El tema de la maternidad sus conflictos y miedos, en una puesta en escena obligada
¡Reestreno!
y ¡Para no perderla! Los amantes del teatro estamos que saltamos en un pie… ¿Por
qué? Simple, desde este jueves entra a su cuarta temporada Criadero, una de las
obras de teatro más importantes de estos dos últimos años, escrita y dirigida
por Mariana de Althaus, y un elenco de lujo a cargo de Alejandra Guerra, Lita
Baluarte y Sandra Requena. Danza, teatro y performance a través de "Criadero.
Instrucciones para (No) crecer", en el MALI por sólo 16 funciones. Precisamente
para hablar al respecto Lima en Escena fue en busca de su directora y autora.
Allí va.
-Por su temática, definitivamente Criadero es una puesta en escena no convencional, no clásica…
-Más que la temática, lo no convencional de Criadero es el formato testimonial.
-En esta puesta en escena De Althaus decidió arriesgar y apostar por lo más crudo y/o real: la vida cotidiana de tres madres.-Sí, no hay personajes ni representación de una ficción que inventa la dramaturga, sino narración en primera persona o representación de los testimonios reales de las tres actrices. Vi que los padres y los hijos estaban muy referidos o narrados en la literatura y en el teatro universal, pero a las madres y sobre todo a las hijas no las habíamos escuchado mucho, todavía, así que les pedí que lo dijeran todo.
-¿Es “complicado” recrear en escena el universo femenino desde una óptica diferente a las grandes “mayorías”?
-Sí porque las actrices se pusieron en una situación de alta vulnerabilidad, al tener que hablar sin intermediación de ningún personaje, como ellas mismas, de sus madres, de su propia maternidad, y eso generó un proceso de creación bastante delicado y plagado de conflictos y miedos, que mi asistenta Nadine Vallejo y yo tuvimos que contener.
-En el desarrollo de las diversas disciplinas artísticas, el teatro, uno de ellos, ¿es necesario ir paralelamente a este “falsete” universo marcado por los talk shows y los realitys?
-Los realitys son construcciones de la realidad destinadas a vender, son productos de consumo masivo. Sin embargo, no se puede negar que muchas manifestaciones artísticas se están contagiando de esta aparente necesidad del público de acercarse a la “verdad” y huir del artificio, de la ficción, de la construcción que predominó siempre, por ejemplo, en las artes plásticas y en el teatro. Cada vez vemos más instalaciones, fotografía, que arte figurativo, por ejemplo, aunque también es cierto que todo es cíclico y en cualquier momento se pone de moda de nuevo los cuadros abstractos. El teatro tradicional hace décadas que convive con la performance y no parece dar signos de retroceso, pero hay cada vez más interés por el teatro testimonial o documental.
-Charlando con algunos amigos hombres no “machos”, menos “machistas”, más de uno me comentó que no había entendido Criadero, ¿será porqué la complejidad de la mujer es mayor que la del hombre?
¡Por supuesto!(risas) Fuera de bromas, no había mucho que entender en Criadero. Pero puede ser que sea una obra con una sensibilidad particular que no necesariamente conecta con la sensibilidad de todo el mundo. Pasa lo mismo con cualquier obra, creo.
-Aún cuando Criadero es la historia elaborada en base al testimonio de sus tres protagonistas, es una puesta en escena hilarante, ¿no?
Las tres actrices aportaron su propio humor, y yo me esforcé por sacarle el jugo a todos los chispazos de humor que ellas soltaron durante el proceso, porque tenía claro que esta historia, sin humor, podría haber sido insoportable.
CRIADERO
4ta temporada.
Desde el
23 de noviembre, sólo 16 funciones. De viernes a lunes, MALI.
Entradas
en Teleticket.