Las artistas Claudia García Pereira, Ximena
Santillana, Arés Escudero, Phoebe Condos, Karina Guerrero y Gloria Colina, se
suman a las apreciaciones de la curadora de la muestra y nos comentan sobre las
obras que exponen en esta exhibición en donde la costura es el punto de partida
Curada por la artista visual María Elena Alvarado, hace unos días se inauguró la muestra colectiva “La inquietante extrañeza”, exposición que reúne
collages e instalación en donde el común denominador es la costura como medio
plástico. La exhibición parte del tema de lo ominoso, lo sublime y lo abyecto
en la plástica femenina contemporánea, más allá de consideraciones psicoanalistas
y en muchas ocasiones retando a éstas. Un espacio en donde un tema como lo
inconsciente femenino desde la creación artística femenina pueda ser leído en una plataforma material, también propia de la historia femenina (a saber de las tradiciones femeninas
de creación visual). Al respecto Lima en Escena dialogó con la curadora y las
artistas participantes.
María Elena Alvarado
(Curadora)
Sobre el arte de coser
Coser es una disciplina artística casi invisible
en el Perú. En países de Europa o específicamente en la ciudad de Nueva York en
donde viví algunos años no sucede esta falta de visibilización con la costura,
el arte textil o el bordado. Visibilizar esta práctica en el país ha sido un
largo camino. La primera vez que exhibí trabajos de costura fue en el 2001 para
la Bienal de Lima y desde hace tres años me enfoqué en fomentarla. De alguna
manera esta exposición tiene a la costura como característica, sin embargo,
todas las artistas la usan de manera diferente. Espero que en Lima más artistas
hombres y mujeres puedan expresarse a través de estos medios tradicionales en
cuanto a historia y no tradicionales en cuanto a escuelas ortodoxas de arte.
Sobre el origen de la
muestra y las piezas de las artistas
La inquietante extrañeza (Umheimliche. Heimliche), es un término que se desprende de un texto escrito por Freud. Tiene que
ver con aquello que siendo conocido se torna desconocido. Temas de mi pasado
contado por otros que pueden tener elementos desconocidos. El término en español es "lo
ominoso". Algunos lo traducen como lo “siniestro”. Lo siniestro, sin embargo,
está asociado a lo macabro. La muestra en general tiene que ver con los
recuerdos que incomodan y se han ido procesando durante el trabajo de elaboración.
La inquietante extrañeza, es una muestra que incomoda
a las artistas y a quienes miran las obras. Incomoda porque son mujeres quienes
se expresan a través de un medio tradicionalmente femenino y este hecho por
naturaleza perturba. Incomodan también las temáticas que no se terminan de
entender por todo ese misterio que envuelve a las autoras y a los asistentes.
Es un misterio compartido. Por todo esto me gusta esta colectiva. Me gusta porque te inquieta y te
pregunta. La inquietante extrañeza pertenece a la subjetivad de cada una de las
artistas quienes han trabajado sus propios temas. Temáticas personales marcadas
por el dolor y sublimados a través de esta exposición.
Aquí llama la atención lo extraño o lo ominoso que
puede ser una muestra de mujeres, curada por una mujer, en un trabajo colectivo
de mujeres, en un mundo del arte tan pacato como el de Lima. Espero que los
visitantes puedan observar y ver todo el trabajo que se puede realizar. Ahí
entra mi postura y mi discurso feminista del cual algunas participantes
comparten y otras no. También tiene que ver con mi postura dentro del mundo del
arte.
El común denominador de la muestra son temas o historias familiares que parten de la idea de La inquietante extrañeza. Ha sido un trabajo bonito. Un trabajo de
mujeres. Nos hemos sentado a trabajar juntas. Hemos contado las historias a
sanar aquí. Ellas han dicho esto me parece o esto no me parece. Tengo un
interés particular por el trabajo colectivo.
