Destacada actriz y clown estrena mañana “El sótano encantado”
Hace seis años Fabiola Coloma trabajaba en una sólida empresa ejerciendo su
carrera de economista. Desde pequeña fue una alumna destacada, aplicada y
responsable. De joven se graduó en la Universidad del Pacífico en la carrera de
Economía, especialidad que la llevó a laborar en una compañía en Chile. Tenía
su vida organizada. Un buen día dijo ¡basta ya! y decidió darle rienda suelta a
otra actividad que secretamente guardaba desde su infancia: la actuación.
Primero se dedicó a estudiar clown, después impro y actuación. Involucrarse
en el terreno de las artes escénicas le cambió la vida. Así vino una obra de
clown, otra de impro, y finalmente la actuación. Este 2015 ha participado en la
pieza de impro "Barbaridad y ½ de Mujeres", posteriormente en la obra “Cómo castigo por mis pecados”. Este sábado 13
en la Alianza Francesa de Miraflores estrena “El sótano encantado”. Para charlar sobre este y otros temas Lima en Escena fue en su busca.
-Fabiola además de hacer clown,
impro, danza, actúas. ¿Cómo nace tu vena artística?
-Mi lado artístico lo tuve escondido. Era una persona tímida. En mi cuarto
actuaba a escondidas y ganaba todos los premios. Nunca estudié actuación, soy
economista de profesión…
-¿Economista?
-¡Sí! Soy economista de la Universidad del Pacífico. Ejercí la carrera cual
persona cuadriculada que sigue la ruta del capitalismo. Trabajé para una sólida
empresa y tenía todo organizado. Mi vida estaba planificada y organizada.
-¿Te gustó esta etapa en donde la especialidad
de economía era tu día a día?
-En realidad no mucho. El proceso de asumir la carrera tuvo sus altos y sus
bajos. En medio de todo este periodo quise estudiar en Patacláun, seguir la
especialidad de modas y no podía.
-¿Por qué?
-Porque la Universidad del Pacífico, es una casa de estudios exigente. No
tenía tiempo para ir o seguir otros cursos. Vivía estudiando. Luego de acabar
la carrera me contrataron para trabajar en Chile. A mi regreso dije ¡basta ya!…
-¿Qué pasó después?
-Una amiga me sugirió estudiar clown, una especialidad que me llamaba mucho
la atención. Un verano decidí seguir el taller y cuando me enteré del costo me
pareció demasiado elevado. Me quedé literalmente espantada y no deseaba gastar
el dinero en “trivialidades”… así de cuadrada era, así pensaba en aquel
entonces.
-Finalmente, ¿llevaste el taller
de clown?
-Por supuesto. El primer día de clase con Fernando Castro fue hermoso. Me
encontré. Me sentí feliz. Fue una experiencia mágica. Durante el cierre del
curso lloré explicando el significado de esta experiencia. Para colmo pasé al
siguiente nivel. De los treinta participantes pasamos siete… ¿Te imaginas?
-¿De qué año hablamos?
-Del 2009. Entrené, me preparé todo ese año y el 2010 estrené en el teatro
Julieta “A dónde van los globos” con el grupo del Taller. Nos fue bien.
-¿Es durante esta experiencia que decides
prepararte de manera profesional en la disciplina del clown?
-Después del estreno me pregunté qué hago. Tomé una semana de vacaciones. Indagué
y consulté a una serie de personas que se dedican a esta disciplina artística.
Fer me propuso administrar Patapoint el cual no lo llegué ni a abrir. Me sentí
una cachimba. Me puse a estudiar teatro con Bruno Odar. Hice otra obra de
clown. Decidí estudiar a profundidad la especialidad de clown e invertí todos
mis ahorros de tres años de trabajo.
-Elegiste una especialidad que te
hace feliz, ¿no?
-Totalmente pero se acabó mi dinero. Asumir esta nueva especialidad no fue
así de fácil como se piensa. Tuve que ir a terapia. Pasar de una vida
cuadriculada a una disciplina artística absolutamente distinta, fue duro.
-¿Cómo hiciste para resolver la
parte económica?
