A propósito
del reestreno Cuatro Historias de Cama a cargo de la Asociación Cultural Teatrando de Arequipa, el director nos ofrece algunos
alcances
Este 2014, es
un año productivo para uno de los directores más destacados de la escena local
peruana: Carlos Tolentino. Ayer noche estrenó “Japón”, y la semana que viene, el martes 18 y el 25 de febrero, para ser más exactas, repone en el Teatro
de Lucía la puesta en escena Cuatro Historias de Cama, comedia original de
Eduardo Adrianzén, a cargo de
los actores Sandra Santander, Alonso Romero y Roberto Palacios elenco
de la Asociación Cultural Teatrando de
Arequipa.
El director
nos explica que “en la obra, la cama se
convierte en refugio para un joven traumado, en campo de batalla para dos
amantes, en lecho de muerte para una enferma terminal y en escenario de un
imprudente secreto. Y son las verdades de estos seres, junto con las de sus
acompañantes, las que salen a relucir, originando los diversos conflictos”.
Para charlar
al respecto buscamos al maestro Carlos Tolentino quien nos da algunos detalles
de esta reposición.
-Carlos. En breve repones Cuatro Historias de Cama de Eduardo Adrianzén
con un grupo arequipeño. Cuéntanos sobre este nuevo trabajo teatral.
Dirigir –decía Agustín Alezzo- es una tarea extraordinaria porque
significa crear un mundo en el escenario, y dar clases significa seguir el
crecimiento de una persona, que es algo también extraordinario. Desde hace
años, mi visión de educador me motiva a promover otras miradas del teatro. En
Arequipa encontré asombro, voluntad de aprender y de compartir, porque además,
estos actores, querían mostrar su trabajo, ese era el reto y el empujón. La
vocación, a veces, se despierta en uno en una forma secreta, y la de estos
jóvenes viene igual que la de todos nosotros: plagada de entusiasmo. El grupo
Teatrando está abriendo, poco a poco, un camino de variados lenguajes y
estéticas, desde lo formativo hasta lo profesional. Esta es una buena ocasión
para acogerlos y aplaudirlos en Lima. Como nos dijo Brook, “cuando el teatro es
necesario, nada más es necesario”, salvo la sencillez de ver nacer lo OTRO.
- Cuatro Historias de
Cama, es una obra que frecuentemente se pone en escena. ¿Es la primera vez que
la diriges?
Es la primera vez que la dirijo. Anteriormente de
Eduardo Adrianzén dirigí Azul Resplandor,
y para mi fue revelador el poder que maneja el autor en la construcción de
personajes que mueven su tragicidad en ambitos tan familiares a nuestra
historias colectivas que los hacen aparecer inmediatamente tan creíbles como
absurdos. Eduardo Adrianzén es un agudo y mordaz observador
de nuestro tiempo.
-¿Cuál es tu percepción de la misma?
No es casual que a mediados de los noventa, apareciera una canción de
Mar de copas, llamada Un día sin sexo,
que inspiró una película homónima -argumento y arquetipos de la Generación X-,
la cual trataba temas de relación de parejas, apelando a la negación de tener
sexo. Años después la Generación Y, volverá a enfrentar este tema de limitar el
ejercicio sexual, enfrentando otras angustias coincidentes a la generación que
la precedió, pero con una premisa más radical que la primera: una relación a
dos está basada, principalmente en la sexualidad.
-¿Cuáles son los universos que más destacas de este montaje?
Tal como plantea la obra de Eduardo Adrianzén, uno termina volviéndose
esclavo del otro, cada uno con distintos propósitos, pero ambos insatisfechos.
En la obra, la cama se convierte en refugio para un joven traumado, en campo de
batalla para dos amantes, en lecho de muerte para una enferma terminal y en
escenario de un imprudente secreto. Y son las verdades de estos seres, junto
con las de sus acompañantes, las que salen a relucir, originando los diversos
conflictos. Cada persona puede tener sus motivos para subyugarse a su pareja,
entre ellos: miedo a perder el amor del otro, quedarse solo y no encontrar a
nadie más, el qué dirán los demás sobre el final de la relación, perder
determinado status social, deseo de mantener la comodidad del hogar. Pero, el
principal sentimiento que lleva a alguien a pasar por esto, es la inseguridad.
-Este montaje pone en el tabladillo el tema de pareja, de la sexualidad,
conflictos de pareja, del ciberespacio, ¿es una necesaria y vital reflexión
sobre lo que experimentan las parejas de este mundo moderno?
Cuando un individuo no está seguro de sí mismo, con sus cualidades y
defectos, no consigue mantenerse en una relación estable, no consigue hacerla
estable y usa muchas artimañas para mantener su relación, pudiendo ser el sexo
una de ellas. “Hay cosas en una pareja que nunca deberían decirse”, dice uno de
los personajes de una de estas historias, que se lamenta de haber revelado
secretos, que lastiman a su pareja. Esto parece ser la constante en estas
historias. Al principio puede parecer fácil utilizar el sexo para mantener a su
pareja junto a sí, pero con el tiempo y los otros problemas que la relación
deberá afrontar, todo este teatro creado por los dos tenderá a terminar.
Ninguna relación saludable se mantiene sólo por el sexo, uno de los dos
terminará desistiendo de su papel, que esclaviza y hace que la pareja sufra.
-Ahora estas al frente de una comedia, ¿Qué es lo más atractivo de ir de
los dramas a las comedias?
Para mi resulta muy motivador dirigir comedias –inteligentes
claro está- donde el objetivo inmediato no sea sólo hacer reir. La risa es un
medio no un fin. La comedia no es un género menor y puede ser tan dificil que
exige mucho más que dirigir dramas. Como decía Anne De Lenclós, y viene muy
bien con la obra de Adrianzen: “Un amor apasionado es una especie de comedia de dos personajes que
tratan de convencer al público de su amor.”
"Cuatro historias de cama"
Teatro de Lucía
Calle Bellavista 512, Miraflores
Temporada: martes 18 y 25 de febrero
Entradas en Teleticket y en la
boletería del teatro