Para mi ser artista es un acto doloroso pero a la
vez emancipador. Mi experiencia como profesora ha sido en parte eso también. No
tengo una formación artística. Mi formación parte de la filosofía y
humanidades. Mi aproximación al arte ha sido una aproximación de liberación. El
arte es el espacio en donde puedo ser yo. No hay más reglas. La estética y el
arte que me interesa está vinculado al dolor. Igual me pasa con los artistas
con los cuales me vinculo. El dolor es un tema que me atraviesa. Es ver el arte
como una manera de sublimar ese dolor.
Claudia García Pereira:
“Bordar es aliviar las heridas”
Lo que es cercano y familiar puede convertirse muchas
veces en un elemento de rechazo. En la posibilidad de no reconocer un hecho próximo
a nosotros. La relación hija/madre, por ejemplo, es una relación de cariño y
amor la cual puede pasar por episodios de no reconocer ese amor, esa filiación,
esa complicidad. En ese sentido identifico a la exhibición La inquietante extrañeza, nombre que la curadora le ha puesto a la
exposición con mis piezas de arte que presento en esta exposición.
Estas piezas en su conjunto recrean parte de una
impactante imagen sucedida durante mi etapa de niña. En este retrato observo a
mi mamá en su cuarto luego de un accidente. Ella esta con heridas. Esta
desvalida. Este recuerdo que mantengo hasta hoy me permite ver a mi madre durante
este periodo y todo lo que la rodeaba en su alcoba en ese momento. Objetos que
le han gustado a lo largo de su vida. Ella admira al pintor Modigliani. En su habitación tiene un cuadro
de él. También tiene un libro de Alejo Carpentier, uno de sus escritores
predilectos. Conserva además una de las cartas que le escribí cuando era niña.
Son símbolos de ese contexto, de esa etapa infantil.
Este y otros objetos
forman parte del tema central que es el accidente de mi madre y su proceso de
sanación. En la pieza principal, una silueta que bien podría ser mi madre, plasmé
las heridas que en el momento de bordarlas decidí que germinen plantas y
germine la naturaleza, elementos presentes en todos mis trabajos. Son piezas
simbólicas y significativas. Son el
resultado de mi trabajo con el bordado. Bordar implica transformar. Bordar es
un acto de trabajo con uno mismo. Bordar es aliviar las heridas, preocupaciones o miedos. Este trabajo refleja este
periodo en mi vida.
En la colectiva La inquietante extrañeza presento dos piezas que nos conducen a un
terreno extraño, un terreno que te inquieta como lo sugiere la temática de la
muestra. Mis trabajos se focalizan en cuestiones como la infidelidad, el temor,
los lados desconocidos, los espacios desiertos, las dobles realidades, y en
especial, el machismo. Ese machismo que perpetúa la infidelidad, un tema
doloroso para las mujeres. La manera cómo se inserta este poder en el sistema
patriarcal y la terrible consecuencia que tiene en la vida de las mujeres y de
las familias.
Antes la costura estaba asociada a una tradición
femenina para resolver temas absolutamente domésticos. Una actividad realizada por
la mamá, la abuela, la tía, siempre ceñida para ayudar a otros. La costura no
se veía o asumía como una expresión artística proyectada través de la fuerza
que tiene la tela, la aguja o el hilo. Ahora, las mujeres bordamos, cosemos, cortamos
y abrimos las telas para expresar lo que sentimos. La relación de las mujeres
con la tela, con los hilos, es una herramienta poderosa para crear y expresarse.
Ahora la costura es una disciplina artística que nos permite expresar lo
desconocido.
Ximena Santillana: “La costura me dio una apertura más amplia de ver
las cosas desde lo artístico y estético”
Entre la búsqueda del amor y la pasión encuentras
una sutura extraña que te lleva al lado oscuro de lo que puede ser el amor. En
mi caso, todo empezó bordando corazones y pensando en el amor. Después me di
cuenta que ahora los servicios digitales como el WhatsApp o como el Grinder, hacen
más fácil que se rompa ese pudor o límite que hay en el proceso de entablar una
relación de pareja. En el Grinder, por
ejemplo, los chicos piden la foto de quienes les gusta y éstos les envían la
foto de su pene. En este retrato se observa el tamaño del pene para ver si le
interesa al solicitante. Cuando accedí a esta aplicación me pareció loquísima
esta nueva forma de relacionarse.
