jueves, 11 de agosto de 2016

Gabriela Olivo de Alba: “Es preciso la generación de programas de fomento a la lectura”





Fotos: Rosana López Cubas



La novela Estrella solitaria de Jerónimo Pimentel, el libro de poesía En un mundo de abdicaciones de Victoria Guerrero Peirano y la novela La voluntad del molle de Karina Pacheco Medrano, fueron los libros más vendidos del FCE Perú en la reciente Feria Internacional de Libro de Lima 2016.

Más allá de la performance registrada en sus ventas, la presencia del emblemático sello editorial mexicano -que este 2016 cumple 55 años de operaciones en el Perú-, en dicha feria, destacó por la visita de tres importantes autores internacionales del rubro de la literatura infantil y juvenil a propósito de las celebraciones por los 25 años de la colección “A la orilla del viento”, y la organización de una serie de conversatorios asociados a la coyuntura política actual, hecho que motivó a un sin número de jóvenes universitarios participar de los mismos.  

Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó a Gabriela Olivo de Alba, directora del FCE Perú.



-Gabriela, en la reciente FIL de Lima, el FCE Perú tuvo un desenvolvimiento destacado en cuanto a sus ventas. Los libros de Jerónimo Pimentel, Karina Pacheco y Victoria Guerrero, autores que forman parte de las novedades del sello, así como los textos de economía, sociología, filosofía, entre otros, constituyeron un récord de ventas…

-Entre los libros más vendidos están nuestras novedades: la novela Estrella solitaria de Jerónimo Pimentel, el libro de poesía En un mundo de abdicaciones de Victoria Guerrero y La voluntad del molle novela de Karina Pacheco y la novela póstuma de Carlos Fuentes que Fondo coeditó con Alfaguara Aquiles o El guerrillero y el asesino. En temas de economía El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty y El gran escape de Agnus Deaton; en Sociología El proceso de la civilización de Norbert Elías, Amor líquido de Zygmunt Bauman; de la Colección Historia, tenemos Historia del diablo. Siglos XII-XX de Norbert Muchemblet, en Filosofía El ser y el tiempo de Heidegger. Mención aparte, merecen los títulos infantiles de la colección A la orilla del viento, que siempre se hallan entre los preferidos, pusimos énfasis en los libros de divulgación de la colección La Ciencia para todos y de los Breviarios. 

-¿Cómo calificarías este resultado?

-El resultado ha sido razonablemente favorable. En esta conmemoración por los 55 años de FCE en Perú, los últimos dos días de la FIL LIMA, celebramos a nuestros lectores con 55% por ciento de descuento, refrendar la mutua confianza entre la editorial y los lectores ha sido de vital importancia.

Para el 2017 el compromiso será todavía mayor, pues México será país invitado de honor en la Feria y Fondo de Cultura Económica “representa una editorial para la educación; un canal de distribución de libros para el fomento a la lectura, y una presencia internacional a través de sus filiales, que reafirman el compromiso del Estado mexicano con la educación, las ciencias, las artes y el conocimiento, y su transmisión mediante los libros…”

-Según reportes de la Cámara Peruana del Libro, las visitas este año se incrementaron en un 7% con respecto al 2015 y las ventas alcanzaron los catorce millones de soles. Más allá de las cifras, y los libros más vendidos, y desde tu experiencia en la dirección del FCE Perú. ¿Estamos ante cifras alentadoras?

-Mi análisis solo puede partir de la información de fuentes a las que puedo acceder. En el caso de FCE, fortalecimos nuestra presencia este año. En nuestro stand se ofrecieron 5, 425, títulos y 14, 627 ejemplares -de estos un alto porcentaje fue de títulos de nuestro sello editorial editados en Casa Matriz México y sus diversas filiales- pero también de editoriales de otras otros países como Siglo XXI, Capital intelectual, Ediciones Godot y Bordes de Manantial de Argentina; Taller de Edición Roca de Colombia; Editorial Amanuta de Chile; Cuento de Luz, Barbara Fiore Editora, Tramuntana Editorial, Ediciones La  cúpula, Diábolo ediciones, A buen paso, Akal, Vaso roto, Almadraba, de España; CONACULTA, Universidad Nacional Autónoma de México y editoriales peruanas: Universidad Nacional Mayor de San Marcos y editoriales independientes como Ceques (Cusco) y Aquelarre Ediciones (Arequipa).



-Sobre los resultados tanto en presencia de público como en ventas. ¿El rumbo de un país casi nulo en el hábito de la lectura está cambiando?

-El primer número de INFOARTES del Ministerio de Cultura, número especial dedicado al Sector del Libro, se señala que dos de cada diez peruanos tiene hábitos lectores. Anualmente son registrados alrededor de 6, 000 títulos de libros en la Biblioteca Nacional del Perú, y se producen 49 millones de ejemplares al año. Para que esta situación mejore se hace indispensable la generación de políticas públicas, programas diversificados de fomento a la lectura, incentivos para la descentralización y distribución de libros y la estimulación temprana de hábitos lectores, de tal suerte que la persona reconozca la lectura no como una obligación sino como un elemento de disfrute y divulgación del conocimiento.

-De otro lado, el FCE Perú organizó conversatorios en torno al pensamiento de Alan Badiou, Slavoj Zizek,  Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Aludidos eventos concitaron el interés de un sin número de universitarios quienes llenaron los auditorios. ¿Cómo observas la presencia de estos jóvenes?

