El escritor Víctor Ruiz Velazco
presenta su primer libro de cuentos: “La felicidad es un arma caliente”, este martes
a las 7:30 de la noche en el Centro Cultural de España. El libro lo publica
Animal de Invierno en coedición con la editorial mexicana Librosampleados. En
la mesa de presentación figuran: Bruno Polack y Martín López de Romaña. Modera el
editor Leonardo Dolores.
Precisamente sobre “La felicidad es un arma
caliente”, dice el texto de contraportada:
“En Sobre la violencia: seis
reflexiones marginales, Slavoj Zizek cuenta la anécdota de un hombre sospechoso
de robar en el trabajo. Cada tarde los vigilantes inspeccionan su carretilla,
pero nunca encuentran nada. Un día descubren el truco: lo que el trabajador
está robando son las carretillas. En los cuentos de La felicidad es un arma
caliente ocurre una operación similar; el lector va confiado por un callejón en
apariencia bien iluminado y debe intentar capturar la totalidad de símbolos que
se le muestran. Un pestañeo puede significar perderse en un laberinto. Por esta
razón, para leer las nueve historias que componen este libro, hay que reconocer
los síntomas, pero desde lejos, manteniendo una prudente distancia frente a las
luces que nos pueden cegar.
En la prosa de Víctor Ruiz Velazco
hay una preponderancia por el detalle. No se busca representar un gran fresco
social, sino las emociones (es insoslayable el leit motiv del personaje
femenino como enigma, algo disruptor de la normalidad; otros cuentos tienen
como telón de fondo los años de violencia, pero este acercamiento siempre se da
desde lo subjetivo, nunca buscan reivindicar o denunciar): el narrador mira su
mundo desde un microscopio, una suerte de entomología expresada en el método de
comprensión y exposición de personajes, e intenta alumbrar esos momentos en que
el hombre se torna débil y consciente de su futilidad.
A todas estas virtudes hay que
sumarle el manejo de una prosa armónica que es rica en matices y que sabe
llevar a buen puerto la trama. Siempre se habla de una división entre
narradores (la manera de contar) y prosistas (el estilo), Ruiz Velazco sabe
amalgamar estos dos elementos por igual. Sus historias resuenan en la música y
la arquitectura de las texturas, surcos y relieves resistiéndose a entregar
solo palabras".