El libro “La destrucción es blanca”, de la poeta peruana radicada en Roma,
es uno de los poemarios más importantes del 2015
Fotos: Rosana López Cubas
A través de su poética, la joven autora peruana Myra Jara, nos invita a descubrir, conocer,
dominar y poseer sus vastas geografías pobladas de sombríos individuos quienes
danzan en paralelo con sus compases líricos, dancísticos y sus desplazamientos
por los más soterrados espacios de las grandes metrópolis como Hamburgo, Nueva
York, Roma.
A partir de esta representación nos dejamos seducir por sus sorprendentes versos
que nos permiten contemplar situaciones de caos que todo individuo vive o
experimenta en una ciudad que bien podría ser Lima o Roma. Admiradora de la poética
de Ana Ajmátova, Paul Celan, César Vallejo, Jorge Eduardo Eielson, Emilio
Adolfo Westphalen, Blanca Varela, Carmen Ollé, entre otros, Myra Jara empezó a escribir desde chica.
De adolescente volcaba toda su escritura en un cuaderno a manera de diario.
Ya en su etapa adulta y a punta de disciplina dio rienda suelta a los versos
que nacían uno tras otro. Así llegó su primer libro “La destrucción es blanca”
(Lustra, 2015), ópera prima que ha recibido elogiosos comentarios de parte de
la crítica y sus más acuciosos lectores. Al respecto Lima en Escena charló con
la poeta.
-Todo ese armazón de tu cotidiano,
de tus periplos por diversas ciudades, de tus círculos familiares que
descubrimos en tu poemario me hacen pensar más en una construcción que en una
destrucción…
-Por eso es blanca, es una construcción transparente. Es como una
destrucción en el espejo, un reflejo suave, limpio, no negativo. Escogí la
palabra blanca para redondear el nombre del libro porque uno de los versos se
llama así. Encontramos espacios de transparencia para situar cosas, elementos
nuevos. Cada poema del libro no tiene fin, por el
contrario, empieza todo y cada historia continuará en mi próximo libro. ¡Escribiré
por siempre…!
-En parte de esta edificación poética
nos ofreces geografías citadinas pobladas de singulares personajes y observamos también algunas
pinceladas de tu círculo familiar…
-El libro está escrito en dos partes. Podemos leer los poemas largos cuyas
historias son de corte narrativo y los más breves que son más líricos. Actualmente
vivo en Roma. Antes radiqué en Alemania y Estados Unidos, países en donde me
adapté sin problema pese a lo diferentes que son estas sociedades. Me sentí
ajena a la ciudad, sin embargo, empecé a descubrirla, conocerla, dominarla,
poseerla, cosa que no me ocurrió con mi familia. No pude enajenarme
lo suficiente de mi familia como para reconocerla, dominarla, disfrutarla y
controlarla. Es algo que no lo pude hacer razón por la que escribo al respecto.
-Eres bailarina,
modelo, escritora, en suma una artista multidisciplinaria. La protagonista
danza, toma espacios, da lecciones…
-La protagonista es una joven bonita que está consciente
de su atractivo, de su juventud y de su capacidad para bailar. Definitivamente
el desparpajo y atrevimiento de la danzarina lo encuentras en la soltura de los
versos. Ella no grita sino tiene una manera peculiar de decir las cosas a través
de imágenes suaves, crudas, más no rimbombantes. Este libro se hizo de la
fragilidad, de la destrucción, de la sensualidad intensa de la intérprete.
-Es manido hablar de
poesía erótica, sin embargo, tu poética también posee sensualidad…
-Lógico. Soy una persona sensual, intensa, pasional, y de
alguna manera todo esto se refleja en mi trabajo poético. La sexualidad no es simplemente
el acto mecánico de llegar al coito. El arte de amar es un recorrido por la
vida, riquísimo en experiencias, en personajes, en imágenes.
-Nada es transgresor
en materia del goce de los cuerpos…
-En absoluto… El problema es que estos temas no son
comprendidos fácilmente en un país como Perú, ni en ningún país del mundo es
fácil tocar el tema del deseo, la sexualidad. No es sencillo para una mujer
abordar estos temas. Para cada individuo hablar sobre sexualidad debe ser
cómodo. Soy una mujer intimista y me siento cómoda tocando este tema. Es como hablar
de mi niñez, mi infancia, pero pocos lo entienden.
-A través de la
lectura total del libro también observamos recurrente el tema de la muerte, ¿no?
-Siempre me preguntan por qué hablo de la muerte siendo
tan joven o porqué del sexo, en fin. La muerte es un tema permanente en mi vida.
Estuvo presente a propósito de una enfermedad que me llevó al hospital por dos
años. La muerte es un tema cotidiano que nos afecta a todos. Es un fenómeno que
nos deja boquiabiertos desde niños. He visto personas morir y soy consciente
que también partiré. Es inevitable hablar sobre la muerte.
-Recorrer el mundo o
parte de él te permitió experimentar la libertad plena aspecto que no te
permitió tu núcleo familiar. Justamente este tema se refleja también en algunos
pasajes…
-No tuve una infancia fácil. Ahora tengo una maravillosa
relación con mis padres como consecuencia de mi etapa adulta. La adultez me permite
entenderlos, admirarlos, perdonarlos y ellos también. Cuando era niña no fue
así. Hubo períodos de mi infancia incomodos, extraños. No es fácil la crianza
cuando son las chicas de servicio la responsables de verte. Es difícil para un
niño vivir en esas circunstancias.
-Este poemario está
dedicado a tu compañero. En contraposición con algunos autores que
categóricamente afirman que sus protagonistas no forman parte de su círculo
familiar o amical los tuyos pueblan tu poética…
-Debemos distinguir la escritura poética de la narrativa.
En la narrativa hay una mayor tendencia a ficcionar los personajes. La poesía
es un acto que va entre lo consciente y lo inconsciente. En general, la
escritura es un descubrimiento. Uno no sabe porque escribe una cosa después de
la otra. No tengo ningún problema en afirmar que la voz poética no se puedes
deslindar de la persona.
-La construcción es
blanca, es un poemario apreciado tanto por algunos críticos como por
renombrados poetas. No es fácil para una poeta joven y mujer destacar con su
ópera prima. ¿Qué opinas al respecto?
-Humildemente creo que toda esta recepción es justa. Este
poemario lo escribí con suma honestidad. Más allá de los elogios, es un libro
que se debe leer.
Sobre la autora
Myra Jara nació en Lima en 1987 y vive en Roma. Estudió
Humanidades en la PUCP (Perú), la JUB (Alemania) y La Sapienza (Italia). Practicó
Danza Contemporánea en Lima y Nueva York. Formó parte del staff del Festival Internacional de Poesía
de Lima. Poemas suyos han sido publicados en las revistas Le Parole e Le Cose (Italia),
Nuovi Argomenti (Italia), La Otra (México), Ny Tid (Finlandia), Otro Lunes (España). En Octubre de 2015
publicó su primer libro “La destrucción es blanca” (Lustra, 2015).