¡Película
en competencia! “Rocanrol ’68”, es una de las películas
peruanas que forman parte la competencia oficial del 17 Festival de Cine de
Lima, a realizarse entre el 9 y el 17 de agosto. Ambientada en el verano de 1968, en La
Punta, se trata de un largometraje que busca homenajear a las mejores bandas sesenteras de
la primera escena de rock en el Perú. Precisamente al
respecto charlamos con Gonzalo Benavente Secco, director y guionista de la misma.
-Se dice,
se especula que Rocanrol 68 es el primer musical peruano…
-¡No! No
es un musical como se entiende tradicionalmente, en el que de la nada los
personajes se ponen a cantar mientras siguen con la escena; sin embargo, si es
una película donde la música tiene un rol central. Es lo que une a los
personajes y lo que los motiva a hacer ciertas cosas. Finalmente, la película
se plantea como una memoria musical de lo que fue la primera escena de rock en
el Perú. Buscamos responder la pregunta: ¿a qué sonaban las bandas de rock
peruanas de esa época?
-¿Por qué
un tema de reivindicación musical de una época la asocias al género de
la comedia...?
-Es un
telón de fondo. La película pudo haber sido un drama también y seguramente la
música habría tenido el mismo peso. De todos modos, la comedia te da ciertas
licencias que hemos buscado aprovechar, como tener mayor libertad para recrear,
a nivel de planos, portadas de discos o incluir personajes característicos de
la época vinculados a la música.
- ¿Cómo
decides incorporar la música de Los York’s, Los Saicos,
Telegraph Avenue, Los Shain’s, en la banda sonora?
-El rock
siempre fue la banda sonora de mi adolescencia. Si bien lo
que más escuchaba era música de los 90’s, lo consecuente para esta
historia fue situarla en el verano del ’68, en los últimos meses de un periodo político democrático. Siendo este el escenario, fue un
motivo perfecto para poder incluir algunas bandas increíbles que ha tenido el
Perú, y que, por diferentes factores, no conocemos hoy del todo. Es una de las
grandes deudas que tenemos a nivel de memoria cultural de nuestro país.
-¿Por qué reivindicar
el rock peruano de aquella época?
-Porque
era una escena sumamente valiosa, sin embargo, quedó un poco olvidada
por una falta de continuismo. Los que hicieron rock aquí en los 80’s no habían
oído a las bandas de los 60’s, por lo que hay una serie de rupturas en nuestra
tradición musical que nos limita a nivel histórico. En Argentina, Soda Stereo
no habría existido sin que Cerati hubiera escuchado Spinetta. Acá pasa lo
contrario, la falta de protección de una tradición obliga a los jóvenes a
comenzar de cero. De hecho, ahora que estamos mencionando a Argentina, es
increíble escuchar discos de la época y lo que pasaba en Perú en
los 60’s era más interesante que lo que se vivía allá, a nivel de rock. Recién
con Almendra, Manal o Vox Dei, arranca una movida que se terminaría
convirtiendo en la más emblemática de Latinoamérica, pero hasta entonces, en el Perú habían muchas más bandas que planteaban nuevos sonidos.
-Usualmente
hablamos de la importancia de la memoria histórica, política y social,¿es importante también hablar de la memoria musical peruana?
-El tema
de la memoria en general es importante.
Sin ella, estamos condenados a repetir los mismos errores del pasado y dejar de lado lo bueno que alguna vez tuvimos. Creo que eso atraviesa todas las
dimensiones del ser humano. Finalmente, la música es el reflejo de lo que la
gente sintió en ese momento en relación a ellos mismos y a su sociedad. En las
letras y las melodías hay una lectura pendiente de lo que significaba ser
peruano en ese entonces, particularmente para los jóvenes en este caso en
particular, porque ellos eran los que hacían rock. Entender qué pasaba en los
60’s en EEUU sin Hendrix sería imposible; al menos, incompleto. Hendrix
simboliza el sentir de una generación obligada a pelear en una guerra ajena y
que buscaba construir un espacio propio, una consecuencia también del movimiento
por los derechos civiles. Lo mismo sucede en nuestro caso, con nuestra música;
te ayuda a completar el análisis de lo que sucedía en nuestra sociedad.
-Ser un
melómano te motivó a realizar Rocanrol 68...
-Sí,
definitivamente. Hay una cita a Lucho Hernández que rescatamos en Rocanrol: “Mi
primer amor fue la música. Mi segundo amor fue el amor a la música. Mi tercer
amor fue humano”. De alguna manera sintetiza lo que es la adolescencia para
alguien cuyo mundo es la música. Tus amigos lo son porque comparten un interés
común y se vuelve de alguna manera tu “rollo”. Eventualmente vives experiencias
que te sacan de esa burbuja, de tu sitio seguro. Creo que eso es un poco lo que
sucede en la película con el protagonista.
-¿Podrías
confirmarnos las fechas de estreno oficial de Rocanrol 68?
-Vamos a
estar presentando la película en el Festival de Cine de Lima los días sábado
10, domingo 11 y lunes 12 de agosto, como parte de la competencia oficial,
donde también van a estar presentes otras dos películas peruanas: “El evangelio
de la carne” de Eduardo Mendoza y “Viaje a Tombuctú” de Rossana Díaz Costa, que
también tiene una aproximación muy musical al mundo de los personajes, pero en
otra época.
Más sobre Rocanro68
Página Oficial
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Funciones en el Festival de Cine de Lima
Sábado 10 (7:15 pm.) en el CCPUCP (Presenta el
director)
Av. Camino Real 1075, San Isidro
Domingo 11 en Cineplanet Alcázar
Lunes 12 en Cineplanet Alcázar
Óvalo Gutiérrez, Miraflores