viernes, 2 de noviembre de 2012

¿Sabes quién viene? (Crítica)



 Roman Polanski debe ser hasta hoy uno de los más  importantes directores en actividad 


Escribe: Raúl Lizarzaburu.- Por su trayectoria, Roman Polanski debe ser hasta hoy uno de los más importantes directores en actividad. Fue premiado en Berlín por su anterior filme, el excelente thriller El escritor oculto, hecho en Inglaterra y quizá el de mayor tinte político en su carrera. Pero el siguiente, Carnage (2011), estrenado en Lima con el título ¿Sabes quién viene?, es un trabajo menor del casi octogenario cineasta polaco-francés.



El guión es coescrito por Polanski y la dramaturga francesa Yasmina Reza, basado en la obra teatral de esta última. Pese a haberse filmado en París, la acción se ubica en Nueva York, primero en un parque donde ocurre una gresca entre niños, y luego casi íntegramente en un departamento hasta llegar al epílogo en sus apenas 80 minutos de metraje. El departamento en cuestión es la vivienda de los esposos Michael y Penelope (John C. Reilly-Jodie Foster), padres del niño agredido, que reciben a Alan y Nancy (Christoph Waltz-Kate Winslet), padres del agresor.

  
Se supone que es una reunión cordial para dejar zanjado el asunto, y conforme transcurre el tiempo vamos conociendo a las dos parejas en apariencia disparejas, sobre todo la primera: él es un bonachón vendedor de instalaciones de baño, ella trabaja en una librería pero sus aspiraciones intelectuales y su preocupación por las etnias africanas la han llevado a escribir un libro sobre la matanza en Darfur, Sudán. Mientras el otro matrimonio lo conforman un inescrupuloso abogado que defiende a un laboratorio, cuyo blackberry suena a cada rato, y una analista financiera. La constante es que, cuando estos están por irse, un punto hace que retomen la discusión y vuelvan, pero los diálogos, el tono de voz y el whisky hacen que vaya aflorando la verdadera personalidad y la doble moral de cada uno de los cuatro hasta llegar a extremos inimaginables. Y ya bien avanzada la cinta se hace una explicación del título, Carnage.


Polanski ya había manejado una puesta en escena teatral en La muerte y la doncella, su adaptación de la obra del chileno Ariel Dorfman con solo tres actores. Pero más allá de comparar los resultados entre una y otra, aquel era un drama y aquí apuesta por el humor negro, con escenas de vómito (sobre un libro de Kandinsky, lo que genera un berrinche), celulares tirados al agua, tulipanes destrozados y diálogos como “tu amor por los negros de Sudán”. El problema es que, pese a su brevedad, este filme termina por agotar y es inevitable recordar Quién teme a Virginia Woolf, la obra de Edward Albee llevada al cine por Mike Nichols (es exagerada la comparación con El ángel exterminador de Buñuel que han hecho algunos). El reparto está bien, en especial un notable Waltz (tiene que ver, también, el cínico personaje que interpreta), y en menor medida la Foster que en la última media hora no puede evitar exagerar y apretar los dientes de un modo que no le queda.


El equipo técnico es de primera: diseño de producción de Dean Tavoularis, vestuario de Milena Canonero, música de Alexandre Desplat. Pero no basta. ¿Sabes quién viene? queda como un trabajo de interés, pero distante del mejor nivel del gran director de El bebé de Rosemary, Chinatown y El inquilino.