domingo, 11 de agosto de 2013

Nora de Izcue: “César Calvo fue un poeta genial y gran amigo”





Directora nos habla sobre su último documental, un homenaje al poeta y su obra




Fotos: Rosana López Cubas



En el marco del 17 Festival de Cine de Lima, este martes 13 en la Sala Azul del Centro Cultural de la PUCP, la directora peruana Nora de Izcue presentará el documental “Responso para un abrazo tras la huella de un poeta”, en homenaje al reconocido poeta peruano César Calvo, figura de la generación del 60.

Hace más de tres décadas César Calvo escribió el poema “Responso para un abrazo”, nombre que también dio origen al documental filmado en la ciudad de Iquitos por la reconocida cineasta junto a un equipo que incluye a Alejandro Legaspi en la dirección de fotografía, Guillermo Palacios en el de sonido y Teresa Pacheco en la producción.

El objetivo del filme es volver los ojos a la obra de este gran poeta y rescatar al ser humano detrás de la leyenda a través de la memoria de familiares y amigos que con sus recuerdos van delineando al personaje en sus diversas facetas. En sus poemas, textos y canciones, el propio César se revela desde su esencia más íntima. Al respecto charlamos con la directora.





-Nora, este 17 Festival de Cine de Lima ofrecerá un homenaje al escritor César Calvo a través de un documental que hiciste en su honor…
-Sí, “Responso para un abrazo, tras la huella de un poeta”, es un documental sobre algunas facetas del poeta César Calvo, un gran amigo a quien quise rendirle un homenaje…

-¿Cómo se conocieron?
- César me conoció desde que era una simple señora de casa y nos frecuentábamos en las habituales reuniones de amigos. Recitales poéticos en las que también participaban Manuel Scorza, Hugo Neira, entre otros artistas e intelectuales de la época.

- ¿Cómo surgió la historia del documental?
-En el año 1982 mientras filmaba en la ciudad de Iquitos la película El viento del ayahuasca llegó César de sorpresa llevándome su novela Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos de la Amazonía que lo acababa de publicar. Durante su visita también me obsequió  el bello poema “Responso para un abrazo”, un inédito que lo escribió en honor a una prostituta de Belén. La protagonista del poema coincidió con la de la película El viento del ayahuasca ya que al igual que la del poema retrataba a una mujer nativa de Belén.

-¿Este hecho casual te motivó a recrear la película?
-En ese momento se me ocurrió la idea de hacer una película sobre la historia del poema. Pasaron muchos años, incluso César falleció, y hace un par de años decidí trabajar en este proyecto.

-Así surgió “Responso para un abrazo”, la película...
-Inicialmente sí. Viajé a Iquitos y tomé contacto con todas las Federaciones y Asociaciones de prostitutas de la ciudad para ver la posibilidad de trabajar juntas en este proyecto que en un primer momento se trataría sobre la protagonista del poema pero después el proyecto dio otro giro y cambió…





-¿Por qué cambió?
-Porque César como personaje central de la historia recobró una dimensión más grande e interesante que la propia historia del poema y su protagonista…

-¿El proyecto se centró en algunos episodios sobre la vida del escritor?
-El documental es una historia sobre César poeta y su obra. El tenía una personalidad tan fuerte, tan especial, que incluso se ha creado una leyenda en torno a su persona.

-¿Por qué crees que se convirtió en una leyenda?
-Por su genialidad como poeta, como escritor. Por ese don de buen amigo. César ha sido un buen amigo para muchas personas. Por lo loco, lo divertido que era. Tenía una personalidad arrolladora. Por todas sus locuras se hacía entrañable también. ¡Realmente se convirtió en una leyenda!

-A César Calvo no se le puede reducir a una simple leyenda, ¿no?
- De ninguna manera. En el documental rescatamos al ser humano detrás de la leyenda y ponemos en primer plano su poética. Su poesía es una belleza. César poseía una de las líricas más brillantes de su época, sin dejar de lado su narrativa que también fue brillante y la novela Las Tres Mitades de Ino Moxo y otros Brujos de la Amazonía es un clarísimo ejemplo. Calvo fue un amante eterno de la amazonia, su historia y sus leyendas.

-Nora pasando a otros temas, ¿qué tanto ha cambiado las formas de hacer cine en el Perú?
-¡Mucho! Con las nuevas tecnologías prácticamente se ha producido una revolución en el tema de las producciones cinematográficas. Los costos para hacer una película ahora son más accesibles. Acuérdate que soy de una generación pasada y observo todo estos cambios con cierta admiración.

-Sin embargo sigues activa, ¿no?
-Por supuesto sigo activa.




-Eres la primera mujer en hacer cine en el Perú…
-Sí... No lo puedo negar. He sido la primera mujer en hacer cine en el Perú. Mi familia pensaba que estaba loca. Ahora observo a muchas mujeres jóvenes haciendo cine lo cual me alegra mucho. Sin duda el panorama de las producciones nacionales cambió radicalmente.

-Recuerdo que también presidiste uno de los primeros gremios de realizadores locales…
-¡Claro! Nosotros formamos el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica, gremio en el que asumí la Secretaria de Relaciones Generales. Era prácticamente la única mujer. Era un gremio fuerte y unido. Una época maravillosa que duró muchos años. Después desapareció el sindicato y se formó la Asociación de Cineastas del Perú, gremio que presidí por algún tiempo. Pancho Lombardi también fue presidente. Ahora todo ha cambiado, observo mucho desorden…

-¿Qué consejos darías a las instituciones actuales de este sector?
-¡Imagínate! ¿Qué podría decir?  ¡La unión hace la fuerza señores!,  ¡Guardando los intereses individuales, comerciales unámonos!

