jueves, 10 de febrero de 2011

Eduardo Adrienzén: “La obra me pone ante la precariedad de la vida”

La puesta en escena Sangre como flores: La pasión según García Lorca, original del dramaturgo Eduardo Adrianzén, dirigida por el maestro Alberto Isola y protagonizada por Franklin Dávalos va en su segunda semana. Motivos de sobra para charlar con su autor. Allí va
Eduardo, después de ver Sangre como flores siento que estamos ante una puesta en escena totalmente fuerte...
¡Sí! Lo que le pasó a Federico García Lorca fue demasiado fuerte ¿no? Fue un asesinato cruel y Alberto Isola hizo de la obra un acontecimiento poético
¿Intensa?
¡Por supuesto!
¿Escribir esta obra, emocionalmente te quebró?
La obra en su conjunto fue muy difícil porque su escritura tiene muchos momentos siendo la muerte el tema principal. El proceso se torna duro pero cuando se va puliendo, vas familiarizándote con el material entonces lo conmovedor es verlo ya hecho, en escena, allí es donde te conmueves. En la idea original el acto de la muerte era una mancha de sangre terrible y Alberto lo reemplaza por la escena de los pétalos, lo cual fue poético.
¿Por qué Lorca?
Porque como personaje símbolo tiene que ver con dos aspectos: la cultura del éxito y el peligro del ocaso. Lorca es un personaje que tiene fama, poder; es una estrella que precisamente cuando está en el mejor momento de su vida, con mil proyectos por hacer, todo se va al diablo porque viene la aplanadora nazi, franquista en el caso de España. Me parece interesante el personaje quien no espera morirse y eso me pone ante la precariedad de la vida y me pone en escena lo efímero que puede ser todo cuando crees tenerlo todo y no es así ¡Nunca será así!

¿En la obra también se expone los miedos de Lorca ante la muerte?
Lorca tenía miedo a la muerte obvio. Tenía pesadillas y traumas con respecto a este hecho porque amaba la vida y la disfrutaba.
La parte concerniente a su relación con la madre...
Es parte de la fantasía de la obra. La madre era muy quejosa y es cierto que no le dio de mamar a sus hijos, había como un rechazo a la maternidad. En la obra el rollo de Lorca con la madre es totalmente ficticio, absolutamente imaginativo.
¿Qué te permitió Sangre como flores?
¡Felicidad! Siempre que hago teatro me siento bien.
¿Te sentiste feliz recreando a Lorca?
¡Muchísimo! Si hay algo que me agrada en esta vida, es meterme en épocas diferentes, en personajes de otros tiempos. El trabajo de involucrarse en otros mundos me parece rico pero al mismo tiempo tengo la necesidad de exponerlo al público.
¿Cuál fue el objetivo de escribir Sangre como Flores?
Es un tema relacionado con el artista, ¿cómo le toca vivir? Los artistas no viven en una nube, les pasa todo lo que les pasa al común de las personas, se enfrentan a situaciones que no se pueden controlar como la muerte.

Sangre como flores
ICPNA de Miraflores, 8 pm.
De jueves a lunes.