A propósito del Día de la Historieta Peruana, la
escritora y especialista en este tema nos da una mirada
retrospectiva sobre el considerado noveno arte
Desde hace un puñado de años, a partir del 2008 para ser más
exacta, se celebra en nuestro país, el Día de la Historieta Peruana, festividad
que un grupo de autores, coleccionistas, libreros, estudiosos y amantes del
denominado noveno arte decidieron crear a propósito de que un 12 de septiembre,
hace más de 60 años, el dibujante Julio Fairlie se despidió de su tira cómica
"Sampietri", emblemática historieta de las filas del desaparecido
diario "Última Hora", para dedicarse a hacer historietas extranjeras.
Ese adiós originó la urgente necesidad de crear personajes, e historias
propias, dirigidas al público peruano.
A decir de sus gestores, esta festividad también rescata, difunde, reivindica y promociona la historieta nacional. Precisamente para hablar al respecto, Lima en Escena entrevistó a Carla Sagástegui, escritora, académica, y especialista en este tema quien nos da una mirada retrospectiva sobre el tema.
A decir de sus gestores, esta festividad también rescata, difunde, reivindica y promociona la historieta nacional. Precisamente para hablar al respecto, Lima en Escena entrevistó a Carla Sagástegui, escritora, académica, y especialista en este tema quien nos da una mirada retrospectiva sobre el tema.
-Pregunta obligada, ¿cuál es el origen de la historieta
en el Perú?
-El arte de la narración gráfica se inicia en el Perú en
el siglo XIX con la prensa, tal y como sucede en los países donde la historieta
se desarrolla. Existen, por supuesto, antecedentes, sobre todo en Europa, desde
el siglo XVIII, pero se trata de un género que se inicia de la mano con los
medios masivos de comunicación. El Perú Ilustrado (1887), desde su nombre,
incorpora este novedoso arte titulándolo “grabado epigramático”, pues las
viñetas contenían “epigramas”, es decir, mensajes breves y agudos.
-Podrías hablarnos sobre las publicaciones y/o
historietistas que destacaron en ese etapa…
-Es Evaristo San Cristóbal el grabador que da inicio a
todo este movimiento. También trabajó en el Perú Artístico y fue quien inició a
Julio Málaga Grenet, el artista encargado de las carátulas de la primera
edición de Monos y Monadas, proyecto que se inició en el año 1907.
-¿Cuál fue el discurso temático que caracterizó a la
historieta de aquel momento?
-La historieta peruana empieza siendo anecdótica,
costumbrista, respondiendo al cambio que la prensa conlleva: la posibilidad de
que el ciudadano común y corriente pueda ser protagonista de una publicación.
Pero su agudeza, al igual que la costumbrista, también se desarrolla en un
momento histórico en el que los escritores empiezan a vivir en relación con el
estado y la política, razón por la cual, la historieta peruana rápidamente
adquiere un discurso crítico y anticlerical.
-¿En qué periodo histórico local alcanza una etapa de
florecimiento y/o maduración?
-En la década del 50, con el arribo de Rubén Osorio,
conocido como Osito, quien fue discípulo de Will Eisner. Pero que un artista
apostara por esta profesión en el Perú se produce gracias a que en la década
del 40 había surgido ya el “chiste” como publicación independiente al periódico
o revista. El gobierno de facto de Manuel A. Odría también apoya esta
iniciativa, pues encuentra una interesante veta para canalizar su nacionalismo
y así, en el año 1952, el diario Última hora despide a los personajes de las
tiras cómicas de la industria norteamericana y los reemplaza con “personajes
100% nacionales”: Yasar del Amazonas, Chabuca, Boquellanta, Serrucho, Juan
Santos y Sampietri. Si se busca un hito en la historieta peruana, este es.
-¿Cuáles son los temas que distinguen a la Historieta Peruana?, es decir, ¿De qué nos hablan?
