¡Conversemos sobre cine! Siempre será un honor charlar sobre
cine con la escritora y cineasta Rossana Díaz. En esta ocasión la directora de Viaje a Tombuctú, premio Conacine en el 2010,
nos ofrece un paneo sobre las películas que se exhibieron en el último Festival de Cine
de Lima. Allí va
-¿Qué balance
nos puede hacer del reciente Festival de Cine de Lima?
-Ha sido
un festival con muy buenas películas latinoamericanas y de otros lugares del mundo. La temporada del Festival del Cine de Lima es la mejor etapa del año para alguien que ama el
cine. Es el momento de ver el desarrollo de directores ya conocidos y el
descubrimiento de directores nuevos con propuestas interesantes.
-De las
películas que se exhibieron y de las que tuvo la ocasión de ver ¿cuáles fueron
las mejores?
-Vi muchas
películas buenas. Me gustaron mucho Una separación, Le Havre, 17 chicas, Au
galop, A Roma con amor. De las latinoamericanas me quedo con El estudiante, Elefante Blanco, Abrir
puertas y ventanas, La sirga, Violeta se fue a los cielos, 3. De las
peruanas la que más me gustó fue Chicama.
No vi la que ganó el festival. Me quedé con las ganas.
-Se
presentaron cintas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, entre otros países de
la región, ¿cómo evalúa la actual cinematografía de América Latina?
-Tradicionalmente Argentina, Brasil, México, siguen teniendo propuestas innovadoras e interesantes. No dejan de experimentar y hacer buen cine. En el caso de Uruguay, Colombia
y Chile su cine se afianza año a año. En este segundo grupo también está el Perú, que cada vez presenta más
películas con propuestas muy distintas una de la otra.
-Colombia,
Chile y Perú, no se quedan atrás y sus recientes producciones cinematográficas
nos confirman que tienen lo suyo, ¿no?
-Chile y
Colombia tienen una mejor situación que el cine que se realiza en Perú, a nivel de leyes,
escuelas, fondos de cinematografía. En estos dos países
se está construyendo una industria que aquí todavía no ha llegado a despegar
del todo. Una película como Violeta se
fue a los cielos es de una factura impecable y nos da un ejemplo del
nivel de la cinematografía de Chile.
-Los
universos temáticos del cine latino actual hablan de fenómenos como el ciberespacio,
de la inmigración, de los desastres naturales, ¿cómo ha cambiado los temas en
la cinematografía latinoamericana actual?
-Pienso
que el cine latinoamericano está cada vez dejando de ser lo que
tradicionalmente se conocía como “cine latinoamericano”. Creo que esto se debe
al relevo de una generación. Hay muchos directores jóvenes que viven en un
mundo actual globalizado y que tocan los temas de manera nueva. Por ejemplo, El estudiante, es una película política,
pero el universo es completamente nuevo en el cine. Todo se desarrolla en un
campus universitario.
-De otro
lado, los biopic, siguen incólumes y atractivos en la cinematografía mundial y
la hispana no es la excepción, ¿qué le pareció le película argumentada en la
vida de Violeta Parra?
-Me
pareció una película impecable, con una actuación soberbia, con una puesta en
escena bien trabajada. La película funciona así uno conozca
a Violeta Parra o no. Nos identificamos
con el personaje inmediatamente, somos felices con ella, estamos tristes con
ella. Vivimos la película de principio a fin.
-Perú tuvo
una participación importante tanto en documentales como en largometrajes, ¿qué
trabajos cinematográficos nacionales le llamaron la atención?
-Vi
Chicama, Cielo Oscuro, Casa dentro y el documental Cuéntame de Bía. De las
ficciones la que más me gustó fue Chicama y el documental de Andrea Franco me
pareció muy interesante.
-¿Podríamos
afirmar que el cine peruano atraviesa por un periodo auspicioso?
-Creo que
el cine peruano aún no ha conseguido cimentarse del todo porque aún no se
construye una verdadera industria de cine. Hasta que en este país no haya una
escuela de cine pública donde los chicos puedan especializarse, la industria de
cine no existirá. En nuestro país la educación siempre ha sido el gran tema
pendiente y el cine no es una excepción. Se hacen películas con muchas
carencias económicas, pero también con muchos problemas a nivel de formación,
algo que afecta el producto final.
No hay verdaderas productoras de cine, las empresas están mayormente abocadas a la publicidad y de vez en cuando hacen una película. Si solo pueden hacer cine los pocos que se han especializado fuera, entonces el cine se convierte en un oficio de privilegiados. En países como Argentina, cualquier chico con talento puede estudiar cine gratis y especializarse en guión, dirección, fotografía, edición, arte, producción. Esto aquí no existe y los chicos empiezan a trabajar sin saber realmente todo lo que aún tienen que aprender, sin dedicarse exclusivamente a un oficio. La industria se genera con gente especializada.
No hay verdaderas productoras de cine, las empresas están mayormente abocadas a la publicidad y de vez en cuando hacen una película. Si solo pueden hacer cine los pocos que se han especializado fuera, entonces el cine se convierte en un oficio de privilegiados. En países como Argentina, cualquier chico con talento puede estudiar cine gratis y especializarse en guión, dirección, fotografía, edición, arte, producción. Esto aquí no existe y los chicos empiezan a trabajar sin saber realmente todo lo que aún tienen que aprender, sin dedicarse exclusivamente a un oficio. La industria se genera con gente especializada.
-Observo
que el cine peruano contemporáneo es heterogéneo en sus universos temáticos,
¿Qué nos puede decir al respecto?
-Es
cierto, cada película es un universo muy distinto a la siguiente, a nivel de
fondo y forma. Es como un gran archipíelago de películas, la verdad.
-La
película Chicama, del realizador trujillano Omar Forero, marcó la originalidad
por no decir la diferencia del cine capitalino y del interior del país, ¿qué le
pareció la película?
-En Chicama todo es como honesto y sincero. Los personajes son jóvenes y niños verdaderos con quienes uno se identifica
rápidamente. Me pareció una película necesaria, me conmovió.
-Chicama
nos da la posibilidad de tomar en cuenta y reconocer con justicia al cine
regional, de provincias, ¿no?
-Chicama nos da la posibilidad de conocer a un director
con talento y de saber que al menos en Trujillo se están
haciendo buenas películas. Esta cinta no se parece a otras que se han hecho
en provincias, no se puede generalizar, creo que estamos ante un autor, no ante
alguien que representa a muchos otros directores. Pero igual, este LM ha
demostrado que no solo en Lima hay cineastas.