Un
comentario suelto a propósito de la exhibición de Caperucita (Un espectáculo
feroz)
¡Una cosa
es con guitarra y otra muy diferente con cajón! Me explico. Ver, en nuestro
papel de espectadora: Caperucita (Un espectáculo feroz), en una sala de teatro
convencional, en donde -por obvias razones- campea el mutismo total del común
de los espectadores, y observar la misma pieza en la Plazuela de las Artes del
Teatro Municipal, un espacio al aire libre, observando el ir y venir del elenco
que pasa por nuestros costados, sentados en una cómoda silla o compartiendo el
piso, espacio alternativo en donde también tenemos la opción de manera ordenada
de sentarnos si llegamos tarde, con el plus de la gratuidad: es literalmente
una experiencia mágica ¿no? Un disfrute. Un goce. Obviamente para quienes
amamos el teatro. Este último martes, formamos parte de las 700 personas que se
hicieron presentes en la cálida Plazuela de las Artes para ver la puesta en
escena Caperucita (Un espectáculo feroz) dirigida por Adrián Galarcep Vidal y protagonizada
por Lucho Cáceres (Víctor), Sofía Humala (Silvia), Mónica Domínguez (Cora), Attilia Boschetti (Eloísa). ¡Una experiencia sin igual!
Silvia (Sofía Humala),
una mujer joven vive llena de angustia a propósito del delicado estado de salud
de su abuela Eloísa (Attilia Boschetti) a quien quiere más que a su propia madre Cora (Mónica Domínguez) díscola, disfuncional,
diríamos para ser más claras. Debido a eso se ve obligada a dar término a una
relación amorosa que acababa de iniciar con Víctor (Lucho Cáceres). El cuento está en la obra, pero la
obra no es exactamente el cuento. Caperucita (Un espectáculo feroz), pieza
original del director y dramaturgo argentino Javier Daulte, nos habla de estas cuatro
personas con una serie de limitaciones para relacionarse y con todas las
dificultades que implica vivir y enamorarse.
Caperucita, el espectáculo feroz
(valga el aclare), en paralelo con el
clásico cuento original, es una historia sobre el desarrollo de una chica que
crece y se va sola por el mundo, sin saber si podrá atravesarlo o si será
devorada por el “lobo”, o por su propia familia. Tres generaciones de mujeres. Un
hombre enloquecido de amor, en pocas palabras: una comedia sobre el amor y sus
excesos. Si bien la actuación de los cuatro actores destaca, la performance que
nos ofrecen Lucho Cáceres (Víctor) y Attilia Boschetti (Eloísa) es de alta
factura.
Fotos: Rosana López Cubas (Prohibida su reproducción parcial y/o total)