-Aunque es difícil discernir entre la variedad temática,
si se puede observar que el enfoque principal es el de la identidad peruana,
tema muy político por cierto, pero que incluso abarca cómics infantiles como
“Coco, Vicuñín y Tacachito”, donde cada personaje representa al habitante de
alguna de las tres regiones del Perú. Ni hablar de Juan Acevedo que es hasta
hoy nuestro mayor historietista y cuyo humor político es su rasgo principal. El
Cuy y Love Story aún se mantienen vigentes.
-Coyunturalmente, ¿podríamos afirmar que la Historieta
Peruana ha estado asociada a los temas sociopolíticos y religiosos?
-Lo religioso en tanto tema político. En Anotherman, de
Juan Acevedo, el demonio no es otro más que el Estado peruano. Pero me parece
que no podemos generalizar la religión como un tema de contenido. Si el cómic
ha sido o es anticlerical es porque en nuestro país la iglesia católica sigue
siendo una institución con mucho poder político. Una cosa es que libremente los
autores hayan optado por temas religiosos, cosa que casi no se ha producido
espontáneamente, y otra muy distinta, que la iglesia haya optado por el cómic
como medio de concientización moral, como es el caso de Avanzada, el cómic de
mayor tiraje (17 años) en el Perú.
-¿Cómo ha cambiado la Historieta local con el paso del
tiempo?
-Aún me sorprende que no se haya podido desarrollar una
industria de la historieta peruana y que, a pesar de ello, se mantenga vigente
entre los artistas que cada vez tienen un mayor profesionalismo. Para mí, ese
es el norte fundamental de los cambios en la historieta peruana, la cual ya
cuenta con sellos editoriales de pequeña distribución. Otros cambios son
resultado de los procesos que el género ha vivido de manera global, tanto en
los medios de comunicación como en la academia (me refiero a disciplinas como
diseño gráfico, comunicaciones, antropología y literatura).
-¿Cómo observas a la Historieta contemporánea o actual? ¿Crees
que se ha fortalecido?
-Se ha fortalecido en todo el mundo al optar por el
libro, medio menos masivo, que plantea una relación privada entre el lector y
el texto. Cada vez el cómic se está concentrado más en profundizar su
naturaleza artística y de cómo esta representa la condición humana, acto que no
se podría realizar si no fuese porque cada vez los costos de edición son
menores.
-¿Tienes información sobre la Historieta en las regiones
del país? ¿Cuáles son las ciudades del interior del país en donde se ha
fortalecido este arte?
-Intento estar al tanto de lo que ocurre eventualmente en
Trujillo, Arequipa y Cuzco, donde, por supuesto, también se pueden encontrar
antecedentes desde comienzos del siglo pasado. Pero aún extraño, incluso en
Lima, buenos guiones, es decir, que logren un arte sincero y agudo.
-¿La mujer peruana ha participado en la Historieta local
o forma parte del mapa de la historia de la misma? ¿Quién fue la primera mujer
historietista, por ejemplo…?
-Existe en la actualidad un colectivo de mujeres que
realiza cómics y que publica y expone gracias a la labor de Avril Filomeno.
Pero no han abundando ni abundan en el mundo entero. Creo que es cuestión de
tiempo. El siglo en el que se inicia el cómic en el mundo debe haber sido uno
de los más machistas en la historia mundial. Y como reitero, todo toma su
tiempo, ya tenemos ejemplos como los de Marjane Satrapi, autora de Persépolis
(2000), que es toda una provocación a la
escritura de novelas gráficas por parte de nosotras, las mujeres.
Sobre
Carla Sagástegui
Es autora
del libro de cuentos La vida íntima de Madelaine Monroe. Se desempeña como
profesora de Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde
también trabaja en la Dirección Académica de Responsabilidad Social. Especializada
en literatura oral, ha realizado investigaciones sobre formas ashaninkas de
aprendizaje narrativo, la enseñanza de lectura de textos funcionales y
metodologías para talleres de literatura y cómic. Ha publicado el libro Los
primeros ochenta años de la historieta en el Perú: 1887-1967.