Fotos: Rosana López Cubas
La novela Estrella solitaria de Jerónimo
Pimentel, el libro de poesía En un mundo de abdicaciones de
Victoria Guerrero Peirano y la novela La voluntad del molle de Karina
Pacheco Medrano, fueron los libros más vendidos del FCE Perú en la reciente Feria
Internacional de Libro de Lima 2016.
Más allá de la performance registrada en sus ventas, la
presencia del emblemático sello editorial mexicano -que este 2016 cumple 55
años de operaciones en el Perú-, en dicha feria, destacó por la visita de tres importantes
autores internacionales del rubro de la literatura infantil y juvenil a propósito
de las celebraciones por los 25 años de la colección “A la orilla del viento”,
y la organización de una serie de conversatorios asociados a la coyuntura política
actual, hecho que motivó a un sin número de jóvenes universitarios participar de
los mismos.
Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó a Gabriela
Olivo de Alba, directora del FCE Perú.
-Gabriela, en la reciente FIL de Lima, el FCE Perú tuvo un desenvolvimiento
destacado en cuanto a sus ventas. Los libros de Jerónimo Pimentel, Karina
Pacheco y Victoria Guerrero, autores que forman parte de las novedades del
sello, así como los textos de economía, sociología, filosofía, entre otros, constituyeron
un récord de ventas…
-Entre los libros más vendidos están nuestras
novedades: la novela Estrella solitaria de Jerónimo
Pimentel, el libro de poesía En un mundo de abdicaciones de
Victoria Guerrero y La voluntad del molle novela de Karina Pacheco y la novela
póstuma de Carlos Fuentes que Fondo coeditó con Alfaguara Aquiles o El guerrillero y el asesino. En temas de
economía El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty y El
gran escape de Agnus Deaton; en Sociología El proceso de la civilización
de Norbert Elías, Amor líquido de Zygmunt Bauman; de la Colección Historia,
tenemos Historia del diablo. Siglos XII-XX de Norbert Muchemblet, en
Filosofía El ser y el tiempo de Heidegger. Mención aparte, merecen los
títulos infantiles de la colección A la orilla del viento, que siempre
se hallan entre los preferidos, pusimos énfasis en los libros de divulgación de
la colección La Ciencia para todos y de los Breviarios.
-¿Cómo calificarías este resultado?
-El resultado ha sido razonablemente favorable. En
esta conmemoración por los 55 años de FCE en Perú, los últimos dos días de la
FIL LIMA, celebramos a nuestros lectores con 55% por ciento de descuento,
refrendar la mutua confianza entre la editorial y los lectores ha sido de vital
importancia.
Para el 2017 el compromiso será todavía mayor, pues
México será país invitado de honor en la Feria y Fondo de Cultura Económica
“representa una editorial para la educación; un canal de distribución de libros
para el fomento a la lectura, y una presencia internacional a través de sus
filiales, que reafirman el compromiso del Estado mexicano con la educación, las
ciencias, las artes y el conocimiento, y su transmisión mediante los libros…”
-Según reportes de la Cámara Peruana del Libro, las visitas este año se
incrementaron en un 7% con respecto al 2015 y las ventas alcanzaron los catorce
millones de soles. Más allá de las cifras, y los libros más vendidos, y desde
tu experiencia en la dirección del FCE Perú. ¿Estamos ante cifras alentadoras?
-Mi análisis solo puede partir de la información de
fuentes a las que puedo acceder. En el caso de FCE, fortalecimos nuestra
presencia este año. En nuestro stand se ofrecieron 5, 425, títulos y 14, 627
ejemplares -de estos un alto porcentaje fue de títulos de nuestro sello
editorial editados en Casa Matriz México y sus diversas filiales- pero también
de editoriales de otras otros países como Siglo XXI, Capital intelectual,
Ediciones Godot y Bordes de Manantial de Argentina; Taller de Edición Roca de
Colombia; Editorial Amanuta de Chile; Cuento de Luz, Barbara Fiore Editora,
Tramuntana Editorial, Ediciones La cúpula,
Diábolo ediciones, A buen paso, Akal, Vaso roto, Almadraba, de España;
CONACULTA, Universidad Nacional Autónoma de México y editoriales peruanas:
Universidad Nacional Mayor de San Marcos y editoriales independientes como
Ceques (Cusco) y Aquelarre Ediciones (Arequipa).
-Sobre los resultados tanto en presencia de público como en ventas. ¿El
rumbo de un país casi nulo en el hábito de la lectura está cambiando?
-El primer número de INFOARTES del Ministerio de
Cultura, número especial dedicado al Sector del Libro, se señala que dos de
cada diez peruanos tiene hábitos lectores. Anualmente son registrados alrededor
de 6, 000 títulos de libros en la Biblioteca Nacional del Perú, y se producen
49 millones de ejemplares al año. Para que esta situación mejore se hace
indispensable la generación de políticas públicas, programas diversificados de
fomento a la lectura, incentivos para la descentralización y distribución de libros
y la estimulación temprana de hábitos lectores, de tal suerte que la persona
reconozca la lectura no como una obligación sino como un elemento de disfrute y
divulgación del conocimiento.
-De otro lado, el FCE Perú organizó conversatorios en torno al pensamiento de Alan
Badiou, Slavoj Zizek, Ernesto Laclau y
Chantal Mouffe. Aludidos eventos
concitaron el interés de un sin número de universitarios quienes llenaron los
auditorios. ¿Cómo observas la presencia de estos jóvenes?
