Estas obras de origen distinto tienen
una fuerte influencia del grafiti y las artes gráficas en general
Máquina para producir dulces reúne una
selección de la cuantiosa obra en collage que Miguel Lescano ha trabajado
ininterrumpidamente en los últimos 25 años de labor artística. A través de la
iconografía del pop achorado, su lenguaje plástico nos ofrece una mirada
crítica e irónica mediante la utilización de colores sugestivos que pretenden
generar múltiples interrogantes respecto a la transformación y fragilidad de
nuestra sociedad.
Esta antología recorre veinte cinco
años de obra. La selección hecha supone el énfasis sobre el collage, técnica
que se puede encontrar a lo largo de toda la producción del artista. Estas
obras de origen distinto tienen una fuerte influencia del grafiti y las artes
gráficas en general. En ellas podemos ver una constante de irreverencia y
catarsis por la forma en que se presenta una urgencia de comunicar o mostrar.
En estos veinte cinco años de
producción pictórica, Lescano ha logrado forjar un lenguaje propio donde su
proceso plástico lo ha llevado a la plena expresión de emociones ordenadas de
manera muy meditada. Tomando lo abstracto como base, Lescano desarrolla
conceptos visuales del collage para transmitir y extender sus vivencias y
experiencias personales, “las cuales se suman para dar la transformación
plástica del dato que fuera su punto de partida” (Villacorta, 1993).
Su trabajo está mejor logrado cuando
yuxtapone elementos de sus experiencias más cercanas y familiares y su
conciencia conceptual de los hechos reales. Por el manejo de los elementos
pictóricos comunes —los que el artista escoge conscientemente—, pero al mismo
tiempo por la composición que parece abstracta al azar, Lescano elabora un
lenguaje que permite que su proceso plástico se combine con la poesía, y así
desarrolla una plena expresión de una inteligencia ordenada de sus emociones.
Estos 25 años de trabajo han permitido
al artista establecer un estilo artístico marcado y original que le ha
posibilitado tener un diálogo con artistas de su generación (y con generaciones
menores), usando diversos registros o medios: la música, la poesía, la
performance, entre otros. Nicolás Tarnawiecki y Charles Miró Quesada.