-Pese a todo este atolladero estrictamente gremial las producciones nacionales van por buen camino y siguen su propio rumbo, ¿no?
-Me entusiasma ver la cantidad y calidad de producciones de cine que se hace actualmente en el Perú. Me parece positivo para nuestro gremio que los jóvenes sigan adelante. Realmente observo un panorama de producción saludable.

-Incluso la cinematografía regional ha crecido y ha experimentado cambios en la formas de concebir y hacer cine…
-¡Admirable todo lo que se produce ahora! Me parece positivo y plausible que los muchachos produzcan sus propias películas en sus ciudades de origen. Ellos hacen sus cortos, medios y sus largometrajes de ficción... ¡Una maravilla!

-Mucho se habla del cine contemporáneo pero no debemos de olvidar que hubo un cine que precedió al actual, ¿no?
-¡Por supuesto! Es bueno hacer memoria de la filmografía y de los directores que construyeron el cine peruano. De cuando en cuando, se debe hacer memoria, ciclos de todo lo hecho en décadas pasadas en el cine nacional. Figuras como Armando Robles Godoy, Francisco Lombardi, Augusto Tamayo, Chicho Durant, José Carlos Huayhuaca, y tantos nombres más que no recuerdo nos han dejado trabajos muy valiosos. El cine peruano tiene una línea que continúa.




-¿Cuál ha sido la época más cruda para el cine peruano?
-Durante el gobierno de Fujimori. Prácticamente todo el cine paro. ¡Fue durísimo!

-¿Logró salir?
-Atravesó etapas muy duras pero salió de esa crisis. Las producciones que ahora hacen los jóvenes es una muestra de esta nueva etapa productiva y saludable por la que atraviesa el cine peruano.

-Nora, ¿cómo te han tratado los críticos?
-Ellos son especiales.

-¿Te dieron con palo?
-¡Con palo y con todo lo que desata sus rabias cuando escriben una crítica!

-¿Se ensañaron con el Viento del Ayahuasca?
-¡Imagínate! Me dieron duro. [Risas]

-¿Cómo asumes a la crítica?
-Soy de las personas que pone en la balanza lo bueno y lo malo. No puedo dejar de reconocer que también he recibido elogios y críticas amables. Hay que saber hacer un balance de todos los hechos que te suceden en la vida. Hacer cine es una profesión pública. Nuestro trabajo se expone permanentemente en una vitrina. Hay que estar listo para recibir críticas y elogios.

-¿Quién es el director de cine peruano más emblemático?
-¡Por dios! Me pones en una situación difícil. Quizá Armando Robles Godoy.

-¿Por qué?
-Fue mi maestro. Estudié en su taller y nos asociamos. Hicimos Amaru Producciones. Asumí la asistencia de dirección de Espejismo. ¡Armando es una figura del cine nacional!

-Armando el maestro, el director, la persona, ¿influyó en tu trabajo?
-¡En absoluto! El cine de Armando es personal, el mío es testimonial…

-¿Sigues el trabajo cinematográfico de los directores contemporáneos?
-¡Por supuesto! Los hermanos Vega y Rosario García Montero, me agradan mucho. Claudia Llosa también.

-La teta asustada…
-No, más me gustó Made in Usa. No insistas es muy difícil responderte estas preguntas.

-A qué edad empezaste a hacer cine
-A los 36 años. Ya mayor. Te puedo contar un pasaje de mi vida…

-Cuéntame…
-A los 33 años me divorcié. No sabía hacer nada de nada.

-¿Nada, de nada…?
¡Nada! Apenas sucedió este episodio de mi vida se me ocurrió hacer un programa de televisión. Es decir un proyecto sobre un programa para la televisión. En aquella época un programa se filmaba y contacté con Armando Robles Godoy. Así nació mi primer contacto con el cine.

-De manera casual…
 -De casualidad y de la mano de Armando.

-¿Te apasiona el cine?
-¡Es mi vida!

-¿Cómo observas el cine hispanoamericano?
-¡Bueno como siempre! Toda la vida se ha hecho un buen cine en la Región, en Europa y otros continentes. Argentina, Brasil, México, ahora Colombia, Chile, Perú, destacan en su cine.

-Gracias infinitas por tu tiempo
-Es un placer...





Responso para un abrazo

Me has dicho que naciste y que no sabes cuando
en una calle triste del barrio de Belén.
Me has dicho que creciste sin padres ni cumpleaños
y que un día te fuiste para jamás volver.
Y a mi me lo dijiste, a mi que fui tu abrazo:
el primero que diste al dejar la niñez.
Y ayer cuando me viste después de tantos años
en un lugar más triste que el barrio de Belén, no me reconociste:
bailabas con extraños
los pasos alquilados de la danza más cruel.

No me reconociste pero nos abrazamos.
Nuestro primer abrazo, anoche lo compré.
Tú fingiendo reirte, tú sin oir mi llanto.
Yo buscando una niña en tu piel de mujer.
Y ayer cuando me viste después de tantos años
dijiste no era triste tu calle de Belén,
que allí no te desviste el baile de un extraño,
que allí solo sentiste un abrazo de miel.
Y a mi me lo dijiste, a mí que soy tu abrazo:
el único que diste, lejos, en tu niñez.
Me dijiste que nunca podrías recobrarlo,
que del amor huiste y que hoy pagas por él.

No me reconociste, y sin decirte nada
yo te dejé más triste que cuando te encontré.
Y en el espejo amargo de tu cuarto quedaron
dos niños abrazados que murieron ayer.

César Calvo

1982