-Ha sido muy gratificante y alentadora la experiencia
con los estudiantes universitarios que asistieron -ávidos y atentos- a las
mesas en que se disertó sobre pensadores contemporáneos como Alan Badiou,
Slavoj Zizek, Ernesto Laclau y Chantal
Mouffe. El interés y la presencia de la comunidad universitaria en nuestros
eventos se debió a que las mesas de dialogo tenían una relación con el
acontecer actual del país. Otro aspecto que motivó a los chicos fue la
presencia de panelistas. En estas mesas organizadas por FCE, participaron personalidades
de interés para esta comunidad, académicos de la Universidad Mayor de San
Marcos, la PUCP, la Universidad de Lima, la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, Antonio Ruiz de Montoya, Federico Villarreal, y también, destacados
investigadores peruanos de Tulane University. Algo similar ocurrió con los
conversatorios acerca de Performance, cuerpo, frontera y género en que se
revisó la obra de Guillermo Gómez Peña y en la dedicada a El Barroco desde una
mirada del aquí y ahora.
-¿Qué te pareció la FILLIMA2016 en términos de organización, presencia de
público e invitados?
-Como cualquier evento de esta magnitud hubo elementos
positivos y aspectos que deberán considerarse para mejorar. La distribución de
los espacios de los stands, este año, permitió una circulación más cómoda para
los visitantes. Del mismo modo, las salas para los eventos estuvieron mejor
habilitadas que el año anterior. Algunas personas expresaron cierto malestar
por el tiempo que tuvieron que esperar para adquirir el ticket de entrada al
recinto ferial, pues la demora impidió que llegaran a algún evento de su
interés. Tal vez colocar un mayor número de taquillas ayudaría a dar más
fluidez al acceso.
Pero más allá de los aspectos logísticos, sería deseable
el auspicio decidido de las instituciones y entes oficiales, pues la afluencia
del público indica que si hay interés de la población en acercarse a los
libros, en participar en las mesas, presentaciones, talleres y conversatorios
programados en la FIL.
-¿Podemos hablar de una anhelada proyección internacional cuando más se
pondera a invitados internacionales y se deja de lado a los autores
nacionales?
-Es comprensible que, como anfitriones, se brinde
atención especial a los invitados internacionales, siempre y cuando no se deje
de lado a los autores nacionales.
Entre las actividades programadas por FCE para la FIL
LIMA, procuramos que tanto los autores peruanos cuya obra presentamos, como los
invitados internacionales reciban la misma acogida de nuestro sello editorial,
lo que contribuye a crear un sentido de pertenencia y un ambiente fraternal.
Fue grato verlos reunidos en el stand, como ocurrió
con Isa Watanabe, ilustradora peruana de Más te vale mastodonte y Renato
Moriconi, ilustrador brasileño, autor de Teléfono descompuesto y Bárbaro, que
compartieron y firmaron libros. Otro tanto ocurrió con los colombianos Jairo
Buitrago y Rafael Yockteng, autores de nuestra casa editorial, con el título Camino
a casa. Fue relevante, que junto
con los mexicanos Ricardo Castañeda y Toño Malpica, nos visitaran pues este año
se conmemora el 25 aniversario de la colección A la Orilla del Viento de FCE, donde todos ellos con sus singulares
temáticas y estilos estéticos, han publicado para los chicos, efeméride que
coincide con los 55 años de FCE en Perú.
-¿Cómo se desenvolvió el público aficionado a las historias juveniles?
-No todos los jóvenes y adolescentes, leen lo mismo.
Hay quienes siguen autores más difundidos a través de los medios masivos, pero
también hay aquellos chicos que optan por obras con las que de manera más
singular, se identifican. De nuestro sello editorial El libro Salvaje de Juan
Villoro tuvo buena acogida entre los adolescentes.
-La visita del Nobel francés Jean Marie Gustave Le Clézio le dio a la FIL
Lima 2016 una repercusión internacional, sin embargo debemos de admitir que
también llegaron otros autores relevantes ¿no?
-En lo que al FCE Perú se refiere, consideramos
valiosa la visita de Ricardo Chávez Castañeda, Renato Moriconi y Toño Malpica
pues, además de su participación en el recinto ferial de la FIL LIMA,
desarrollaron actividades en otros espacios y con diversos actores. Tuvieron la
posibilidad de compartir con otros autores dedicados a la literatura infantil y
juvenil con profesores y chicos en colegios y en bibliotecas, y en actividades
lúdicas y creativas. En ese sentido estamos muy agradecidos con la Casa de la
Literatura Peruana, la Biblioteca Municipal de San Isidro, con el Museo de Arte
Contemporáneo y con los colegios que abrieron sus aulas al diálogo con los
autores.
-¿Qué aspectos nos falta pulir para llegar a ser una Feria del Libro que
reúna los estándares internacionales?
-Aunque los estándares de las ferias internacionales
pueden ser un parámetro, considero de mayor relevancia el intercambio de
información y estudios que permitan conocer de manera más detallada esa población
a quien se debe atender: me refiero a poder reconocer necesidades concretas, en
materia de lectura, entre los diversos sectores de lectores y, a partir de
ello, desarrollar estrategias específicas. En países como los nuestros es
indispensable la participación y colaboración decidida de los entes públicos y
la articulación de esfuerzos comprometidos de todos los que – de una u otra
manera- estamos involucrados.
Establecer convenios de colaboración con
universidades. Se integra a los estudiantes como voluntarios en la organización
y producción o como parte del programa
Ecos de la FIL. Los chicos ganan créditos universitarios por el servicio
prestado, como guías, edecanes, personal de información y apoyo. Por su parte
los profesores se hacen cargo de atender
y acompañar en algunos eventos a los autores invitados.
Ello favorece que la comunidad universitario se
convierta en divulgador de la Feria y sus actividades pues se dan un
involucramiento directo. También la programación de Jornadas profesionales y
mesas de negocios, para articular acciones que potencien la comercialización
responsable y las finanzas sanas del sector.