domingo, 19 de agosto de 2012

Alina Gadea: “Obsesión nace a partir de una experiencia de vida monótona”




"Esta historia la saqué de una suma de experiencias personales", nos dice la autora en la presente interviú






Fotos: Rosana López Cubas



 Alina Gadea, autora de la novela Obsesión (Ediciones Altazor, 2012) nos aguarda paciente en el Centro Cultural de la PUCP. Al vernos nos saluda cariñosamente y nos habla sobre su nueva entrega literaria que relata la tormentosa e intensa relación entre un psicoanalista y su paciente. 

Además de seducirme la historia, la trama, me cautivaron los escenarios físicos por donde discurren los protagonistas de este "alocado" romance transgresor que en momentos se pone en “punto caramelo”. Precisamente sobre su nueva novela Alina charla con Lima en Escena.    







- Obsesión gira en torno a tres personajes cuyas vidas son monótonas, estáticas y cambian a partir de un romance transgresor entre un psiquiatra y su paciente. ¿Qué te motivó a crear esta historia?


 Cuando publiqué Otra Vida para Doris Kaplan sentí que había terminado una etapa y que quería expulsar otros demonios, distintos a los de la infancia. Fantasmas diferentes a los que me llevaron a escribir La casa muerta y mi primera novela. Lejos de los muros de una vieja casa miraflorina. 

Esta vez en calles y lugares emblemáticos de Lima. Pero siempre todo dentro de la bruma que caracteriza mis textos. Esta historia la saqué de una suma de experiencias personales, de la intensidad y también de la monotonía de la vida. De un cúmulo de sensaciones, de anécdotas, de rasgos de personas. La historia es ficción pero las sensaciones son calcadas de mí.  

-La vida “perfecta” y de buena posición económica castra y anula al psiquiatra sumergiéndolo en la soledad absoluta. ¿Por qué?

 Es por la complejidad de las personas… a veces luchamos mucho por algo que queremos conseguir, pero una vez que lo conseguimos, seguimos insatisfechos. La vida perfecta del doctor Durand anula sus emociones, sumiéndolo en una gran monotonía dentro de un ambiente chato y superficial. Él no se puede conformar con lo material y se cuestiona hasta el delirio si valía la pena tanto esfuerzo. Se plantea una y otra vez qué demonios era finalmente lo que tanto buscaba. Reflexivo se plantea inventar otra vida, comprueba que la emoción es lo que le hace falta y se obsesiona por encontrar una vida más apasionante.

-La llegada de la paciente Yvonne a su vida marca un cambio en su cotidiano. ¿Qué le permite a Mariano este romance con su paciente?

 Una aventura supone una emoción. Esa pasión cambia su vida, haciéndola más intensa. Le permite evadir la vida aburrida en la que está metido. El romance con Yvonne lo provee de la sensación de lo inesperado; lo excitante de los encuentros. El escapar de las formalidades y de lo establecido de acuerdo a los cánones burgueses. Es finalmente libre o cree serlo al menos en parte. Es el renacer de su erotismo y una búsqueda por un camino tortuoso hacia la intensidad.





 - Este idilio produce un cambio en el estado depresivo de Yvonne y su vida experimenta algunas variantes que la tienen entretenida, ¿no?
 Así es, es un idilio algo tropezado porque ella en todo momento intuye que nada llega a cuajar entre los dos, sin embargo, él representa la persona que la trae supuestamente al equilibrio. También ella emprende un camino equivocado. Lejos de la estabilidad, la relación comienza a tomar un cariz perverso. Algo bizarro e incompleto que se posa sobre ellos.

-Lo erótico también forma parte del universo temático de la novela . ¿Qué tan importante es abordar este tema en una historia en donde lo idílico es el eje principal de la trama?

 El tema erótico tiene una función en esta historia. Viene a ser la clave de la intensidad en las vidas de estas personas llenas de carencias, de desequilibrio, de obsesiones, de insatisfacción. Lo idílico no se sostiene solo, se acompaña de estas escenas físicas en las que he querido plasmar diferentes aproximaciones al erotismo; relaciones reprimidas, monótonas, llenas de prejuicios y hasta de narcisismo como en el caso del doctor Durand y su esposa. 

