y lunes 12 de agosto, como parte de la competencia oficial, donde también van a estar presentes otras dos películas peruanas: “El evangelio de la carne” de Eduardo Mendoza y “Viaje a Tombuctú” de Rossana Díaz Costa, que también tiene una aproximación muy musical al mundo de los personajes, pero en otra época.

Más sobre Rocanro68

Página Oficial

Funciones en el Festival de Cine de Lima
 Sábado 10 (7:15 pm.) en el CCPUCP (Presenta el director)
Av. Camino Real 1075, San Isidro
Domingo 11 en Cineplanet Alcázar
Lunes 12 en Cineplanet Alcázar
Óvalo Gutiérrez, Miraflores