martes, 23 de julio de 2013

Nora Alarcón: “Malvas es un poemario musical”





¡Nuevas publicaciones! Llegué minutos antes de la hora pactada. A diferencia del bullicio de otros establecimientos, los ambientes de este cálido Café nos recibe con cierta discreción y nos ofrece paz y tranquilidad elementos clave para desarrollar nuestra entrevista con libertad. La invitada llega puntual y sonriente con su poemario “Malvas” (Casatomada 2013) en sus manos. Después de una breve lectura del texto que ya culminamos de leer dejándonos seducir por su musicalidad y melancolía, empezamos nuestra charla con la autora: Nora Alarcón quien en un pasaje de la interviú nos dice a manera de reflexión: “poesía es una manera de vivir, una manera de sentir. Es emoción, pasión…La poesía está más allá de las emociones terrenales”.

Nora Alarcón nació en Ayacucho, Perú, 1967. Es escritora, promotora cultural y guionista. Es cofundadora de la revista del Taller de poesía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1999). Ha estudiado cine y periodismo. Ha publicado los poemarios Alas del viento (2000, 2008), Bellas y suicidas (2010), y Malvas (2013). Fue primera mención de honor en el Concurso Internacional de poesía Grito de Mujer 2012 en Trujillo y ganadora del concurso de composición en el octavo Festival de Compositores José María Arguedas de Ayacucho en el 2011.Ha participado en varios encuentros y recitales poéticos dentro y fuera del país. Su poesía ha sido traducida al portugués, alemán e inglés.




-¿Cómo nace Malvas?
-Malvas es un poemario que surgió durante un proceso de exilio voluntario…

-¿Dejaste el país…?
-¡Sí! En el año 2000 decidí viajar a España para trabajar en una película y decidí  quedarme algunos años por Europa.

-¿Qué te lleva a volver al Perú?
- Hace tres años volví al Perú. Retorne a mi pueblo: Ayacucho a propósito de la muerte de mi padre…




-Perdona…
-¡No, no, no…! ¡Tranquila!

-¿Cómo se da este encuentro con tu pueblo después de una década?
-A través del dolor, el reencuentro con los amigos, y con la  música ayacuchana. Por tradición Ayacucho es un pueblo ciento por ciento musical. Empecé nuevamente a frecuentarme con los amigos músicos de San Juan Bautista, guitarristas de alta tradicionalidad.

-¿Haces música con los guitarristas de San Juan Bautista?
-¡Sí! Con ellos trabajo la composición musical. Desarrollamos musicalmente temas con la letra de algunos de mis poemas, incluso participé y gané el Primer premio en un concurso de compositores de música y poesía que se realizó hace algunos meses en la ciudad de Ayacucho.




-¿Malvas es una entrega de homenajes?
-Malvas es un poemario hecho en honor a la memoria de mi padre, un Morochuco oriundo de las Pampas de Cangallo, uno de los últimos sobrevivientes. A través de Malvas recorro por un camino de homenajes desde el proceso mismo de las ausencias, de la partida física de los seres queridos…

-También es un poemario musical…
-Indiscutiblemente, es un libro musical cuyos protagonistas son la guitarra, el arpa, y los charangos. La génesis de Malvas empieza con un canto en quechua dedicado a las malvas…

-¿A  la mata?
-¡A la planta! La malva es una planta hermosa. La flor es bella. Pese a las lluvias y las tempestades la malva siempre florece. Me sentí reflejada en ella…




-¿Por su fortaleza?
 -Sí, y al igual que ella sobreviví a una serie de tempestades. He pasado por situaciones muy difíciles, momentos que sin duda también enriquecieron este poemario…  

-¿Este libro también se argumenta en la música tradicional ayacuchana?
-Especialmente de la música originaria de las Pampas de Cangallo, de Los Morochucos; compases de temple, de algarabía, de festividad; de celebración de alegrías y tristezas.

-¿Cantas...?
 -¡Sí! Canto en quechua, en quechua puro...También lo hago en castellano. Antes lo hacía para los amigos más cercanos en momentos íntimos, ahora estoy preparada para hacerlo en espacios públicos…




-¿En un recital?
-¡En un escenario!

-Cantar y escribir poesía en “quechua puro”, como lo acabas de expresar, ¿es una manera preservar el legado cultural de Ayacucho?
-¡En un objetivo! Deseo mantener la tradicionalidad oral del quechua puro. Lo hago por nostalgia también. Mis padres fueron quechuahablantes.

-En Malvas encontramos algunos epígrafes. Uno de Emilio Adolfo Whesphalen, y otro de José Watanabe, ¿son tus referentes?
-En el tema de poesía sí. Es inevitable dejar de hablar de mi amistad con Wata...y la admiración por Emilio Adolfo Westphalen.




-¿La experiencia de haber compartido con José Watanabe te motivó a incursionar en la poesía?
-Sí, su poesía y también las conversaciones con cinéfilos como el poeta Pablo Guevara, quienes me dijeron en tardes de café que tenía madera de poeta y precisamente en el 2000 fue Pablo Guevara quien presentó mi primer poemario.

¿Un estímulo?
-¡Claro que sí! Después del comentario de Watanabe decidí estudiar poesía en los talleres de Marco Martos e Hildebrando Pérez. Ellos fueron mis primeros guías y maestros.

-Actualmente, ¿vives en Ayacucho?
-En estos momentos vivo en Lima y me dedico a escribir, y a trabajar en la producción y difusión de la música ayacuchana.




-¿Estas abocada a divulgar la música tradicional ayacuchana?
-A preservar y promover la música de Ayacucho.

-¿También incursionas en la ficción?
-Hasta el momento, tengo dos relatos publicados. Uno de ellos está referido a la violencia doméstica, al tema de las mujeres maltratadas, y otro acerca de mi abuelo, un hombre machista…

-¿Habrá un libro de cuentos?
-Mi próximo proyecto es justamente un libro de relatos…

-¿Por qué decides incursionar en la narrativa?
-Porque tengo la necesidad de contar algunos episodios negros de mi vida.




-¿Cómo cuáles?
-¡Maltrato doméstico! Nuestro país es altamente machista.

-¿Violencia doméstica?
-¡Sí! Fui víctima de violencia doméstica…

-¿Ya lo superaste?
-La vejación deja sus huellas. Ahora formo parte de la Asociación Micaela, una organización que trabaja contra la violencia doméstica en mujeres y niñas…