jueves, 31 de diciembre de 2015

Diego La Hoz: “No se está pensando en el espectador como protagonista del hecho teatral sino como un cliente”




 “La nueva dramaturgia limeña se acerca más a intereses dominantes”, dice el director de Espacio Libre Teatro en la presente entrevista



Foto: Espacio Libre



Por un tema de desinformación, muchos aún consideran que el teatro peruano se reduce a la cartelera de las contadísimas salas convencionales de Miraflores o al puñado de teatros de los Centros Culturales de nuestra ciudad capital... ¡No jóvenes! ¡No señoras y señores! Desde hace algunas décadas, en distintos puntos de Lima como Carabayllo, Comas, El Agustino, Villa El Salvador, entre otros lugares, emblemáticos y frescos grupos y colectivos vienen cimentando un teatro alternativo el cual recorre la ciudad, el país y algunas metrópolis de la Región.

De otro lado, actividades como la Muestra Regional de Teatro Peruano, la Muestra Nacional de Teatro Peruano o el Encuentro de Teatro Actual, constituyen interesantes plataformas para dar a conocer los recientes trabajos de los diversos grupos no solo de Lima sino también de provincias. Precisamente para charlar al respecto, Lima en Escena entrevistó al actor y director Diego La Hoz, uno de los pocos conocedores de estos temas.




-Diego, ¿cuál fue el desenvolvimiento del segmento teatral de este año 2015?

Este ha sido el año de la batucada mediática de las plataformas financiadas. Y este fenómeno responde al poco público que va al teatro frente a la enorme oferta de propuestas. O sea, no se está pensando en el espectador como protagonista de hecho teatral sino como un mero cliente. Y ahí, sigue ganando el cine o las cervezas en algún bar de moda. Tómese en cuenta, además, que muchos de estos espacios han abierto talleres, han traído maestros de otras latitudes y han empezado a priorizar en sus agendas viajes a festivales internacionales de importantes presupuestos.

La competencia se ha vuelto sangrienta. Por eso, sospecho, que el amén de la nueva dramaturgia limeña se acerca más a intereses dominantes. Bien por los nuevos (y viejos) escritores teatrales.  Sin embargo, este año no ha cambiado mucho respecto de los últimos cinco. Seguimos teniendo apuestas escénicas repetitivas, predecibles y pomposas que responden a la subestimación del espectador que se le apunta “poco crítico y con ganas de reírse”. Los esfuerzos los veo más puestos en la “ganancia” que en la construcción de teatros con más riesgo y compromiso social.

Sin duda, nuestro conocido centralismo también se aplica a las crecientes ciudades de nuestro país que suelen seguir (a) los patrones limeños. Hay excepciones de enorme valía que siguen siendo promotores de un teatro más propio. Ahora solo falta que se empiece a articular el movimiento de respuesta que equilibre nuestro quehacer nacional.

-De otro lado y desde tu perspectiva, ¿cuáles fueron las actividades teatrales más relevantes?

Nombraría primero la Muestra Regional de Teatro Peruano que organizó la AAA y que reunió a casi veinte grupos. Pienso que es el inicio de un renovado intento por volver a la idea primigenia de una reunión plural y participativa. Iniciativa que continuó en Tacna unos meses después en la Muestra Nacional de Teatro Peruano organizada por el grupo Deciertopicante. Quiero referirme también al XX Encuentro de Teatro Actual que, con harta tenacidad y religiosa continuidad, celebra el grupo Barricada en la ciudad de Huancayo.

El Festival de El gato y la luna del grupo Grecia de Comas. El Festival Interactivo de Teatro de Letras de la Universidad San Marcos. Toda reunión teatral es una oportunidad para el diálogo y el aprendizaje compartido. Es importante reconocer el esfuerzo de los grupos de Lima Sur y Lima Norte que permanente promueven encuentros con diversos colectivos para consolidar sus redes. No puedo dejar de incluir las publicaciones que surgen de los concursos de La Plaza, El Británico y El Ministerio de Cultura. Y por supuesto, las dos publicaciones de la emblemática Revista Muestra. Sería injusto no poner en evidencia las dos ediciones on-line de la Revista de Crítica y Teoría “Teatralidades”.

