A diferencia del cine (La laguna dorada, El hijo de la novia, Lejos de ella, El diario de Noa, entre muchas más) en teatro, tratar el tema de la tercera edad no es frecuente, no es usual. Precisamente sobre esta temática habla la obra Después que pase el tren, historia original de la joven actriz, dramaturga y directora teatral Jimena Ballén Tallada, quien hace unos días formó parte del elenco de la exitosa creación colectiva P.A.T.R.I.A original del grupo Tránsito del cual forma parte. Después que pasa el tren, es una puesta en escena próxima a estrenarse en nuestra capital y recoge la experiencia de la autora y su relación con su abuela. Precisamente para hablar al respecto Lima en Escena fue en busca de Ballén. Allí va.
-¿Tiene un proyecto teatral próximo a estrenar?
-¡Sí! Recuerda que lo comentamos cuando se estrenó P.A.T.R.I.A…
- Por supuesto, háblanos un poco al respecto...
-La obra se llama Después que pasa el tren y la escribí durante mi estadía en Buenos Aires en donde estuve aproximadamente dos años estudiando Coach Ontológica.
-¿Para cuándo está previsto el estreno?
-Estrenaremos en septiembre en el Auditorio de Miraflores.
-Sabemos que la dramaturgia está bajo su responsabilidad, ¿en manos de quién recae la dirección?
-La actuación y dramaturgia corre a mi cargo y Katiuska Valencia es la directora.
-¿Cuál es la temática de Después que pase el tren?
-La obra toca un tema poco común y además muy interesante.
-¿Por qué?
-Porque enfoco el universo de las personas de la tercera edad.
-¿Un tema poco usual?
-¡Claro! En realidad la obra recoge aspectos de mi vida y de la relación con mi abuela y su estancia en un geriátrico.
-¿Todo esto sucedió en Argentina?
-Si, durante mis estudios de Coach. Después de estudiar, visitaba a mi abuela y poco a poco comencé a conectarme con el geriátrico y con todas las personas de la tercera edad del lugar.
-¿Una realidad radicalmente diferente?
-Una realidad con la cual empecé a tener contacto día a día y como bien tú lo dices, radicalmente distinta a lo que usualmente viven los jóvenes.
-¿Se quebró al observar todo este universo?
-¡Imagino que si!
-¿Por qué?
-Porque se trataba de una realidad totalmente ajena.
-¿Una historia diferente?
-Totalmente diferente. Visitar todos los días un geriátrico es descubrir otro mundo…
-¿Ancianidad es sinónimo de alzhéimer, demencia senil, enfermedades psiquiátricas?
-¡Por supuesto!
-¿Qué fue lo que más le impactó?
¡Sus recuerdos! Ellas viven en base a recuerdos de su etapa de juventud razón por la cual hay que entenderlas, tenerles paciencia…Un día visité a mi abuelita y la encontré muy alterada, tocia mucho, le ofrecí mi ayuda y solo me pedía hilo y aguja ¿? Y una semana entera estuvo solicitándome hilo y aguja ¿para “coser”?, ¿qué? no sé.
-Triste ¿no?
-¡Sí! En realidad ella me pedía el hijo y la aguja porque deseaba coser como tal vez lo hizo en su juventud…
-¿Qué aprendió de este hecho?
-Entrar en su código
-Una vez que ingresó en su código, ¿qué paso?
-La comunicación fluyó…
-¿Qué destaca de estas personas?
-Su sensibilidad. Un saludo, una caricia, es para ellas la felicidad entera. Ellas reciben cariño y son enormemente felices. En general, las personas de la tercera edad viven una rutina muy penosa y recibir un saludo y un cariño es convertir su día a día en felicidad, perdona la redundancia pero es así.
-¿La obra está planteada a manera de crítica o de reflexión?
-¡De reflexión! Es una historia que juega con los recuerdos y las emociones de mi abuela o de cualquier anciano.
-¿De allí el nombre?
-¡Sí! Es como el tren cuando pasa y se pierde en el infinito y no sabes que hay antes o después, es el tren de la vida, es un poco la metáfora sobre nuestra existencia cuando llegamos a la etapa de la tercera edad.
-¿Después que pasa el tren, es su primera obra en su papel de dramaturga?
-Es la segunda. La primera obra la escribí cuando terminé artes escénicas en la Universidad Católica y realicé mi primer proyecto que se llamó Tu serás Julieta, pero con Después que pasa el tren me siento más madura en cuanto a mi dramaturgia.
-Actualmente hay toda una ola de nuevos dramaturgos…
A los cuales deberían darle más promoción, llevar al teatro de manera continúa sus obras. Escucho de Mariana de Althaus, Eduardo Adrianzén pero ellos llevan años en esto. No hay mucha difusión de los dramaturgos jóvenes, nos quedamos con los nombre de los grandes y de hecho los respeto y en general la comunidad teatral los respeta pero debería promoverse más a los jóvenes dramaturgos.
-¿Cómo trabajas el Coach teatral?
-El coach teatral es una herramienta que sirve para muchas cosas, en especial, para transformar al individuo y motivarlo a que encuentre seguridad. Trabajé con chicos de pandillas y a partir de esta experiencia me di cuenta que a través del teatro ellos podían cambiar sus vidas, encontrar seguridad. ¡Es una experiencia muy interesante!
