Rosana López Cubas: Diego La Hoz: “Detrás de toda guerra, revolución, está el poder del dinero”

Director de la obra de teatro “El país de la canela”, pieza que entra en su segunda semana de estreno, nos habla sobre su particular mirada del tema de la memoria

“El país de la canela”, es una obra crítica y provocadora tanto en su discurso como en su forma. Cuestiona la memoria como mecanismo para recuperar la identidad de un país como el nuestro. Y es que las nuevas políticas de Estado solo pretenden darle un nuevo orden al olvido, darle un nuevo rumbo a la historia que “conviene” contar. Por eso sigue siendo trascendente que entre tanta modernidad y tecnología nos cuestionemos respecto a conceptos como patria y heroísmo, si un país necesita fuerzas armadas, y cuánto tiempo más negaremos que la corrupción y el poder sin escrúpulos dominan este suelo que llamamos Perú. Al respecto charlamos con el director de la obra Diego La Hoz.

-Después de ver El país de la canela, obra que diriges y acabas de estrenar, observamos que has trabajado el tema de la memoria desde la ironía…

-Sin duda. Es inevitable. Es una de las razones por la cual convocamos a nuestro actor invitado Ramón García para que se una al proyecto de Espacio Libre Teatro. Ramón le da a la obra ese sabor, ese cinismo que como director encontré en El país de la canela. Tomar de manera seria un tema como la memoria, creo, no iba a funcionar. La dinámica justamente está en reírnos de eso que tanto reclamamos como es el tema de la memoria. ¿Realmente vamos a encontrar la memoria? ¿Es una utopía la memoria en este momento? … Son interrogantes válidas, correctas frente a este tema.

-El sabor y cinismo, son elementos que se observan a lo largo de la puesta en escena y de alguna manera lo tramiten tus actores Eliana y Javier.

-Lo que intenta la obra -más allá de hablar sobre qué es la memoria o cómo recuperar la memoria- es de dialogar juntos sobre este tema. ¿Quiénes están detrás de todo este tema? ¿Quiénes están detrás de esta aparente recuperación de la memoria oportuna o no? Porque también es necesario aclarar que algunas políticas de recuperación de la memoria lo que buscan es organizar el olvido ¿no? En ese sentido, estos personajes fantásticos de la obra interpretados por Eliana y Javier nos ofrecen este contraste del que me hablas y nos permiten entender que detrás de toda guerra, revolución, está el poder del dinero y la participación de la iglesia.

-Un tema es la dramaturgia, y otro, es la interpretación del director. En El país de la canela vemos tu propia mirada a través de varias capas: el abuso de poder, la violación, el dinero…

-Sin duda, el teatro tiene que ofrecer un poco de divertimento. Las capas que observas son lecturas que de alguna manera responden a mi trabajo. Los que conocen la labor de mi grupo se darán cuenta que a mí no me gustan las historias sino dialogar con la historia en si misma. También se encontrará relación con los vendidos representados por estos seres, estos individuos poderosos. Los políticos. La iglesia igualmente está presente. Es una figura de poder. Habrá mercaderes, comerciantes. Son muchas las figuras que desfilen en esta especie de viaje de humor terrible. La puesta en escena no es una comedia para ir a casa divertidos sino para ir a un café y decir “caramba qué estamos haciendo…”

-Este estreno coincide con los 18 años de Espacio Libre Teatro. ¿Qué implica todo esta ruta teatral…? ¿Cuáles son tus nuevos retos?

-Lo interesante con el estreno de “El país de la canela”, es la posibilidad de abrirnos a otras plataformas como Sala de parto que nos parece fundamental por la labor que está haciendo y acercamos al ICPNA. Trasladar nuestra pequeña casa de Barranco a este escenario ha sido toda una experiencia. Seguimos con la labor de la casa y todo el programa lo pueden ver en nuestra página oficial. Este año apoyaremos a dos festivales. El primero de ellos el de la diversidad que coincide con la celebraciones de la comunidad LGTB y el Festival del Teatro Latinoamericano.