A golpe de
guitarra y cajón evocamos a nuestra genial compositora través de un puñado de
sus interpretaciones
¡Compositora
y trovadora sin igual! Mujer de fina estampa, compositora como ninguna e intérprete
original. La admirable señora Chabuca Granda es una de nuestras más grandes
cantautoras de lo que universalmente podríamos llamar la música popular peruana
y latinoamericana. Las hermosas composiciones de nuestra genial artista, traspasaron
fronteras y fueron interpretadas y traducidas con “alma, corazón y vida”, por
un sin número de artistas a nivel mundial. Imposible no admirar la poética de las
notas de “La Flor de la Canela”, “Zeñó Manué”, “Fina Estampa”, “Gallo Camarón”
o “José Antonio”, “El Surco”, composiciones que describen nuestro muy rico
patrimonio artístico y cultural.
Con esa
genialidad que le caracterizaba en su papel de poeta y compositora Chabuca
Granda le cantó a los caballos de paso,
las peleas de gallos y de toros; El río, el puente y la alameda y paramos de
contar para dar paso a las letras de algunas de sus grandes composiciones e interpretaciones
en compañía del gran guitarrista Álvaro Lagos y en el cajón el inconfundible y emblemático
Caitro Soto. Allí va.
El Surco
Dentro de
un surco abierto vi germinar
Un lucero
de infinita soledad
Y con una
canasta le vi regar
Con agua
de un arroyo de oscuridad
Ah,
malhaya, la siembra se echó a perder
Y el agua
del arroyo se echó a correr
Al lucero
le gusta la libertad
Y al agua
del arroyo la claridad
No dio
fruto el lucero, se fue a alumbrar
Y el agua
del arroyo le fue a cuidar.
En una
hora triste quise cantar
Y dentro
de mi canto quise gritar
Y dentro
de mi grito quise llorar
Pero tan
sólo canto para callar
Ah,
malhaya la hora en que fui a cantar
Ah,
malhaya la hora en que fui a gritar
Si
gritando se llora para callar
Y mi vaso
sediento no llega al mar
Ah,
malhaya la hora en que fui a cantar
Ah, malhaya
la hora en que fui a gritar
Y así se
fue el lucero a su libertad;
Y así se
fue el arroyo a su claridad.
No me
llegó la hora de clarinar.
La Flor de
la Canela
Déjame que
te cuente, limeña
déjame que
te diga la gloria
del
ensueño que evoca la memoria
del viejo
puente, del río y la alameda
déjame que
te cuente, limeña
ahora que
aún perfuma el recuerdo
ahora que
aún mece en su sueño
el viejo
puente del río y la alameda
Jazmines
en el pelo y rosas en la cara
airosa
caminaba la flor de la canela
derramaba
lisura y a su paso dejaba
aroma de
mixtura que en el pecho llevaba
Del puente
a la alameda
mundo pie
la lleva
por la
vereda que se estremece
al ritmo
de sus caderas
recogía la
risa de la brisa del río
y al
viento la lanzaba
del puente
a la alameda
Déjame que
te cuente, limeña ¡ay!
deja que
te diga morena mi pensamiento
a ver si
así despiertas del sueño
del sueño
que entretiene, morena,
tus
sentimientos
Aspiras de
la lisura
que da la
flor de canela
adornada
con jazmines
matizando
tu hermosura
Alfombras
de nuevo el puente
y
engalanas la alameda
el río
acompasara tu paso por la vereda
Jazmines
en el pelo...
Del puente
a la alameda...
El Puente
de los Suspiros
Puentecito
escondido
entre
follajes y entre añoranzas,
puentecito
tendido
sobre la herida
de una quebrada.
Retoñan
pensamientos tus maderos,
se aferra
el corazón a tus balaustres.
Puentecito
dormido
y entre el
murmullo de la querencia,
abrazado a
recuerdos,
barrancos
y escalinatas.
Puente de
los Suspiros,
quiero que
guardes,
en tu
grato silencio,
mi
confidencia.
Es mi
puente un poeta que me espera,
con su
quieta madera, cada tarde,
y suspira
y suspiro,
me recibe
y le dejo,
solo sobre
su herida, su quebrada,
y las
viejas consejas van contando
de la
injusta distancia de la amante,
sus
arrestos vencidos,
vencidos
por los ficus,
de
enterradas raíces, en su amada.
Fina
estampa
Una
veredita alegre
con luz de
luna o de sol
tendida
como una cinta
con sus
lados de arrebol
arrebol de
los geranios
y sonrisas
con rubor
arrebol de
los claveles
y las
mejillas en flor
Perfumada
de magnolia
rociada de
mañanita
la
veredita sonríe
cuando tu
piel acaricia
Y la
cuculi se ríe
y la
ventana se agita
cuando por
esa vereda
tu fina
estampa paseas
Fina
estampa, caballero
caballero
de fina estampa
un lucero
que sonriera
bajo un
sombrero
no
sonriere más hermoso
ni más
luciera, caballero
y en tu
andaranda reluce
la acerada
andarandal
Te lleva
por los aguajes
y a los
patios encantado
te lleva
por las plazuelas
y a los
amores soñados
Veredita
que se arrulla
con
tafetanes bordados
tacón de
chafín de seda
y justes
almidonados
Es un
caminito alegre
con luz de
luna o de sol
que he de
recorrer cantando
por si te
puedo alcanzar
fina
estampa caballero
quien te
pudiera guardar
Fina
estampa...