Poco espontáneas y programadas con horarios al igual que su día a día.  La relación abusiva y machista del enamorado de Yvonne, hombre que repugnaría a cualquier mujer con su trato rudo y egoísta. Esta es una relación sin ningún erotismo.  La relación prohibida del doctor con Yvonne que lo obsesiona hasta durante el sueño y la contradicción en su intento por buscar algo de calor con su propia mujer sin conseguirlo. 


El proceso en que se va aferrando y despegando después de su esposa, al mismo tiempo que se va encaprichando más con la amante hasta llegar a comportamientos algo violentos y perversos, llenos de celos por parte de ella y de morbosidad por parte de él. Hasta conducirlo a mezclar de manera bizarra, sus impulsos tanáticos con su erotismo. Y gustarle la idea de que se disfrace de su mujer y luzca como una muerta; inerte durante la relación. El erotismo pleno está plasmado en la única relación sana: la de Yvonne con el fotógrafo.







-Me encanta la recreación de los lugares. Los rincones por donde discurre la historia: Lima, sus distritos, sus calles, sus hoteles, sus avenidas, sus viejos solares, sus antiguas casonas. ¿Es un homenaje también a nuestra Lima gris? 

 Es un reconocimiento a nuestra Lima gris, nublada, apabullantemente brumosa, en la que todo se desdibuja y llega a perder su contorno. Tanto en la realidad como en sentido figurado. Personajes cada vez más complejos y confusos entre la neblina del acantilado. Por las calles barranquinas decadentes y al mismo tiempo llenas de vitalidad, de nocturnidad. El parque de Miraflores, las campanadas de la Iglesia de Fátima, los ficus de los parques, los gallinazos, las viejas casonas que se vienen abajo tugurizadas, los acantilados. Lugares emblemáticos como el Juanito, la librería Virrey, el Haiti, entre otros son parte un poco del sentir de los limeños.

-“Lima era más que nunca una ciudad fantasma. Un abismo gris en el que no había nadie”.  ¿Lima también puede ser desoladora?

 Encantadora y desoladora, como un abismo, como el fin del mundo al borde del acantilado, hacia la nada. La soledad de la gran urbe como un monstruo deshumanizado. La bruma entrando por debajo de la puerta de la librería, las calles vacías. Es metáfora de la indiferencia del limeño.




-Una librería de la ciudad es también un punto de encuentro entre la pareja transgresora. ¿Cómo decides incorporar este ambiente en la historia?


 Porque ese precisamente es el ambiente de ella, de la paciente inestable y curiosamente ajena a los clubes, a los restaurantes, a los cócteles, a los viajes y a las compras costosas. Ella vive de otra manera: a través de sus emociones que son el material de su trabajo aislado de poeta. Un poeta vive de lo que lee y de lo que siente. Además, una librería es un lugar que nadie del entorno de él va a frecuentar, así que viene a ser un lugar propicio para “esconderse”.

- ¿Por qué las “esposas clásicas” llevan una vida tan miserable...?

 Eso es lo que yo quisiera saber. Es como que se narcotizan en una vida en la que pasan como una sombra, que no siente, con el erotismo dormido, pendiente de prejuicios, de cosas exteriores, de lo que dice la gente, de lo material, de las apariencias. Sin  cuestionarse la vida, lo que realmente quieren, perdidas en rutinas de horarios preestablecidos. En la vida social que les demanda todas sus energías. Sin prestar atención a lo verdaderamente importante.

-Obsesión es una novela corta, un thriller psicológico cuyo final es impactante, imprevisible. ¿Por qué cree que el psiquiatra apela al homicidio?

 El final es abierto y ambiguo. Al igual que en mi novela anterior, al final salto de lo real a lo fantástico porque me parece que funciona mejor, que es bastante literario, y que deja mucho más a la imaginación. El lector debe completar de acuerdo a su entender, a su sensibilidad o a sus propias vivencias cuál es el verdadero final.