miércoles, 5 de diciembre de 2012

Marité Ugás: “El cine se tiene que asumir como un hecho cultural no comercial”



El chico que miente, film de la directora peruana se estrena oficialmente este fin de semana en el Centro Cultural de la PUCP



¡Cine estrenos! El Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Sudaca films presentan este fin de semana, el estreno oficial de El chico que miente, película venezolana de la realizadora peruana Marité Ugás. Como es sabido, la proclamada cinta ha sido ganadora del Coral al Mejor Guión del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba 2011; Mejor Película del Festival de Cine Internacional de San Juan, Puerto Rico y XIV Festival de Ícaro de Cine en Centroamérica, Guatemala 2011, y recientemente proclamada Mejor Película en el Festival Latino de Flandes, en Bélgica.


El Chico que Miente, es la historia de un muchacho de 13 años que inicia un viaje por la costa de Venezuela y para lograr sobrevivir de la tragedia del famoso Deslave de Vargas, (una tragedia acontecida en Venezuela hace algunos años atrás) reinventa una y otra vez su propia historia. El deslave le arrebató a su madre, ahora él cree que la puede encontrar.


Cabe destacar que El chico que miente, es la primera película en solitario de la cineasta peruana Marité Ugás, quien formó parte de la primera generación de cineastas egresados de la Escuela Internacional de Cine y Televisión, en San Antonio de los Baños, Cuba, donde realizó sus primeros cortometrajes. Posteriormente, fundó Sudaca Films con su socia venezolana Mariana Rondón. Ambas codirigieron el largometraje A la media noche y media (1999) y luego Rondón realizó Postales de Leningrado (2007), con la producción y el montaje de Ugás. Ahora le tocó el turno a Ugás y desarrolló este film con el respaldo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, el programa Ibermedia en España.

  
-¿Cómo surge la idea de hacer una película argumentada en una desgracia como los Deslaves de Vargas?
-Partimos de este hecho como metáfora. La tragedia sucedió hace once años y aquello que se llevó el huayco está intacto y quedan espacios demolidos, incólumes, como si hubiera sucedido ayer y es precisamente ésta imagen estancada la que me llamó la atención y decidí darle vida en el film.

-En su rol de directora, ¿cuál fue su objetivo de recrear cinematográficamente esta historia?
-Recorrer las cicatrices de la herida abierta que dejó el Deslave de Vargas. De otro lado y desde el tema de dolor, destaco los rasgos de una cultura que se va definiendo a partir de sus heridas como consecuencia de un desastre natural.

-¿La película se recrea en una geografías marginal?
-El viaje que propone el chico en la película está alejado de toda urbe. El chico que miente, es el recorrer por la periferia de un país ¿no? observar a los olvidados, a los que uno no recuerda.

- Chico que miente, ¿cubrió sus expectativas en cuanto a exhibición?
- Para mí ha sido muy importante presentar la película en Venezuela, en donde tuvo una gran acogida. Información de taquilla da cuenta que fueron a verla más  de 150,000 espectadores lo cual es un halago para una película de autor. Asimismo, la hemos presentado en algunos países con una buena acogida de público.


-El interés de los espectadores le alienta a seguir adelante…
-¡Por supuesto!

-¿Por qué?
-Es lo mínimo que uno desea ¿no? que el público aprecie tu película. Deseaba saber el impacto de la película en el público venezolano, principalmente  frente a una cinta que no es absolutamente complaciente. Venezuela es la tierra del culebrón, del melodrama, de la telenovela y la cinta no maneja precisamente el melodrama y el hecho de generar el interés del gran público me hizo sentir bien.
 
-De alguna manera El chico que miente rompe los esquemas de exhibición en salas comerciales clásicas…
-Abrimos una veta de posibilidades para un espectador que está acostumbrado al cine “gringo”; le dimos la posibilidad de una nueva lectura, un lenguaje nuevo que responde a una cinematografía no habitual, no comercial…

- Los más de 150,000 espectadores que fueran a verla responden al interés del público por ver algo diferente, ¿no?
- ¡Por supuesto! Desde hace algunos años el cine de autor ha despertado el interés del gran público no solo en Venezuela sino también en la región.


 -¿Es Venezuela su segunda patria?
-Considero a toda América Latina mi segunda patria. Desde que salí a estudiar cine a Cuba me he movido a mis anchas por el continente, la sede de mi empresa está en Venezuela pero vivo mucho en México, Argentina. Es como “el gran territorio”.

 -¿Cómo surge Sudaca Films?
-A partir de mi experiencia de la Escuela de Cinematografía de Cuba. La idea de Sudaca fue prolongar la unión de un equipo de cineastas latinoamericanos. Fijamos nuestro negocio en Venezuela por que fue el país que reunió todas las condiciones para abrir la empresa productora.

-Hacer una película implica mucho sacrificio, ¿nunca tiró la esponja?
-¡Todo lo contrario! Me falta mucho y seguiré adelante contando lo que deseo contar a través de mis películas.


-Hay un nuevo discurso en la cinematografía latinoamericana actual, ¿qué opina al respecto?
-El cine en general responde a un tema generacional y periodos de épocas, tiempos... El cine de los 80 se manifestaba de una forma, el de los 90 de otra y así. La presente generación es muy crítica.

-¿Qué hacer para que la cinematografía local camine de manera sólida?
-Para que la cinematográfica camine en el Perú y todo el continente, se tiene que asumir el cine como un hecho cultural más no comercial. Si lo asumes como un negocio, estamos mal porque es una tontería ponernos a competir con una industria de verdad, convertirnos en una industria: es una meta lejana.



El chico que miente
Estreno oficial
Sábado 8 de diciembre del 2012
Centro Cultural de la PUCP