Mi medio era el collage. Gracias Patricia
Eyzaguirre, que me llevó al taller de Mari me relacioné con el arte de la
costura. La costura me dio una apertura más amplia de ver las cosas desde lo artístico
y estético. El resultado de esta apertura son los diferentes trabajos que
presento aquí en La inquietante
extrañeza.
Phoebe Condos: “La costura es una práctica
artística absolutamente liberadora”
Estoy involucrada en la costura alrededor de tres años. Cuando empecé en esta disciplina no pensé hacer todo lo que estoy haciendo ahora. Ha sido un largo proceso de descubrimientos. En nuestro país la costura es un arte poco visible, sin embargo, es un medio de expresión absolutamente bello. Por lo menos para mí lo es. Trabajar con la tela, los hilos, es una expresión plástica absolutamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
A través de la costura me expreso con suma
libertad. Con la costura como práctica artística me siento mejor que en otra
disciplina. Es justamente por medio de la costura o el arte de coser que he
encontrado una manera diferente de decir las cosas. Actualmente la costura es
mi canal de expresión. Las piezas que he
realizado giran en torno al tema femenino. Una especie de matriarcado. La
presencia femenina es fuerte en mi familia. Viví con mi madre, mi abuela... Un
montón de mujeres divorciadas en donde el poder se centraba en ellas. Es parte
de mi infancia también. Mi abuela cosía. Todos los retazos que he empleado en
estos trabajos son de mi abuela. La costura es una práctica artística absolutamente
liberadora.
A través de los órganos, órganos representados en mis
piezas busco develar el mundo o la galaxia interna. Una inquietante extrañeza
en donde vas descubriendo cosas de ti que no sabías o no la podías expresar con
facilidad. Es un desdoblamiento de tu persona en otros. Coser es meditar. Coser
es sanar. Por medio del coser manifiesto mis malestares internos. Trabajo con
elementos como los hilos y telas cuyos colores representan a los órganos. El
coser como una disciplina artística me permite viajar. Elaborar estas piezas me
ayudaron mucho a sanar. Por medio de la costura hemos transformado nuestras
abstracciones. Esta disciplina me
permite ordenarme y curarme.
Gloria Colina: “Coser es un arte de liberación”
Gloria Colina: “Coser es un arte de liberación”
En mi búsqueda de material de trabajo llegué al
taller de Mari. Es en este taller que me familiaricé con la costura. Mis
trabajos son el fruto de una conversación con Mari sobre las frases que nos
dicen desde pequeñas, aquellas que se van grabando y nos van formando. Aquellas
que nos enseñan lo bueno y lo malo. Justamente
a partir de estas frases elaboré "vestidos". Paralelamente a la confección
de éstos fui explorando mis miedos, aquellos que surgen en nuestra niñez y nos
acompañan e inquietan hasta grandes.
Mis piezas hablan de mi niñez, hablan de procesos
no resueltos, hablan de nuestros miedos, de mis miedos. De aquellos miedos que
he reconocido y están latentes. Me interesa trabajar con las telas, los hilos, el
cuero, los pétalos, entre otros. Estos elementos me permiten transcribir lo que
en nuestra piel está grabado. ¿Te imaginas coser en la piel?...Esa es la analogía
y el tormento del miedo. Reconocer este proceso se transforma en un sumario de
resiliencia. Coser es un arte de liberación.
La Inquietante Extrañeza
Temporada: hasta el sábado
01 de julio
Visitas: martes y miércoles:
4 a 9pm
Viernes y sábado 4 a 9 pm
Av. San Martín 670
Barranco (ex Polaca).