Director de la destacada puesta en escena Casa de perros, pieza que reflexiona sobre la Reforma Agraria nos ofrece algunos alcances sobre este periodo de nuestra historia.
Durante el gobierno de Velasco Alvarado, millones de
hectáreas fueron expropiadas para el Estado con el fin de ser distribuidas
entre cooperativas y sociedades agrícolas. La denominada “Reforma Agraria”
ocasionó un cambio radical en muchos pueblos del interior del país, entre
ellos, Oyotún, un distrito de la provincia de Chiclayo. En este contexto se
desarrolla Casa de perros, puesta en
escena escrita por Juan Osorio, dirigida por Jorge Villanueva y musicalizada por Benjamín Bonilla.
En la obra, este pueblo no solo afrontará este evento histórico,
sino, además, la llegada de Juan, personaje que regresa luego de un año y que
alterará la tranquilidad de los vecinos. Mientras que el distrito celebra el
primer aniversario de la expropiación de la hacienda, el muchacho reaparece
para participar de la misa por la muerte de su hermano mayor, lo que abrirá
algunas heridas del pasado.
La frágil estabilidad corre riesgos luego de que
intentara descubrir la razón por la que su familia muestre poco interés en el
difunto. “Somos hijos de un vientre deformado, pero estamos vivos. Hace un año
recibimos, a cambio de ese dolor, esta tierra, como si fuera un premio… Yo no
la quiero así… La tierra se gana, pero también se cría y se ama…”, menciona
Juan durante la obra, sentando un precedente de cómo percibir o entender la
Reforma Agraria.
Casa de perros cuenta con las destacadas actuaciones de
Stephanie Orúe, Daniel Cano, Ismael Contreras, Irene Eyzaguirre, Muki Sabogal,
Carlos Acosta, Alejandra Campos, Katiuska Valencia, Sebastián Ramos, Rolando
Reaño, Jorge Armas, Alfredo Carreño, Beatriz Ureta, Julio Lázaro, Mario Ballón
y Benjamín Bonilla.
Al respecto Lima en Escena charló con el director Jorge
Villanueva.
-Jorge, después de ver la obra y apelando a tu persona más allá de tu papel
como director de la obra. ¿La Reforma Agraria fue una utopía?
-La Reforma Agraria es un proceso que aún no está cerrado .
En su momento, en los setentas, se trató de una iniciativa importante que
surgió como una manera de contrarrestar todo este autoritarismo impuesto por
los propietarios de las haciendas durante este periodo de nuestra historia. Sin
embargo, el proceso fue equivoco. Los trabajadores que pasaron a ser
propietarios de estas tierras no contaron con las herramientas necesarias para asumir
y enfrentar el cambio. Se despidieron a los técnicos, a los expertos en
agricultura, y el proceso de transición de la expropiación -más allá del
cambio- fue un desmantelamiento. A los agricultores les entregaron las haciendas
sin las herramientas necesarias para su explotación. No contar con una base
para poder trabajar las tierras propició una serie de complicaciones y
conflictos.
-Justamente estos conflictos entre los trabajadores se traslucen en la obra
de manera soberbia. La corrupción, la coyuntura política, los conflictos sociales…
-¡Claro! La corrupción es un tema latente en la obra. A lo
largo del desarrollo del montaje podemos observar que cada grupo de
trabajadores jala agua para sus molinos. En los 80 y los 90 el Perú atravesó
por un tiempo traumático a propósito del conflicto interno armado y todos estos
hechos opacaron el periodo de Velasco y todo lo concerniente a la Reforma Agraria. Estos nudos se han configurado para dar como resultado la clase
política actual. No es gratuito que nuestro país adolezca de todo este tema de
corrupción.
-La obra reflexiona sobre la corrupción pero también explora asuntos como la
homofobia, la violencia doméstica, la misoginia, temas absolutamente vigentes.
-Exacto. La homofobia, la violencia doméstica, la
misoginia, el racismo, el poder son problemáticas heredadas y absolutamente vigentes.
Para nosotros es fundamental hablar de todo estos conflictos sociales. Stephanie
Orúe, por ejemplo, interpreta a una mujer en donde el poder doméstico ejercido
sobre ella es un asunto que lo observas en la actualidad y a la vuelta de la
esquina. Así como este personaje son miles las mujeres víctimas de violencia
doméstica. Ellas sufren una serie de abusos y atropellos psicológicos…
-A propósito que tocas este tema de la violencia de género. ¿Cómo observas
todos estos atropellos a las mujeres en el país?
-Los abusos a las mujeres ahora se visibilizan más y las
víctimas pueden denunciar a sus agresores. Sin embargo falta mucho por trabajar.
-Hay una escena que me pareció cruda pero al mismo tiempo significativa por
confrontarnos con el hecho. Uno de los personajes increpa en tono de burla a un
ex militar y lo tilda de maricón. Lo ridiculiza en medio de un grupo de
personas de la cooperativa.
-Si bien la homofobia es un fenómeno social menos crudo del
registrado en periodos pasados sigue latente y nos queda muchas tareas por
resolver al respecto. En los centros de trabajo, en las instituciones
académicas, siempre nos reprenderán si tenemos a un hijo o algún otro familiar
de otra opción sexual. Aún no somos una sociedad equitativa, abierta y plural.
-La obra nos interpela pero al mismo tiempo nos reconcilia.
-Por medio de la obra te puedes dar cuenta que las cosas
no han cambiado mucho. Sin embargo tenemos la posibilidad de remendar. La magia
del teatro nos permite zurcir, recomponer. Todos estos puntos lo trabajamos con
el autor. Al final hicimos una vuelta de tuerca. Desde el teatro tenemos que
reivindicar y visibilizar algunas otras
posibilidades. Si no te reconcilias con el pasado no puedes vivir solo con la
idea de progreso. Esta idea que nos venden del progreso, de ser emprendedor,
suena bonito pero qué hay detrás. Si el Perú no está curado, sanado, revisado,
seguiremos con este modelo capitalista consumista y alejado de nuestra historia
y memoria.
-Finalmente. ¿Cuáles fueron los puntos positivos del gobierno de Velasco?
-Que difícil pregunta. Era apenas un niño cuando Velasco
gobernó el país y justo fue en el final de este periodo. Investigué sobre el tema.
Hablé con el autor sobre la obra. Las cosas no son o blanco o negro. Uno
escucha tesis polarizadas. Unos dicen que fue lo mejor. Otros señalan que fue
lo peor. Fue un proceso complejo dentro de nuestra historia. Lo observo así. En
ese entonces, en el país había una serie de abusos y atropellos en las
haciendas. Era la ley del patrón. Era salvaje. Una vida de terratenientes
terrible. Algo se tenía que hacer para parar estos abusos. Velasco solo tomo la
iniciativa. Bien o mal pero lo hizo.
Casa de perros
Auditorio ICPNA - Miraflores
Temporada: hasta el 12 de noviembre 2017
Funciones: de jueves a lunes a las 8 pm.
Entradas: general S/50; Jubilados S/35; Estudiantes S/30
Venta de entrada: Teleticket y boletería del Teatro