miércoles, 5 de abril de 2017

Carlos Olivera: “El círculo del proceso creativo se debe cerrar compartiendo la obra con el mundo”



Destacado escultor inaugura en la ciudad del Cusco las exhibiciones “Los profetas paganos” y “Materia Tiempo Espacio”


Después de 10 años, Carlos Olivera, uno de nuestros escultores contemporáneos más destacados, inaugura este jueves dos exhibiciones en su ciudad natal: Cusco. La apertura de la primera de ellas “Los profetas paganos”,  se realizará en el local de la USIL de la calle Pampa del Castillo, mientras que la segunda “Materia Tiempo Espacio”,  se llevará a cabo en el museo del Qoricancha. 


Esta última exhibición reúne un grupo escultórico monumental de cuatro piezas en acero que se mostrará en el patio central como obra pública. En esta exposición también se podrá apreciar la “Serie del Brebaje Sagrado, un grupo de seis piezas escultóricas de formato mediano en acero, bronce y piedra.

Asimismo, figuran obras de formato grande de la colección “La Dimensión del Vacío”. Finalmente y a manera de bitácora de viaje el artista mostrará las maquetas y dibujos de las obras que componen la muestra. Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó al popular artista.


-Carlos, después de 10 años inauguras en la ciudad del Cusco dos muestras. Antes de entrar a charlar sobre cada una de ellas cuéntanos sobre esta necesidad de tomar estos escenarios tras una década de trabajo.

-Mostrar mi obra responde a un hecho inherente a la práctica del arte. Se debe cerrar el círculo del proceso creativo compartiendo la obra con el mundo y de ese modo ustedes pasan a tener la pertenencia de mi obra.

-En la muestra “Los Profetas Paganos” presentas una colección de tótems y máscaras  talladas en madera policromada con aplicaciones de metales. ¿Qué deseas revelar con estas piezas, con esta exhibición?

-Las maderas talladas y policromadas me muestran un camino ágil en la composición y son el resultado de la expresión y la espontaneidad. Asimismo, estas piezas muestran mi vínculo con el color y el ejercicio pictórico. Me gusta trabajar temáticas en paralelo.


-Estas piezas reúnen un trabajo de más de 25 años y recrean temáticas vinculadas a lo mitológico y lo andino. Podrías explicarnos todo este proceso creativo durante este periodo.

-Uso el formato de la máscara como un pretexto para entrar en estado de creación libre donde puedo hacer incrustaciones, ensamblajes... Es como jugar a la diversión y al rigor de manera paralela. Las reglas del juego son inventar y desordenar hasta encontrar el lenguaje natural que contiene cada elemento. Siempre hay un buen lugar para el error. Lo mitológico viene solo y no siempre está invitado al juego, sin embargo cuando llega y abraza es bienvenido.

-De otro lado la muestra “Materia Tiempo Espacio”, que abre en el museo Qoricancha reúne cuatro piezas creadas en acero. Si bien tienes trabajos en madera y otros elementos, el acero es un elemento vital en tus esculturas. ¿Por qué?

-Cada materia contiene un espíritu y un lenguaje. Cada elemento nos ofrece sus posibilidades y sus imposiciones.  La oportunidad que brindan la constancia y la experiencia es la de aprender a dialogar con respeto pero con solvencia con cada materia. Es de ese modo que mi lenguaje creativo se nutre con eclecticismo y se reinventa para mantener frescura expresiva, la academia lo nombra como tecnología de los materiales, para mí es amor.

-En general, ¿cuál es el vínculo que estableces con todos estos elementos con los cuales desarrollas tus esculturas?

-Es una relación de fuego y plasticidad. Es un vínculo que me permite viajar en espacio y tiempo. Materializar y contener el vacío. Buena parte de la problemática de la escultura se trata de llevar al extremo la búsqueda de la antimateria.


-La “Serie del Brebaje Sagrado” reúne seis piezas que manifiestan cuatro estadios de tu experimentación con las raíces sagradas de la selva… 

-Esta serie no pretende ser una reflexión antropológica o algo por el estilo. Es la materialización del rigor ascendente de un trance personal y sus estadios. Mi propósito fue la cura. Estas experiencias no me interesan como viajes en busca de visiones.

-Me contabas que la dimensión de estas dos muestras representan para ti un reencuentro, un retorno al origen con trabajos de los últimos cinco años.  ¿Qué implica para ti esta visibilización de tus obras en la ciudad del Cusco?

- Como no presentar en el Cusco este resultado de algunos años de fiebre y trabajo. Estaba en retiro voluntario. Estaba cocinando con amor, así que ahí tienen hermanos.
Estas muestras son un grito, algunos lo oirán y otros se taparan los oídos y hasta los ojos,  pero al final todos terminarán escuchando.

-¿Cómo mantener una estética artística personal, original, sin caer en los discursos cliché?

-Disculpa, sigamos hablando de profundidades porque los clichés suenan como chicles y el plástico me molesta…