 Publicar es dejar testimonio y documentar aquello que estamos construyendo juntos. ¡Tarea obligatoria! Finalmente, debo referirme a los Encuentros Macro Regionales del Programa Puntos de Cultura que aglutina colectivos no solo teatrales para incidir políticamente en la propuesta del Proyecto de Ley que gestamos en Cuzco en diciembre de 2013.



-Nuestro segmento teatral se cimenta entre quienes apuestan por un teatro inclusivo, de grupo, de autores y/o dramaturgia peruana, de casas teatrales y aquellos que apelan a elencos comerciales y/o “marketeros”, salas y dramaturgia convencional. ¿Qué labores destacadas han realizado cada una de estas vertientes o todo quedó en el mero teatro de la diversión?  

En la primera parte de esta entrevista comento mi punto de vista sobre el panorama actual de nuestros teatros. Básicamente limeños y de tendencia homogeneizante. Según eso, cada institución actúa según corresponda a sus objetivos y estrategias. Pienso que todo lo que se hace, tenga coherencia ética o no, va a aportar a diferenciarnos…

Y esa diferencia se convertirá en nuestra mayor fortaleza. Recién ahí valdrá la pena competir. En el sentido saludable de la palabra. Quiero mencionar la apertura de espacios no convencionales como un hecho que prepara el camino para esta nueva plataforma de teatristas que apuestan por el arte y la no censura. En este circuito también han encontrado interesantes oportunidades otras expresiones escénicas como la narración y los títeres. Que por cierto son comunidades que están ganando cada vez más visibilidad y demanda.

 Por otro lado, una labor fundamental para suplir el monopolio de la prensa, es la presencia constante de blogueros que ejercitan su pluma crítica y articulista para desmenuzar el entorno escénico: El escenario imaginado, El teatro sabe, Las fauces de la musa, El teatro de mi vida, Critica Teatral Sanmarquina y El Oficio crítico, este último todos los años se reúne con varios de los mencionados y organiza una entusiasta premiación al teatro limeño. También tenemos agendas y revistas virtuales cada vez mejor elaboradas como Lima En Escena.

-Charlemos del teatro inclusivo, ¿qué obras estrenadas en este 2015 debemos destacar?

Este año tuvimos la oportunidad de encontrarnos con muchos teatristas y conocer nuevas formas de grupalidad y por lo tanto de propuestas. En Lima, destacaría “Más pequeños que el Guggenhein” de Molinos de Viento, “El cuento del hombre que vendía globos” de VI Butacas y “Arlequín Rey” de Carpe Diem porque son resultados bien cuidados que devienen de un interés colectivo. “Me enamoré otra vez” de Isabel Menéndez es una obra de narración oral que ficciona con gran talento su propio testimonio y lo intercala con cuentos que generan un eficaz abrazo con el espectador.

También pude ver una versión muy fresca y comprometida de “Los Ernestos” de la última generación de Cuatrotablas. Me gustaría resaltar el bello trabajo de La Escuela de Teatro y Circo de El Agustino con “Hay que seguir soñando” y los jóvenes actores de Arena y Esteras que hicieron “Leyendas y malabares”. Hay un texto que amo y que este año volvió a los escenarios con dirección de Fito Bustamante se trata nada y nada menos que de “Tiernísimo animal” de J.C. Méndez. Me llamó la atención un tejido de colectivos cuzqueños bastante joven conformado por Dramas y comedias, Ignis Fatuus y Puertabierta. Este último presentó una versión del cuento popular “María Marimacho” muy bien lograda.

También pude disfrutar una versión de la obra de María Teresa Zúñiga “Atrapados” del grupo Transverso de Jauja. Imposible dejar de nombrar el conmovedor y urgente trabajo del grupo huancaíno Barricada con “El carnaval de la muerte”. Dije urgente porque hace un duro llamado a la memoria y su esquiva danza en la historia. En una línea física bastante particular conocí al grupo huanuqueño Teatro Derecho con la obra “La tentación de Judas”.

