viernes, 8 de julio de 2016

Andrea Cabel: “Lo que vivo, lo que experimento, es lo que siempre se impregna en mi poética”





Hace poco se presentó el poemario A dónde volver (Paroxismo, 2016), libro que propone una nueva lectura de la temprana obra de una autora que, según el recordado poeta Antonio Cisneros, es la más interesante de su generación





Hace unos días, la escritora Andrea Cabel presentó A dónde volver (Paroxismo, 2016), una selección personal de poemas que recoge textos de sus tres primeros libros: Las falsas actitudes del agua (2006), Uno rojo (2009) y Latitud de fuego (2011), así como algunos poemas inéditos. Al respecto Lima en Escena charló con la autora.




-Andrea, A donde volver, tu nuevo libro, abre con una significativa presentación del poeta Eduardo Chirinos. Podrías contarnos cómo se gestó este texto, esta participación…

-Eduardo siempre ha sido un cómplice de mis más ambiciosos proyectos. Cuando postulé a diversas universidades a Estados Unidos, él fue una de mis cartas de recomendación. Del mismo modo, siempre fue un agudo lector de mis poemas y de mis proyectos en general. Esta vez no fue la excepción y tuvo la gentileza de apoyar la idea de este nuevo libro y de lo nuevo que iba detrás de él. Su participación fue vital para terminar el libro, porque incluso el leyó una versión en la que faltaban algunos inéditos, leyó finalmente, luego del prólogo unos poemas que hice sobre la marcha, antes de entrar a imprenta, y  claro, no alteraban en nada sus comentarios…y su lectura para mí fue importante e iluminadora. Llego en el momento más urgente y necesario y junto con Oscar Málaga y una de las personas con las que más hable del libro.

-Sobre A donde volver, Chirinos advierte que estamos ante un poemario cuya lectura va más allá de lo lineal y nos abre a nuevas vasos comunicantes con respecto a tu poética. ¿Coincides con su punto de vista?

-Exactamente. Tiene toda la razón y esa es la forma como funciona mi forma de leer diversas poéticas y diversos acontecimientos cotidianos. Lo lineal puede ser útil y pertinente en diversos contextos, pero no creo que necesariamente en lo poético, o no por ejemplo en mi caso. No siempre el principio, el medio y el final deban leerse con cierta coherencia temporal lógica, creo que deberían leerse con otra coherencia, con una más emocional. Con el tiempo y la distancia uno puede percatarse que los versos pueden tener otro orden, otra cadencia, y que lo que sucedió al final, muchas veces, fue lo que encendió un comienzo y otro, y otro. No sé si me dejo entender. Este poemario plantea otra lectura de mis poemas y de la coherencia entre ellos. E invito a que los lectores se involucren en ello, en leerlos y en encontrarse en esta búsqueda también.

-En su presentación/interpretación, Eduardo además desnuda tu poética y nos permite observar una identificación con ella. ¿Consideras que la poética de Chirinos y la tuya se comunican entre sí? ¿Tienen puntos de coincidencia?
 
-Eduardo y yo tenemos puntos de coincidencia en diversos planos. En la crítica y en la poesía, por ello utilizo algunos de sus versos como epígrafes  de poemas y como comienzos de secciones enteras del libro. Una vez me dijo que le gustaban las imágenes que yo creaba, otra vez me dijo que se identificaba con la adolescencia de la que yo no acababa de salir, y que plasmaba en mis versos y de hecho realizó una muestra llamada Me gustas tú. Adolescentes en la poesía peruana. Y justamente me incluyó por eso. Entonces claro, nuestras poéticas se comunican entre sí pero más allá de eso, nos comunicamos –perdón por no poder hablar en pasado– como dos amigos, dos compañeros, dos adolescentes que quieren conocer el mundo.

-Eres de las autoras que no tienen problema en admitir que sus obras en gran medida y más allá de la ficción beben de su experiencia de vida…

-No tengo problema en admitirlo. Al contrario, creo que enriquece mi obra aceptar que produzco no solo desde lo que leo, investigo, sino desde lo que vivo, porque soy un ser sintiente (uno que siente) más allá de cualquier otra cosa. Y lo que vivo, lo que experimento, es lo que siempre se impregna en mi poética de una u otra manera. Las personas que conozco, los vínculos que establezco, lo que aprendo, lo que me permite la vida crecer, todo eso es sin duda invaluable, y creo que es natural que se cuele e influencie mi poesía. La poesía no tiene como deber necesario crear ficción. Tiene como deber, me parece, algo mucho más trascendente, mucho más intenso y real. La poesía vuelve lo cotidiano mágico, lo que vivimos lo transforma en un aprendizaje hermoso, en belleza. El dolor, la pérdida, todo esto que no sabemos decir de ninguna manera se convierte en belleza con la poesía. 


