sábado, 17 de junio de 2017

Liliana Trujillo: “En Lima hay personajes que perpetúan vivencias de apatía y desgano”



Sigue en cartelera la reciente estrenada película peruana Rosa Chumbe, ópera prima del joven director Jonatan Relayze que no debemos dejar de ver 


Rosa Chumbe (Liliana Trujillo) es una mujer policía que verá interrumpida su rutina, cuando su hija de 18 años, llamada Sheyla (Cindy Díaz), le robe sus pocos ahorros y se vaya de la casa dejando abandonado a su hijo.  Este incidente marcará un antes y un después en la vida de Rosa, quien se verá obligada a cuidar de su pequeño nieto, reencontrándose con un instinto maternal que tenía olvidado. Sin embargo un acontecimiento inesperado la terminará llevando tras los pasos del Señor de Los Milagros. Rosa se sumará a los miles de seguidores de la procesión, se perderá entre el humo del incienso, los vendedores ambulantes y el fervor existente. Sólo necesita un milagro.



Al respecto Lima en Escena charló con Liliana Trujillo, premio a Mejor Actriz en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) y protagonista de la laureada película peruana que se estrenó hace unos días en las principales salas del país.

-Liliana, en la película Rosa Chumbe personaje y ciudad van de la mano y tejen la historia. ¿Cómo observas esta relación?

-Todo lo que define a Lima define a Rosa. Rosa es violenta, fría, indiferente, poco empática, nada cálida. La ciudad con la cual te topas cuando caminas por sus calles en tu día a día es precisamente así también. Son miles las personas que en nuestra ciudad realizan un trabajo no deseado o en el peor de los casos lo hacen mal o de mala gana. En nuestro cotidiano es típico observar la rabia de los conductores y transeúntes durante el tráfico. Para la construcción de Rosa apelé a todas estas sensaciones que produce Lima como ciudad. Rosa es una extensión o un contagio de su ciudad, de nuestra ciudad. Una retroalimentación, un círculo vicioso. Es un poco la indiferencia que tenemos todos frente a todas las cosas que nos pasan en cuanto a lo político, lo racial, la violencia de género…   

-Construiste una Rosa que en igual de condición dialoga con su ciudad.

-Absolutamente. Interpretar a este personaje ha sido como una proyección de nuestro día a día. Sostener nuestro cotidiano. La construcción de Rosa demandó energía. Mantener esa energía fue difícil. No todo el día uno esta amargada. No todo el día estoy amargada, no todo el día me siento frustrada. Tengo momentos de amargura pero no el día entero. Conservar y resistir la energía del personaje fue un trabajo tenaz. Como actriz fue un reto minimizar el tema de los gestos. Liliana Trujillo es absolutamente gestual. Dosificar los gestos fue una tarea que aprendí hace algún tiempo y esa es precisamente la fórmula que apliqué en la interpretación de Rosa Chumbe.




-¿Cuál es tu lectura de Rosa, su hija y este ir y venir por una Lima oscura, musical, apática, con su caldo de gallina, anticuchos, choncholíes y como plus un pequeño homenaje a uno de los comediantes más singulares como el ‘Gordo’ Casaretto?

-Mi lectura es simple y parte de una pregunta. Cómo percibimos a la mayoría de limeños que están dentro de lo urbano como Rosa y que se dejan llevar por la apatía sin mayor motivación.  No revierten nada. Rosa o personajes como ella no apelan al cambio de “chip”. Estamos ante una Lima de personajes que perpetúan vivencias o situaciones de apatía y desgano. El no querer autoevaluarte o no identificar en qué punto te encuentras no esta bien.  

-Con el programa del ‘Gordo’ Casaretto Rosa se despeja de su apatía.

-Claro. Ella se divierte con este programa. Ella se aleja por unos segundos de esta Lima apática. Reacciona. Se aparta de esta lucha constante por salir del estado de frustración y amargura en la cual se encuentra. Este salir de esta apatía lo podemos observar también en nuestra Lima cotidiana en donde el trabajo de movimientos como Ni una menos, Habla Castañeda, Las respondonas, desean cambiar la situación de abuso que se vive en la ciudad o en el país. Nosotros los peruanos no tenemos una política del reclamo. Somos absolutamente indiferentes. Siempre aceptamos lo que se nos impone. La apatía es lo que  caracteriza al poblador peruano.

-La historia en general dialoga con nuestra realidad social también.  

-Me parece interesante como un director tan joven plasme este drama madre e hija. Él es observador, sensible y perceptivo. Me  impresionó la historia. La madre soltera y su hija caminando por su ciudad en círculos, perdidas, extraviadas, desconectadas de ellas mismas. Sin embargo, la historia también nos plantea una mirada de esperanza, una posibilidad de mejorar las cosas, de tener una segunda oportunidad. Rosa construyó un muro para no relacionarse con los otros, sin embargo, la relación con el bebé le permite bajar la valla y demostrar que es capaz de dar y recibir afecto. El hecho de tener a alguien tan indefenso a quien proteger la humaniza.  

-El nieto la humaniza y nos permite ver a una Rosa con algunos chispazos de felicidad  

-Exacto. La saca de su estado normal, la saca de esa apatía en la que se encuentra. A mí me encantó hacer la escena con el bebé. La parte de la sonaja. Esta secuencia no se había programado. No sabía qué haría con el bebé. Todas las escenas con el pequeño estaban dispuestas. Sonido estaba listo, arte estaba listo, fotografía estaba listo, el foco estaba listo. Es precisamente en esta escena que Rosa se toca, se pone en contacto con sus emociones, su lado materno…

-La relación con su nieto nos pone en escena a una Rosa infinita.

-Sí. La relación con el bebé es una inyección de vida, un motivo para vivir, una razón para hacer mejor las cosas.

-¿Crees que esta felicidad se extiende en el final de la historia de Rosa?

-Claro, claro, pero muchas personas no lo ven así, todo lo contrario, observan esta parte con pesimismo. Son lecturas diferentes.


-¿Qué hay más allá de esta apatía que encuentras en la ciudad y en el personaje principal?

-Una Lima llena de texturas y atmósferas. Reconocer e identificar los lugares que la película nos ofrece nos conecta y nos familiariza con nuestra ciudad y el personaje. La película tiene la capacidad de revertir situaciones también. La estética te deja sin palabras. Su sonoridad igual.

-Rosa termina con el bebé que llora en sus brazos. Esta especie de renacimiento, este retorno a la vida. ¿Qué nos puedes decir de este final?

-Es la posibilidad de poder renacer. Ver estas dificultades de otra manera, de tener otra mirada de las desgracias. Ese es el mensaje de la película que además tiene que ver con el tema de la actitud.

-Sabemos que interpretar a Rosa Chumbe fue un enorme desafío. ¿Qué otros elementos conjugaste en la interpretación del personaje?


-Disciplina y responsabilidad. Más allá del desafío que te produce un rol protagónico, Rosa Chumbe significó asumir una enorme responsabilidad. Por las características del personaje el papel me demandó disciplina.