También quisiera referirme a dos grupos tacneños que pude ver y disfrutar. Por un lado, Deciertopicante con un trabajo escénico experimental llamado “En busca de la luz” y por otro, Rayku Teatro con una crítica y potente sátira nunca mejor bautizada con “Y… ¿En qué estás pensando?”. Del norte tuvimos en Casa EspacioLibre a Estación Producciones de Chiclayo con una bellísima y delicada pieza denominada “Dinosaurios”… Y para completar el plato la obra “Cuando tengas que partir” del novel grupo piurano Parada Alterna. Finalmente, no me puedo escapar a la tentación de agradecer el regreso de Brecht y del grupo Aviñón a las tablas arequipeñas con “La excepción y la regla”. ¿Bastante no?




-De las salas convencionales, ¿cuáles fueron las obras que llamaron tu atención?

Reconozco que he visto muy poco teatro limeño del circuito oficial. Primero porque me aburre y segundo porque es muy caro. Sin embargo, me gustó mucho “Piaf” dirigida por Joaquín Vargas Acosta básicamente por la hermosa música en vivo y la magnífica interpretación de Patricia Barreto. Siempre amé a La Piaf… Y reconozco que La Alianza Francesa es un teatro al que siempre le he tenido un enorme cariño.

Ahí pude ver también “Un monstruo bajo la cama” con la dirección del buen Gabriel De La Cruz. Hay temas que deben tocarse, testimoniarse y celebrarse. Quisiera resaltar dos buenos espectáculos lúdicos, vitales y gran virtuosismo: “Estate quieto” de la Compañía Circo Andante y “Los regalos” de la Compañía de Teatro Físico. Es infaltable nuestra visita a La Tarumba que este año nos trajo “Zani”. Siempre un orgullo por lo que representan como hermanos mayores. Otro espacio que quiero, porque ahí empecé, es El Mocha Graña de Barranco, y lo último que vi fue “Hoy prometo no mentir” de Gonzalo Rodríguez Risco, un texto con el que viaje como si lo hubiera hecho para mí. En fin, mis cosas.




-No podemos concluir esta entrevista sin hacer alusión al trabajo del Espacio Libre Teatro cuyo año 2015 ha sido fructífero tanto en cartelera como en sus habituales periplos por diversos puntos de la ciudad, el país y también fuera de él. Háblanos al respecto.

Este año para EspacioLibre ha sido muy intenso. Hemos tenido tres nuevas obras “Entre nubes y alcantarillas”, “Mientras canta el verano” y “RaTsodia”. Todas, experimentos escénicos que han partido de objetivos pedagógicos y de investigación. Me tocó redactar el Mensaje Nacional por El Día Mundial del Teatro por encargo del ITI-Unesco. Viajamos a Arequipa, Tacna, Huancayo y Chiclayo. Además estuvimos por el norte de Chile. Y nuestros permanentes recorridos por diversos espacios no convencionales de la ciudad. Y quizá lo más importante es que logramos sacar nuestro libro recopilatorio “Donde Nada (H)era - Quince Años de Teatro Libertario”. ¿Algunas estadísticas? En Casa EspacioLibre hemos tenido 54 obras de teatro, 188 funciones y alrededor de 3000 visitantes que han dejado su huella y muchos se vuelven nuestros asiduos caseritos.

-¿Qué actividades inaugura este 2016 Espacio Libre Teatro?


El 2016 arranca con las funciones de los sobrevivientes de nuestro Taller de Dirección Escénica “Gramática del primer espectador”. Y con dos estrenos en los obviamente estamos trabajando. Uno con nuestro Laboratorio “Libera(c)ciones” que ha tomado como disparador el Movimiento Cólonida de 1916. El otro es un (re)estreno que celebra los inicios de EspacioLibre. Aquí me toca comentar que nuestro espacio de talleres sigue a la espera de nuevos participantes. “Libre Verano Libre” le llamamos y es una buenísima oportunidad para conocernos. Finalmente, eso es el teatro: “encuentro”.


Foto: Espacio Libre