-Durante nuestra lectura identificamos claramente poemas dedicados a miembros de tu familia: el padre, por ejemplo, también a la hermana.

-Así es, ellos aparecen en la sección primera, en donde coloco los “Retratos”.  Es un momento en donde trato de objetivizar los rostros de quienes más me han impactado y dejó una huella de ellos en mi vida, o en mi obra, como queramos ponerlo. Mi hermana es la única que tiene un poema con su nombre, mi padre es un poema sin nombre, como una ausencia que brilla por ser ausencia justamente, silencio que invade por ser silencio. Tal como en la vida diaria, digamos. Lo mismo con mi madre, que no tiene un poema suyo propiamente, pero aparece en todos lados, invadiendo de otro modo. Y mi familia más cercana, siempre materna, que aparece en momentos llenos de claves cerradas. Mis abuelos, mis tíos, claro, todos son rostros que tienen algo que ofrecerme y algo que recojo y plasmo en mis textos.

-Las dos secciones siguientes: “La eternidad de una esquirla” y “Fruta partida”, nos llevan a cantos vivenciales arraigadamente confesionales, percibimos temas como la soledad, la melancolía…

-Una lectura posible es esa. Entenderlas como cantos vivenciales. Yo creo que un lector romántico lo puede entender así. Son dos estructuras muy distintas, una es teatro, la otra es narrativa. Y claro, hay un tono confesional, no es solamente eso, porque entonces el poema dejaría de sostenerse en sí mismo. Me interesa crear imágenes suaves pero punzantes, diálogos que generen la sensación de soledad y de melancolía, espacios que imiten estas sensaciones, es un trabajo difícil crear espacios y crear palabras que puedan dar esa estructura. Sin duda “Fruta partida” es bastante más trabajada en ese sentido, mientras que la primera es mucho más experimental y fluida. 

-En la eternidad de una esquirla, en esta especie de dialogo que tejen “b” y “a” observamos una fusión entre poesía y narrativa. ¿Hay en tu escritura una aproximación con la narrativa?

-a. y b. no tiene una “especie de dialogo” tienen un dialogo per se. Y no hay una aproximación a la narrativa, lo que hay es una aproximación directa y concreta al teatro del absurdo de Samuel Becket. Específicamente a Esperando a Godot. Una obra que me gustó mucho por su nivel de complejidad, en donde el lenguaje era el protagonista, con un cambio quizás. En esta obra los personajes sí se entienden entre sí. En esta obra los personajes están perfectamente sincronizados, como nacidos para entenderse, con un nivel de comprensión muy profundo. Son los lectores los que tienen que hacer el esfuerzo para entender lo que sucede. Esta última línea la tomo de lo que comentó justamente Rodolfo Hinostroza en la presentación del libro, me alegro mucho que un lector pueda notar eso, que mi poesía demanda lectores que se involucren y que busquen salidas. Los lectores pasivos no van a encontrar ningún sentido en lo que digo, solo verán figuras bonitas y bien construidas, pero no podrán llegar a lo que está detrás.

-Este libro se publica en Estados Unidos. Es un hecho sui generis tomando en cuenta que publicar en América no es usual. Cuéntanos sobre esta experiencia. Háblanos de este sello editorial.

-Paroxismo, es una editorial independiente, que ya ha publicado antologías de narrativa, sobre todo, donde aparecen algunos autores peruanos como Claudia Salazar, Jennifer Thordike y Francisco Ángeles.  Es el sello editorial de Francisco Laguna-Correa, Ph.D.en Hispanic Cultural Studies de la universidad de Carolina del norte en Chapel Hill y estudiante de la maestría de Escritura Creativa en mi universidad, la Universidad de Pittsburgh. Francisco tuvo la generosidad de darle un tiempo que no le sobraba a este manuscrito no solo pensando en mi sino en Eduardo, y tengo esa deuda con él. Finalmente, sin duda publicar en este sello me abre puertas y me siento muy contenta de poder tenerlo en mis manos ahora en Lima y saber que estará en librerías. De hecho ya está en La Libre de Barranco.




-¿Presentarás tu libro en Estados Unidos?

-Claro que sí. De hecho la idea era hacerlo primero ahí, en la Catedral del Aprendizaje, que es donde estudio. Pero dado que volví a Lima un poco antes de lo pensado, resulto la presentación antes aquí. Cuando regrese a Pitt, espero, pronto, la haremos allá. Y estoy segura que saldrá muy bien.