Actor, comunicador,
y crítico de teatro, Velarde considera que si la cartelera alternativa ofrece
una buena oferta es porque existe también demanda
Al mes,
aproximadamente, más de seis obras de teatro independiente se estrenan en
nuestra capital. ¡Sí señores! Todos los días y los meses del año, un sin
números de jóvenes actores, directores, guionistas, diseñadores de vestuario,
productores, músicos, trabajan de manera cuasi anónima actuando, dirigiendo,
adaptando, y estrenando sus montajes, aquellos que pese a no contar con una
convencional sala, y toda la parafernalia que implica montar una puesta en
escena en un espacio tradicional o simplemente de no manejar los respetables
presupuestos para pagar a su equipo, y a las campañas de promoción a través de anuncios en los medios oficiales: prensa
escrita, radio, televisión, cuenta con un público cautivo que cada día, sin
hacer tanta “pose mediática” y/o “bulla”, crece de manera auspiciosa.
Precisamente,
una de las personas que sigue de cerca el trabajo
teatral independiente, es el actor, comunicador y crítico de teatro Sergio
Velarde, director además de la publicación digital “El oficio crítico”, con
quien charlamos al respecto.
-Hablemos
del teatro independiente. De aquel que los medios oficiales y el público
mediático se niega a ver… ¿Cómo lo observas?
-He tenido
la suerte no sólo de observarlo, sino de vivirlo en carne propia. Estuvimos
haciendo temporada en junio en el Club de Teatro de Lima con la obra ¿Qué
hiciste Diego Díaz? de Cristian Lévano, una obra muy divertida que sacamos
adelante todos los involucrados prácticamente de la nada. Pero a pesar de las
dificultades, muchos grupos de teatro logran estrenar sus proyectos y tienen
siempre público. Percibo que la gente joven está interesándose cada vez en el
teatro. Quién sabe si lo hacen solo por salir de figurante en televisión, pero
lo cierto es que existen actualmente innumerables talleres de actuación y todos
están llenos de chicos con talento por descubrir y pulir.
-¿Crees que
ha crecido el número de grupos y/o elencos independientes?
-Desde que
empezó el año he tratado de ver todos los estrenos independientes de los que
tuve conocimiento, y no los he podido ver todos; debo reconocer que esto se
debió no solo a la cantidad de temporadas habidas, sino también a lo cortas que
se han vuelto. Si existe tanta oferta es porque debe existir mucha demanda, no
hay otra posibilidad.
-¿Qué
implica todo este crecimiento?
-Una gran
responsabilidad por ofrecer un buen producto y hasta cierto punto, se convierte
en una sana competencia entre las diversas agrupaciones, que tratan de ganarse rápidamente
a un sector del público en un promedio de 4 o 5 semanas. Puedo afirmar que el
90% de los espectáculos teatrales independientes que he visto este año, han
tenido un nivel apreciable y que no tienen nada que envidiarle a los de teatro
comercial.
-Que nos
puedes decir sobre las producciones en tanto dramaturgia, preparación escénica,
(desplazamiento escénico de los actores), estéticas, dirección…
-Algunas
obras de autores peruanos estrenadas este año han alcanzado un envidiable nivel
de calidad, como La visitante, de Julia Thays; Carne de mujeres, de Paco
Caparó; ¡Baila con la muerte! de Maritza Núñez; o El otro aplauso, de Diego La
Hoz, por citar algunos ejemplos. Creo que ante todo, los montajes de teatro
independiente han ganado un grado muy alto de profesionalismo; se aprecia
disciplina y dedicación de parte de todos los involucrados, especialmente de
los actores, que lo dejan todo en el escenario, cada uno en su particular
registro. Intuyo que me será muy difícil hacer el recuento de lo mejor del
teatro independiente de este año en mi blog El Oficio Crítico.
-Las
condiciones para producir una pieza de teatro independiente siguen siendo
rudimentarias…
-Creo que
a estas alturas del partido, cada grupo sabe ingeniárselas para ofrecer un
espectáculo de calidad, sin necesidad de contar con grandes producciones. Por
citar un ejemplo: ¿Qué hiciste Diego Díaz? tuvo buenas comentarios, y solo
contamos con la caja negra, las luces de la sala, algunos elementos de utilería
y mucha creatividad e imaginación por parte del director.
-Existe
alguna entidad privada, estatal o municipal que incentive estas producciones
teatrales o los chicos se manejan solos…
-Cada
grupo en particular se encarga de encontrar sus propios auspiciadores, algunos
los consiguen y otros, no. En todo caso, y haciendo un balance general, cada
estreno independiente que he visto este año ha tenido una adecuada producción y
cada uno, a su manera, ha logrado salir adelante.
