Una interpretación creíble, real. Erika Villalobos asume el rol de Ana en La mujer espada, una joven fría, dura, seca que vive en permanente conflicto con su suegra, con la llegada intempestiva de su bebé. En las siguientes líneas su apreciación sobre su rol.
Ana, tu papel ¿es dura?
No es precisamente dura. Ella se pone una coraza la cual le permite que nada le afecte. En el fondo, ella es sensible y el hecho de estar en un país ajeno a donde llego con su esposo quien al tiempo desaparece dejándola en la casa de la suegra y embarazada, la pone muy vulnerable.
¿Cuénteme sobre la recreación del personaje?
¡Ha sido complicado!
¿Por qué?
Porque soy una persona que hace muchas muecas y me muevo mucho en el momento de hablar y mi personaje, es todo lo contrario, es seca, fría, entonces me ha costado…
Ana es tan dura…recién al final de la obra se relaja, luce feliz
Ella es una persona que no pensaba tener hijos, pero bien difícil no conmoverse ante el nacimiento de un hijo y precisamente a través de la llegada de su niño empieza a llevarse mejor con su suegra y Antonio quien siempre está ahí para hacerla sentir querida, importante.
En toda su trayectoria como actriz, ¿este papel es diferente?
¡Sí! Es uno de los más novedosos. Es un personaje aparentemente sencillo de trabajar, pero en realidad es muy complicado.
¿Por qué?
Por la historia en sí. El drama que viven las mujeres en su experiencia post parto, es uno de los más difíciles.
¿Tan complicado?
¡Sí! Estamos hablando de una onda depresión ¿no? Para trabajar mi papel me ayudó mucho el hecho de tener dos hijos y saber qué pasa cuando se tiene un hijo y el desorden emocional por la cual uno atraviesa
¿Qué reflexiones nos podrías dar en torno a La mujer espada?
Que a las personas no se les debe juzgar apresuradamente y que deben ser comprendidas. De otro lado, creo que uno nunca se debe de renegar de los hijos, pues ellos vienen con una solución en el camino y el famoso dicho: “todo bebé viene con el pan bajo el brazo”, es totalmente real.