-Empecé a trabajar en una serie de espectáculos. Poco a poco empecé a
realizar trabajos en eventos. Fue una etapa difícil pero ahora estoy más
tranquila. Este 2015 ha sido muy agitado. Hasta el momento tengo mucho trabajo.
Hace poco estuve en la temporada de Barbaridad
y ½ de Mujeres, posteriormente en “Cómo
castigo por mis pecados” y en breve estreno “El sótano encantado”.
-“Cómo castigo por mis pecados”
fue una de las obras más originales que hemos tenido en la cartelera teatral
este 2015. ¿Es la primera obra en la que actúas?
-Si te refieres a una actuación con texto sí…
-¿Qué tal la experiencia?
-A mí me gustó mucho. Además de la actuación hubo mucho movimiento incluso
canté una canción que forma parte de la historia.
-
Barbaridad y ½ de Mujeres fue un
espectáculo de impro que acaparó el interés del público por el manejo del
divertimento…
-Sí, además es un espectáculo de improvisación teatral en donde no hay
textos. Es una pieza divertida. Cinco mujeres diciendo lo primero que se le
viene a la mente en el escenario. Esperamos volver a la mitad del año.
-En “El sótano encantado” la obra que
estrenas asumes el desafió de interpretar dos papeles...
-En esta obra familiar trabajo dos papeles:
Aurora y Gertrudis. Los 65 minutos de la obra asumo el papel Aurora jugando a
ser Gertrudis, la abuela que se encuentra con unos personajes que la quieren
engañar. Una historia bonita que al final reflexiona sobre la muerte. Nos
pareció importante cerrar con un cuento acerca de este tema para que los
pequeños también piensen sobre este ciclo de vida, no desde una visión
fatalista sino esperanzadora.
-¿La impro o el Clown son soportes
para asumir la actuación?
-Las tres disciplinas se complementan. Para asumir cada una de ellas o las
tres de manera simultánea es necesario tener disciplina. Usualmente me he
desarrollado en el clown, en la impro, la danza, y recientemente en la actuación.
Todos los espectáculos y los personajes son producto de creaciones colectivas.
Es importante la creación y construcción del personaje. Todo parte del
personaje. Cuando me dan un texto sobre el personaje a interpretar inmediatamente
observo mucho de mí en el mismo.
- Sabemos que toda especialidad se
maneja con disciplina. ¿Cómo parte la tuya?
-Te cuento algo gracioso. El tema de la disciplina, en todo ámbito de cosas
la fui formando desde mi etapa de estudiante de economía. Soy “chancona” además
de organizada. La formación de economista me ayuda mucho a desarrollarme en la
carrera de las Artes Escénicas. En la economía se analiza mucho y cuando tengo
un texto o un personaje lo analizo naturalmente.
-El clown y la impro te permiten
cambiar de estado de ánimo. Pasas de la comedia al drama en tiempo récord…
-El drama me atrae mucho y la comedia es innata. Me gusta trabajar en obras
dramáticas también.
-¿Qué viene después de la
temporada de “El sótano encantado”?
-Hasta el momento no tengo nada excepto los intensivos de impro. Deseo
trabajar más lo de la impro. En enero iré a Canadá para estudiar con Sue
Morrison, una de las maestras de clown más importantes.
-¿Cómo observas el
desenvolvimiento del clown en nuestro país actualmente?
-Todavía falta mucho camino que recorrer. Hay muchos payasos pero pocas
puestas en escena de clown. Wendy Ramos hizo un excelente trabajo con el
espectáculo Cuerda. Todas las personas deberían ir a ver esta obra para que
tengan una idea clara de qué cosa es el verdadero trabajo de clown. Fiorella
Kollmann también es una clown extraordinaria. Igualmente estrenó una
interesante obra. Esperemos la reponga. Para crear un segmento de clown sostenido tenemos
que arriesgar con la puesta de espectáculos de manera frecuente.
-¿Seguirás en la actuación?
-Por supuesto. En el futuro deseo actuar con más frecuencia.
-¿Abandonaste la economía?
-Como oficio si como carrera no porque ahora la aplico en mi productora.
Involucro el arte y la empresa. Doy talleres sobre innovación asociado a la
impro.