¡Película peruana en competencia! El director trujillano Omar Forero ya se encuentra en Lima. Como se sabe, su película “Chicama”, es una de las cuatro cintas nacionales que participan en la Competencia de Ficción del 16 Festival de Cine de Lima.
Este film, es el tercer largometraje del joven cineasta norteño después de “Los actores” (2008) y “El ordenador” (2012), esta última considerada la mejor cinta peruana de la segunda edición del Festival de Cine Lima Independiente.
"Chicama", cuenta la historia de César quien sueña con vivir en la costa, en la ciudad de Trujillo, pero la falta de plazas de trabajo en esa ciudad lo llevan a desarrollar su carrera de profesor en un bucólico pueblo andino donde sin darse cuenta se enamora de sus pequeños alumnos, y de su cautivadora colega. Precisamente sobre "Chicama" charlamos con Omar Forero.
-Chicama, su nueva película forma parte de la Competencia de Ficción del 16 Festival de Cine de Lima...
-Formar parte de la lista de películas que están en competencia en la sección oficial nos tiene contentos. De otro lado, cuando participo en eventos como éste no acostumbro a formarme ningún tipo de ideas ni expectativas porque considero que estos certámenes dependen mucho del “azar”.
-Su propuesta cinematográfica rompe todos los esquemas de lo clásico, de lo tradicional; de los melodramas, de lo fantástico, ¿lo suyo va más por el cine alternativo?
- Mi cine no va en la línea de la cinematografía estándar, ¡no! Mi propuesta es más distendida, más personal, que se detiene en contar cómo transcurre el tiempo, la vida cotidiana en mi ciudad de origen. Mis historias no apelan al clásico guión con una estructura; ajustes y golpes de guión que trabajan al sentimiento ¡No me gusta poner muchos dramas en mis películas!
-Su cine no es sinónimo de grandes presupuestos, de tecnología de punta, recién con Chicama logra obtener financiamiento…
-Mi cine es de cero presupuesto o “bajo presupuesto”, es un cine alternativo, independiente, y como lo dice, recién con Chicama logramos obtener un premio que nos permitió el financiamiento y la ejecución de la cinta.
-Chicama es su tercer largometraje y viene después de Los actores y El Ordenador, ¿cómo cambió su manera y visión de hacer cine en esta última cinta?
-No creo que mi manera de hacer cine haya cambiado con Chicama. Cada una de mis películas tiene un proceso distinto y la personalidad de una no supera a la otra porque las circunstancias en las que fueron trabajadas son totalmente distintas.
-¿Qué busca su propuesta cinematográfica?
-Contar historias de la realidad que me rodea, que me toca. Mi película Los actores, por ejemplo, fue el resultado de un taller que hice con estudiantes de actuación. En esta historia quise volcar la experiencia de los chicos durante este proceso y en base a las vivencias de ellos hice el guión.
-En Chicama, el tema de la inmigración es el plato de fondo...
- La inmigración unida a la educación. Después de hacer algunas investigaciones, nació la historia de un profesor de primaria cuyo dilema es migrar a la costa y trabajar como obrero, o ejercer su profesión en un pueblito perdido en los Andes, mucho más lejano que su ciudad natal. El opta por lo segundo sin abandonar totalmente su sueño de migrar a la costa. Ese es el conflicto de la historia: es el punto de partida de la película.
-¿La película también hace una reflexión sobre la identidad?
-¡Claro! El tema de identidad es fundamental en Chicama. El choque entre la sierra y la costa, la idea que las personas de provincias tienen de la costa de alguna manera nos confronta y obviamente se pone en juego la identidad.
-¿Qué lo lleva a escribir Chicama?
-El deseo de trabajar una historia sobre la juventud de nuestra ciudad. Hablar de lo serrano. Por este deseo hicimos varios viajes por la sierra norte, siguiendo el camino de la migración: la cuenca del río Chicama. Allí tuvimos contacto con los jóvenes y su vida cotidiana, sus preocupaciones y los mitos que manejan sobre la vida en la costa.
-La cinematografía regional esta en una buena etapa productiva, ¿qué piensa al respecto?
-Soy un director de Trujillo, mi base está en el norte del país y mi cine refleja hechos de mi ciudad. Tengo bien clara la idea del cine regional, su aporte, su importancia en todo este proceso de producción de la cinematografía peruana. Pienso que hay que tomarla en cuenta, apoyarla, promoverla en igual de condición como se apoya el cine que se hace en Lima. En medida que crece la productividad cinematográfica regional, crece también la calidad de las mismas.
-¿Cómo nace su interés por el cine?
-¡Desde pequeño! Recuerdo mucho que me agradaba ver las películas de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y de Perú, las cintas de Francisco Lombardi han sido mis referentes.