La desataca artista peruana trabaja en arcilla, material que le permite cristalizar los gestos humanos.
Foto: Rosana López Cubas
Escultora
de larga data y trayectoria, Margarita Caballero, Huancayo (Perú), se encuentra
de visita por Lima. Ella expone desde los ochentas en diversas galerías de París
(Francia) y participa en exposiciones colectivas e individuales en Europa. Actualmente
reside en Marsella donde tiene
un taller
de exhibición y venta en el barrio del arte.
Tras
haber hecho estudios en el Centro Artesanal de Miraflores, en Lima, Margarita
Caballero vivió varios años en México en donde siguió estudios de cerámica y
fotografía. Llegó a París en 1976 para continuar su búsqueda en el dibujo y en
la escultura con arcilla, madera, metal y resina. Estudia en la Universidad de
Vincennes y en la Escuela de Bellas Artes. Desde sus inicios como escultora trabaja
en arcilla, material que le permite cristalizar los gestos humanos. Para
charlar al respecto Lima en Escena fue en su busca.
-Margarita,
llevas más de tres décadas dedicadas a la escultura. Con exposiciones en
Bienales en países de Europa. ¿Cómo fueron los inicios de esta vasta
carrera?
-Mis
inicios se remontan a la década de los años setentas en Lima. Siempre me
interesé por el trabajo artesanal. Es más, aprendí el trabajo de artesanía en
cerámica con dos artesanos peruanos. Posteriormente, partí a México en donde
empecé a estudiar en la Escuela de Diseño Bauhaus.
-De la
formación artesanal a la académica. Un cambio radical pero productivo...
-¡Totalmente!
En esta escuela se pone en juego el trabajo creativo, artesanal, pero sobre
todo, el de diseño, lo cual me permitió nutrirme en esta especialidad.
Posteriormente, viajo a París en donde descubrí todas las escuelas de
escultura. En Francia, donde radico actualmente, estudié en la Escuela Nacional
de Bellas Artes de París, experiencia que fortaleció mi formación artística.
-¿Qué te
permitió la formación académica?
-Aprender
a reconocer la escultura académica y de búsqueda aplicada a nuevos materiales, manteniendo
la tradicionalidad del molde, de fundición, de talla, en fin…
-No renunciaste
al trabajo en arcilla…
-¡No! Siempre guardé el interés por continuar con
la arcilla. Trabajo en arcilla desde mis inicios hasta la actualidad.
-¿Aplicando
otros soportes?
-Claro, trabajo
la arcilla con el fierro, la madera, el cartón y metal. Cuando abrí mi taller empecé
mi propia búsqueda. Comienzo a darle forma a mi etapa de escultora
independiente.
¿Qué tal?
-Trabajar
de manera independiente es más gratificante…
-Después
de apreciar tus esculturas observo que los colores grises, ocres, son la base
de tus trabajos. Háblanos al respecto
-¡Sí! La
arcilla está presente en los marrones y en los tonos ocres. Es la base de los
tonos que empleo y en donde se vienen a complementar el verde, que representa la eternidad, el azul que simboliza
la distancia. Asimismo, utilizo el rojo que personifica la explosión, y finalmente,
el amarillo que es el sol.
-¿Jugar
con estos colores responden a tu paso por una coyuntura social específica…?
-Sí, por
supuesto. El gris, es un color asociado a Lima y tiene que ver con mis
recuerdos que están profundamente anclados en este color. Este color tiene que
ver con mis orígenes. Me gusta reencontrar este estado de ánimo que lo retomo
visitando mi país y que de alguna manera se proyecta también en mis trabajos.
-Si bien
tus esculturas parten de la figura humana también está presente lo abstracto. Explícanos este indagar por estos terrenos creativos.
-Siempre
me apoyé en la forma humana, incluso en las imágenes abstractas hay un
contenido humano y animal. Hay una erección de la materia. Utilizo diferentes
técnicas para proyectar un mensaje en determinado objeto. También hay todo un
discurso sarcástico con relación a la autoridad, a la coyuntura social y el sentimiento
humano.
-Tienes
una colección de objetos con una volumetría enaltecida. ¿Esto responde a una
influencia de Botero...?
- Tal vez
en los inicios me agradaba mucho. Después y de manera gradual descubrí otras
expresiones de la forma estética del cuerpo, en lo oriental, en la lucha y el
amor.
-¿Por qué
optaste por el trabajo en cerámica, metal y madera?
-Porque me
atrae la transformación del cuerpo. El fierro, la soldadura, hace que el metal
sea dúctil, lo mismo sucede con la arcilla cuando pasa por el fuego y se
trasforma en cerámica, en un objeto rígido. Poco a poco me he aproximado a la
estructura, a la simbología, abandonando la materia, la masa. El trabajo en
arcilla, metal y madera se armonizan para dar una forma: un origen.
-Vives
en Marsella. Cuéntanos cómo te desarrollas artísticamente en esta ciudad.
-Desde
hace 14 años. Tengo un taller en el barrio de arte en Marsella, Francia. También
expongo en diversos países de Europa. En Túnez, por ejemplo, he expuesto
alrededor de tres veces. Asimismo, he participado en la Bienal de Londres.
-¿Te desvinculaste del Perú?
-No. Eventualmente expuse en el Perú. En los ochentas participé en la Segunda
Bienal de Trujillo. Eventualmente, mis esculturas y acuarelas se las he dejado
a Claudia Polar.