viernes, 11 de abril de 2014

Juan Pablo Bustamante: “Este 'Desierto' es tu espejo”





¿Ya fueron a ver Desierto? ¡Sí! “Desierto”, la puesta en escena escrita por el actor y dramaturgo Juan Pablo Bustamante, dirigida por los artistas plásticos Fiorella Franco y Gustavo Seclén, con la participación de los actores Telmo Arévalo, Abel Enríquez, y Laura Mata, que el colectivo La Integración de las Artes Escénica  (LIAE) viene presentando en El Galpón Espacio.

¿Sí?, ¿No? …Bueno, les informamos que esta interesante pieza teatral termina su temporada mañana sábado  y están a tiempo de disfrutarla. ¡Están todos invitados! Mientras tanto, les ofrecemos una entrevista con el autor de la obra. Una obra que posee un texto delicado y lleno de imágenes poéticas.



-“Desierto”, ¿habla del hombre y su cotidiano…?

-“Desierto”, no narra una historia, es un reflejo de la historia del hombre, razón por la cual el personaje principal es precisamente el Hombre. Desde que nace, éste ser lucha  constantemente contra el mundo que viene a enfrentársele. Es el transcurrir de la vida. El “Desierto” –un lugar árido, sin esperanza, donde puedes fácilmente morir incinerado- nace con la existencia del hombre. Es un reflejo de su pensamiento y su manera de convivir.

-¿Cómo surge esta batalla?

-Este texto nace como un espejo para decir “este eres tú, este que puede darse cuenta de lo que ocurre pero decide no hacer nada eres tú”. No diré que es un intento de cambiar el pensamiento de las personas porque eso es imposible y nunca fue mi intención. Tampoco es una burla porque no creo que estos personajes sean imitaciones ni caricaturas en un sentido estricto. En todo caso, es una falta de respeto porque muchas veces decir la verdad, es equivalente a faltar el respeto. Nunca pude comprobarlo, pero me dijeron que en la primera función había una señora escandalizada y, bueno, qué bien, en ella funcionó.

Seguramente esa señora se molestará y renegará porque se sintió ofendida en sus creencias y, si se siente ofendida, es porque sabe que lo que digo tiene mucho de verdad. La ofensa no existiría si lo que dijera no tuviera, al menos, algo de cierto. Al final mi intención es reflejar el mundo que he visto. El lector o espectador ya verá con qué se va. Esta batalla es de ese lector o espectador. Este “Desierto” es su espejo.

- Desierto la componen poemas dramáticos para cuatro actores…

-Es un poemario escrito en forma de texto dramático llevado a escena. Nació para ser publicado y ahora montarlo en escena es un afortunado accidente. Decidí plantear los monólogos y diálogos en poesía básicamente por intuición. Tras meditar los temas de los que quería hablar, me sentí más cómodo en la poesía, con el juego del lenguaje, de las metáforas, del ambiente que genera. Deseaba que mis personajes vivan poesía. No la finjan como los declamadores. No la escondan en el papel como la mayoría de poetas. ¡Que  la vivan, que la sientan, que la boten y la dejen libre!

-¿Cuáles fueron los referentes poéticos que tomó en cuenta para elaborar esta historia?

- Tuve por mucho tiempo “Función velorio” de Aldo Miyashiro en la cabeza, el libro de “Desierto” tiene un epígrafe de la obra; el otro es de la canción “Agua” de Cuchillazo. Mi primera lectura de “El lobo estepario” de Herman Hesse, mi primer acercamiento a Pasolini. Este texto es de mi época en la que no leía mucha poesía, leía más narrativa, veía más cine y estaba volviendo a ir al teatro después de años.

-El personaje se enfrentará a distintos tipos de seres/personas/cosas/ideas. ¿Por qué lleva al personaje al desierto?

-Porque no queda de otra. Quizá soy un poco extremo, hiriente, pero todo lo que digo en “Desierto” era mi visión del mundo a los veintiún años, cuando escribí la obra. En esta etapa de mi vida, esa visión no ha cambiado tanto, pero entiendo más el porqué de lo que ocurre ahora con mi entorno y porque sobrellevar todo eso para poder sobrevivir.
Está bien darse cuenta de la podredumbre en la que uno vive, pero, lamentablemente, es el mundo que tenemos. De nosotros depende que el mundo que venga no esté tan podrido. Nos queda dos opciones: saber lo que ocurre e intentar hacer algo desde nuestro lugar o saber lo que ocurre y dejar que siga ocurriendo. El Hombre se queda en el “Desierto”, se da cuenta que nadie puede escapar, que hay que vivir ahí queramos o no. Pero seguirá siempre diciendo lo que ve. Quizá uno de estos días, alguna persona también se dé cuenta que hay que hacer algo y él ya no esté tan solo.




-¿Cuál es el objetivo de Desierto?

-Que todos tenemos una misión en la vida. Nadie nos la ha dado, nosotros podemos elegirla. “Desierto” nos dice: este es el mundo en el que vives, ya lo sabes, ya te diste cuenta, ya no puedes ocultarlo, ahora decide qué hacer y hazlo, por favor, hazlo, no te quedes sentado. Siempre me pareció una gran tontería las ganas de querer mejorar el mundo. Eso no se puede. Lo que sí puedes hacer es mejorar tú, crecer tú. Sí esto ocurre, todo a tu alrededor crecerá irremediablemente. Si decides hacer algo contigo, por ti, para ti, no es egoísmo, es ser consecuente. No puedes salvar a nadie si no te salvas tú. “Desierto” no viene a decirnos “el mundo está mal, hay que cambiarlo”. Para nada. Nos dice “date cuenta, sálvate y luego salva”.

-¿Dramaturgia y poesía van de la mano?

-Podría remitirme a los textos antiguos, al teatro escrito en verso, pero no lo creo necesario. No creo en los géneros puros. Menos en un momento como el que vivimos donde la fusión siempre está presente. Todos los géneros literarios van de la mano, todas las manifestaciones artísticas van de la mano. En lo que respecta a “Desierto”, en el texto escrito se fusionan dramaturgia y poesía (que son de los géneros más antiguos y más reconocidos en la Historia, desde Grecia), pero el montaje final no sería posible sin la participación de la música mezclada en vivo en cada función y de las artes plásticas.



“Desierto”
Temporada: Hasta el 12 de abril
El Galpón Espacio
Cipriano Dulanto 949 –Pueblo Libre.
Hora: 8:00 p.m.
Boletería: S/. 25 y S/. 15 Estudiantes