-Ha sido muy gratificante y alentadora la experiencia con los estudiantes universitarios que asistieron -ávidos y atentos- a las mesas en que se disertó sobre pensadores contemporáneos como Alan Badiou, Slavoj Zizek,  Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. El interés y la presencia de la comunidad universitaria en nuestros eventos se debió a que las mesas de dialogo tenían una relación con el acontecer actual del país. Otro aspecto que motivó a los chicos fue la presencia de panelistas. En estas mesas organizadas por FCE, participaron personalidades de interés para esta comunidad, académicos de la Universidad Mayor de San Marcos, la PUCP, la Universidad de Lima, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Antonio Ruiz de Montoya, Federico Villarreal, y también, destacados investigadores peruanos de Tulane University. Algo similar ocurrió con los conversatorios acerca de Performance, cuerpo, frontera y género en que se revisó la obra de Guillermo Gómez Peña y en la dedicada a El Barroco desde una mirada del aquí y ahora.



-¿Qué te pareció la FILLIMA2016 en términos de organización, presencia de público e invitados?

-Como cualquier evento de esta magnitud hubo elementos positivos y aspectos que deberán considerarse para mejorar. La distribución de los espacios de los stands, este año, permitió una circulación más cómoda para los visitantes. Del mismo modo, las salas para los eventos estuvieron mejor habilitadas que el año anterior. Algunas personas expresaron cierto malestar por el tiempo que tuvieron que esperar para adquirir el ticket de entrada al recinto ferial, pues la demora impidió que llegaran a algún evento de su interés. Tal vez colocar un mayor número de taquillas ayudaría a dar más fluidez al acceso.

Pero más allá de los aspectos logísticos, sería deseable el auspicio decidido de las instituciones y entes oficiales, pues la afluencia del público indica que si hay interés de la población en acercarse a los libros, en participar en las mesas, presentaciones, talleres y conversatorios programados en la FIL.

-¿Podemos hablar de una anhelada proyección internacional cuando más se pondera a invitados internacionales y se deja de lado a los autores nacionales? 

-Es comprensible que, como anfitriones, se brinde atención especial a los invitados internacionales, siempre y cuando no se deje de lado a los autores nacionales.
Entre las actividades programadas por FCE para la FIL LIMA, procuramos que tanto los autores peruanos cuya obra presentamos, como los invitados internacionales reciban la misma acogida de nuestro sello editorial, lo que contribuye a crear un sentido de pertenencia y un ambiente fraternal.

Fue grato verlos reunidos en el stand, como ocurrió con Isa Watanabe, ilustradora peruana de Más te vale mastodonte y Renato Moriconi, ilustrador brasileño, autor de Teléfono descompuesto y Bárbaro, que compartieron y firmaron libros. Otro tanto ocurrió con los colombianos Jairo Buitrago y Rafael Yockteng, autores de nuestra casa editorial, con el título Camino a casa.  Fue relevante, que junto con los mexicanos Ricardo Castañeda y Toño Malpica, nos visitaran pues este año se conmemora el 25 aniversario de la colección A la Orilla del Viento de FCE, donde todos ellos con sus singulares temáticas y estilos estéticos, han publicado para los chicos, efeméride que coincide con los 55 años de FCE en Perú.



-¿Cómo se desenvolvió el público aficionado a las historias juveniles?

-No todos los jóvenes y adolescentes, leen lo mismo. Hay quienes siguen autores más difundidos a través de los medios masivos, pero también hay aquellos chicos que optan por obras con las que de manera más singular, se identifican. De nuestro sello editorial El libro Salvaje de Juan Villoro tuvo buena acogida entre los adolescentes.

-La visita del Nobel francés Jean Marie Gustave Le Clézio le dio a la FIL Lima 2016 una repercusión internacional, sin embargo debemos de admitir que también llegaron otros autores relevantes ¿no?

-En lo que al FCE Perú se refiere, consideramos valiosa la visita de Ricardo Chávez Castañeda, Renato Moriconi y Toño Malpica pues, además de su participación en el recinto ferial de la FIL LIMA, desarrollaron actividades en otros espacios y con diversos actores. Tuvieron la posibilidad de compartir con otros autores dedicados a la literatura infantil y juvenil con profesores y chicos en colegios y en bibliotecas, y en actividades lúdicas y creativas. En ese sentido estamos muy agradecidos con la Casa de la Literatura Peruana, la Biblioteca Municipal de San Isidro, con el Museo de Arte Contemporáneo y con los colegios que abrieron sus aulas al diálogo con los autores.

-¿Qué aspectos nos falta pulir para llegar a ser una Feria del Libro que reúna los estándares internacionales?

-Aunque los estándares de las ferias internacionales pueden ser un parámetro, considero de mayor relevancia el intercambio de información y estudios que permitan conocer de manera más detallada esa población a quien se debe atender: me refiero a poder reconocer necesidades concretas, en materia de lectura, entre los diversos sectores de lectores y, a partir de ello, desarrollar estrategias específicas. En países como los nuestros es indispensable la participación y colaboración decidida de los entes públicos y la articulación de esfuerzos comprometidos de todos los que – de una u otra manera- estamos involucrados.

Establecer convenios de colaboración con universidades. Se integra a los estudiantes como voluntarios en la organización y producción  o como parte del programa Ecos de la FIL. Los chicos ganan créditos universitarios por el servicio prestado, como guías, edecanes, personal de información y apoyo. Por su parte los profesores se hacen cargo de atender  y acompañar en algunos eventos a los autores invitados.

Ello favorece que la comunidad universitario se convierta en divulgador de la Feria y sus actividades pues se dan un involucramiento directo. También la programación de Jornadas profesionales y mesas de negocios, para articular acciones que potencien la comercialización responsable y las finanzas sanas del sector.