martes, 29 de noviembre de 2011

Carlín: “Marx está hoy más vigente que cuando estaba vivo”


A propósito de la reedición de su libro “Habla el viejo”, el afamado arquitecto, diseñador, caricaturista y escritor nos acerca a su relación con Carlos Marx



Uno de nuestros más importantes caricaturistas políticos contemporáneos Carlos Tovar Samanez, más conocido como “Carlín”, presentará este jueves su libro “Habla el viejo”, testimonio de sus conversaciones con el “fantasma” de Carlos Marx, uno de los pensadores socialistas más influyentes de la historia, autor del emblemático libro “El Capital”. Como es sabido, la primera edición del citado texto se publicó en el 2002, año en que Carlín reveló una faceta desconocida: la de estudioso de la obra de Karl Marx de quien asegura “está más vigente que cuando estaba vivo”. Precisamente para reflexionar sobre este tema Lima en Escena fue en su busca. Allí va.

-Disculpe la pregunta cliché ¿Cómo surge su interés por estudiar la obra de Karl Marx?
-Empecé a leer a Marx cuando estaba estudiando arquitectura, y había la efervescencia de mayo del 68. Continué leyéndolo mientras hacía mi tesis de bachillerato sobre la acción de las clases dominantes en el problema de la vivienda en el Perú, y luego cuando fui militante de un partido de izquierda. Volví a leer a Marx luego de la caída del muro de Berlín, porque pienso que si a uno lo desaprueban en un examen de matemáticas no regresa a casa a quemar el libro, sino a revisarlo. Me encontré, por supuesto, con que los libros estaban bien, solo que no los habían (habíamos) entendido. Muchos de mis contemporáneos (no todos, felizmente) tiraron los libros a la basura, en lugar de releerlos.

-¿Qué le permite su sapiencia sobre Marx llegado el momento de desarrollar su trabajo como caricaturista?
-No pienso en eso cuando hago las caricaturas, pero supongo que de algo me sirve. Creo que el humor parte de la contradicción que existe en la realidad, y la contradicción, por cierto, es una ley de la dialéctica.
-¿En algún momento Carlos Marx se tornó “un fantasma” en su día a día?
-El fantasma me ha perseguido hasta quitarme el sueño, y no me dejó en paz hasta que comencé a cumplir con su encargo, con la publicación de la primera edición de Habla el viejo y, cuatro años después, con la de Manifiesto del siglo XXI. Hoy se ha desvanecido, pero no pierdo la esperanza de volver a contactarlo, esta vez por la internet.


-¿Qué lo motivó a publicar “Habla el viejo” que ahora circula en su segunda edición?
-Dos cosas. En primer lugar, que se agotó la primera edición, y me seguían pidiendo el libro, que tuve que fotocopiar varias veces para los amigos. Que sepan esto las editoriales españolas que rechazaron reeditarlo, para que vean que se pierden un negocio (bueno, tal vez más les importe mantener el sesgo que hacer negocios , no lo sé). En segundo lugar, para dar cuenta de algunas cosas acontecidas desde entonces, cosa que hago con un prólogo y con un anexo. En este último formulo de manera más articulada la propuesta de la jornada de cuatro horas.

- ¿Qué reflexiones nos deja “Habla el viejo”?
-El principal mensaje que el viejo me encargó transmitir es que la única salida a la actual crisis mundial es el establecimiento de una jornada mundial de cuatro horas (y reducciones posteriores y sucesivas, a tres horas, luego a dos, etc.), con la cual obtendríamos el pleno empleo (y, en consecuencia, la desaparición de la pobreza en el mundo), prosperidad económica (aumentaría la demanda agregada, que, según los economistas actuales, es el talón de Aquiles de la economía mundial) y, lo más importante, tiempo libre, es decir, el comienzo de una nueva era en la historia de la humanidad, donde comenzaremos a liberarnos de la esclavitud del trabajo.

-¿Por qué es tan difícil interpretar de manera honesta la filosofía marxista?

-Las malinterpretaciones de Marx comenzaron antes de que se muriera. Los socialdemócratas alemanes, discípulos dilectos del moro, se llevaron una reprimenda cuando, en el congreso de Gotha, pactaron con los seguidores de Lasalle, lo que, para sus maestros, fue un abandono de tesis fundamentales. Y desde entonces, las malinterpretaciones vinieron una tras otra. Tal vez la mayor fue la de Stalin, pero hay muchas.





-¿Cuál es la importancia de la filosofía marxista?
-La tremenda importancia del marxismo reside en que en él está la clave para entender la enfermedad de la sociedad contemporánea, lo que, a su vez, significa que el marxismo es un cofre dentro del cual está la llave para salir de la crisis. Bueno, el asunto ya no es tan misterioso, porque el fantasma fue muy claro cuando me dijo que la salida está en la reducción de la jornada de trabajo.

-¿Por qué el pensamiento marxista no cuajó en los sistemas que se argumentaban en él?
-El problema estuvo en que no hicieron caso a Marx y Engels (y tampoco a Lenin), quienes repitieron hasta el cansancio que no era posible construir el socialismo en países semifeudales. Hoy, la China está aplicando la NEP (Nueva Política Económica) que Lenin quiso implantar en la URSS al terminar la guerra contra los ejército blancos. Cuba está empezando a recorrer también el camino de la NEP. Si eso se hubiera hecho en la URSS, no habría sobrevenido el desplome, con las horribles consecuencias de un capitalismo de mafias como el que hay ahora. Para no hablar de que, muerto el llamado “socialismo real”, el capitalismo se soltó la cabellera de Medusa y se produjo en el mundo el atroz desbalance de poder que hace que hoy, no solo la riqueza, sino también los grandes medios de comunicación y el propio Estado, estén bajo virtual secuestro de una minoría de privilegiados. Todo eso es reconocer (recién hoy, noventa años después) que Marx, Engels y Lenin tenían razón.


-“Habla el viejo”, ¿es un homenaje a Carlos Marx?
-No es un homenaje, es una interpelación, irreverente y escéptica, de la cual el fantasma sale muy bien librado.


-En pleno siglo XXI, ¿se considera un auténtico marxista?
Qué tan auténtico, eso siempre será materia de discusión. Los que discrepen conmigo dirán que los auténticos son ellos, así que por ese camino no vamos a ningún lado. Pero sí puedo decir que tengo una lectura de Marx donde creo que tengo algunos aportes.

-¿Por qué?
-Marx está hoy más vigente aún que cuando estaba vivo. El capitalismo, dice Oscar Negt, se está comportando exactamente como lo describe Marx en El Capital. Lo paradójico está en que hoy, precisamente, se repite hasta el cansancio que el marxismo está obsoleto, pero los que dicen eso están, como se dice, tirando al bebé con el agua del baño. Son los alumnos de Marx los que se han equivocado, no él. En cuanto a mis aportes, el más importante es que la reducción de la jornada puede estabilizar la tasa de ganancia, es decir, terminar con las crisis recurrentes del capitalismo y abrir las puertas de un mundo nuevo.




Presentación del libro “Habla el viejo”
Librería El Virrey, Bolognesi 510, Miralfores
jueves, 1 de diciembre · 7:00 - 8:30