-¿Qué
destacas de todo esta labor, de todo este trabajo teatral?
-Es
indudable que el arte es demasiado importante para todos nosotros, no solo como
seres humanos, también como comunidad. El teatro siempre será aquella
oportunidad que tenemos todos los que lo ejercemos, de crecer no solo como
artistas, sino como personas. No solo entretiene, sino que nos sirve de
reflexión.
-Realmente
es admirable como los colectivos de jóvenes que se dedican por completo al
teatro independiente sigan adelante…
-La
perseverancia y la dedicación de los jóvenes directores, productores y actores
independientes son encomiables. He tenido oportunidad de viajar y participar en
festivales internacionales de teatro, y nuestros montajes no tienen nada que
envidiarles a los extranjeros. Puedo afirmar que tenemos calidad, y muy alta.
-¿Qué papel juegan espacios como el Teatro Racional, el
Mocha Graña, el Galpón Espacio, la Casa Espacio Libre, la sala del Cafaese?
-Un papel
crucial, pero también muchos más como el Club de Teatro, el Teatro El Olivar,
el Auditorio Miraflores o la AAA. Son espacios que todos conocemos y que
algunos deberían visitar más seguido. Son lugares que se han convertido, todos
ellos, en nuestro segundo hogar.
-De otro
lado, ahora contamos con jóvenes dramaturgos, directores, o en todo caso
actores que dirigen. ¿En qué nivel se encuentra toda esta movida?
-Me parece
saludable que exista el riesgo, solo así se pueden lograr espectáculos
diferentes y originales. Siempre he pensado que la práctica es lo que te forma
en escena finalmente, nunca vas a saber si haces bien tu trabajo, si no lo
muestras ante un público. Bienvenidos todos aquellos jóvenes que quieran intervenir
en obras de teatro; eso sí, deben hacerlo con responsabilidad.
-¿Es favorable
que los jóvenes escriban sus propias dramaturgias?
-Por
supuesto, y mejor aún que sean estrenadas, que es la etapa final. Con respecto
a su publicación, sé que es más complicado, salvo por algunas contadas
excepciones, como la revista Muestra de Sara Joffré.
-¿Cómo
observas al teatro que se hace en los Conos. Lima Norte, Sur…?
-He visto
los trabajos del Consorcio Cultural “La Compañía” de Los Olivos, dirigido por
Arturo Fernández, que fomenta el teatro en los jóvenes, logrando que muchos de
ellos dejen de ser solo promesas de la actuación, como Martín Sepúlveda, Roger
Guerrero, Miguel Cano o Sandra Quiroz. El año pasado fui jurado de la Muestra
Regional de Teatro Costa Centro, a cargo del grupo Haciendo Pueblo de Comas; y
del Primer Festival de Arte Amateur de Lima Norte, a cargo del grupo Escenario;
pude apreciar que la movida teatral es muy fuerte y participa mucha gente joven
con mucho entusiasmo.
-Ellos
manejan toda una tradición de trabajo en sus barrios, ¿no?
-Así es, y
ellos tienen una gran responsabilidad: inculcarles a los jóvenes la
responsabilidad y la mística que todo teatrista debe tener.
-La
pregunta viene porque no me parece que este tema de la dramaturgia se
monopolice al fomento y divulgación de un par de dramaturgos consagrados cuando en realidad vienen
trabajando muchos autores…
-No tengo
nada en contra de los dramaturgos ya consagrados, pues sus obras hablan por sí
solas de su calidad. Sí pienso que debería haber más concursos de dramaturgia,
para que se descubran nuevos valores de la dramaturgia o en todo caso, se les dé
chance de llevar sus textos a escena, para ser confrontados con el público.
-Sala de
Parto, es el segundo concurso de una institución privada que fomenta la
creación dramatúrgica. ¿Qué opinas al respecto?
-Saludo
cualquier proyecto que tenga como objetivo fomentar la dramaturgia peruana. Supongo
que los resultados de Sala de Parto confirman que la excelencia en dramaturgia
peruana se encuentra focalizada en las canteras del grupo de teatro La Plaza, pues
los ganadores son o egresados de la Universidad Católica (Luis Alberto León,
Mariana Silva, Vanessa Vizcarra, Esteban Phillips), o alumnos de Alonso
Alegría, dramaturgo homenajeado en dicho evento y además, profesor en la
Católica (Ángelo Condemarín, Daniel Amaru Silva), o hijos de actores
recurrentes en ese teatro, como Miguel Iza y Hernán Romero (Franco Iza y
Patricia Romero). No dudo que las obras ganadoras deben ser excelentes; y que
se consideró en la convocatoria a un amplio número de postulantes, provenientes
de diversas escuelas. Mis felicitaciones a los ganadores.
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