miércoles, 6 de abril de 2016

Malcolm Malca: “Deseo hablar sobre cómo se tejen las relaciones a partir de la corrupción y la deslealtad”






Director de la pieza de microteatro Purgatorio nos aproxima a esta interesante obra que reflexiona sobre hechos del régimen fujimontesinista





¿Ya vieron Purgatorio? … La historia del ex-asesor presidencial del gobierno más corrupto del Perú y su amante, la mujer que precipitó la caída de este régimen. Purgatorio nos traslada al reencuentro entre Matilde Pinchi Pinchi y Vladimiro Montesinos. Ninguno puede escapar de la memoria del otro. Se vuelven a ver en un bar antiguo del centro de Lima.

Este fin de semana llega a su fin la octava temporada de Microteatro “Por tus elecciones”, razones de peso para no dejar de ver la pieza de teatro “Purgatorio”, puesta dirigida por Malcolm Malca. Dramaturgia: Vera Castaño y Malcolm Malca. Interpretación: Vera Castaño y Gonzalo Molina. Al respecto Lima en Escena entrevistó al director.




-Malcolm, Purgatorio es una obra de Microteatro que reflexiona sobre una herida latente en la sociedad peruana: la corrupción del régimen fujimontesinista. A partir de una candente relación amorosa, la obra nos conduce por hechos nefastos. La dramaturgia trasciende a la par con la puesta en escena. Háblanos al respecto.

-La obra la escribimos Vera Castaño y quien te habla. Ambos hicimos la investigación a partir del interés de cómo se gestan las relaciones de pareja en nuestra sociedad y cómo muchas de estas germinan desde la corrupción, desde la deslealtad, con el único objetivo de conseguir poder y éxito... Son precisamente estas ambiciones las que nos llevan a relacionarnos con personas desleales y corruptas. Quizás en nosotros existe algo que dialogue con estos elementos razón por la cual reincidimos en este tipo de parejas.

-Desde tu reflexión no crees que vivimos una larga y recurrente crisis ética y moral…

-Un buen porcentaje de la población limeña arma sus relaciones de pareja sin importarles el tema ético y moral. Esto se refleja en los repetidos idilios inmersos en el escándalo y la corrupción en todos sus niveles. Todo esto lo podemos observar en el día a día.

-Centrémonos en la dramaturgia. ¿De qué manera tejes el tema sexual de una pareja, -performance que observamos a lo largo de las relaciones de los dos protagonistas  de Purgatorio-, con el tema de la corrupción de los 90, el período de crisis político más devastador en la historia peruana?  

-Para armar la obra empezamos a revisar la historia de una serie de parejas que en los últimos 30 años han estado ligadas al poder en nuestro país. En realidad no había pensado en Vladimiro Montesinos ni en Matilde Pinchi Pinchi. Es más, cuando se me cruzó por la cabeza el nombre de Montesinos pensé en Jackeline Beltrán, su amante oficial. Investigando más sobre las mujeres con las cuales estuvo relacionado me topé con los testimonios de Matilde Pinchi Pinchi, publicados en diversos medios a lo largo de estos últimos años. Me sorprendió ver como ella, pese a no ser su amante oficial, hablaba de una relación importante en su vida. Tan trascendental como lo puede ser una esposa en un matrimonio oficial, legal. ¡Sorprendente!




-Esta relación fue devastadora para Pinchi Pinchi. Después de tanto maltrato, ella asume una venganza que a la larga desenmascara toda una red de corrupción nacional…

-Sí, y lo hace, según sus propios testimonios, para sobrevivir. Cuando leí su alegato sobre estos hechos me pareció perturbador…

-¿Por qué?

-Porque pensé cuánto defendió esta mujer la posibilidad de tener una relación de igual a igual con este hombre… Aceptó ser una amante soterrada, aceptó grabarle sus orgías, aceptó alistarlo para que se marche con otras mujeres, aceptó guardarle sus secretos, su plata… ¡Aceptó todo tipo de humillaciones! Únicamente cuando fue consciente de que este hombre fue capaz de matarla reaccionó y tiró la “bomba”. Denunció sus atrocidades a los medios. Fue una forma de decir: tú o yo.

La actitud de Pinchi Pinchi te da una idea de cómo uno elige a sus parejas para garantizar cierto poder. Ella se enamora de este personaje que poco a poco la trae abajo como ser humano y es interesante observar esta relación de lealtad y es importante también observar la condena. Uno de los dos tiene que matar física o simbólicamente al otro. Ella al darse cuenta que no tenía escapatoria decide matarlo mediáticamente, moralmente, denunciándolo a los medios de prensa.

-Lo hace, lo logra…se redime

-¡Claro! Justamente sobre este episodio me pregunto por qué acabar una relación de pareja así. En Lima debe haber un porcentaje importante de personas que a pesar de sí mismos pueden sentirse identificados con este tipo de relaciones. Inconscientemente, buscan relacionarse con personas que le garanticen esta clase de dependencia perturbadora, que termina en una traición hiriente.

-¿Por qué Vladimiro Montesinos?

-Para ser honesto, en el inicio no pensé en un político. Buscaba la historia de una pareja para hablar sobre cómo se tejen las relaciones a partir de temas como la corrupción, la deslealtad, el sufrimiento o la mezquindad…

-Sin embargo concluyes recreando en escena la relación de pareja entre Montesino y Pinchi Pinchi, aspecto que irremediablemente toca el tema de la memoria…

-Fue de manera inconsciente. No partí de la idea de hacer una obra que hable de la memoria. Deseaba denunciar el hecho de elegir a estos políticos porque algo de ellos dialoga con nosotros. Finalmente, al darme cuenta que abordaba el tema de la memoria decidí encaminar el trabajo desde esta óptica.  

-Más allá de los conflictos de pareja entre dos seres públicos y corruptos la obra toca el tema de la memoria. Nos invita a abrir los ojos…

-Me interesa observar cuánto de nosotros hay en estos políticos corruptos. Siempre me pregunto por qué somos tan compasivos, porqué elegimos gente desleal si sabemos que nos arruinará. Deseaba hablar sobre todos estos seres en escena. Me pareció interesante rescatar el tema de la memoria también.




-El final es rotundo: la cadencia amorosa de la pareja fusionada con las imágenes de los vladivideos…

-Me interesa que el espectador vaya reconociendo, vaya construyendo su propio imaginario a partir de nuestra dramaturgia, nuestra historia y puesta en escena. Finalmente, me agrada la idea de recordar al ex presidente Fujimori quien en su momento abandonó el país, en una actitud cobarde. Una actitud absolutamente reprobable.

-¿Cómo observas nuestra actual coyuntura electorera?

-Con tristeza. Me desilusionó ver como Acuña repuntaba en las encuestas. Un hombre vinculado al lavado de dinero, al plagio, al tráfico. Es interesante ver cómo este tipo de personajes que violan la ley obtienen tanta popularidad. Otro tipo de político que nos interesa mucho es Julio Guzmán. En lo personal Guzmán me pareció el ser más ambiguo, sin embargo, se debe de admitir que la ambigüedad, la ilegalidad, nos despierta sentimientos fuertes. Nos atrae, nos magnetiza.  Por otro lado, nos seducen también los autócratas, los tiranos como Fujimori. Todo esto me da mucha pena.

-¿A qué le atribuyes que gran parte de la población peruana apueste por Keiko por ejemplo?

-A la falta de educación. En nuestra sociedad se pondera el éxito por el éxito. Nos cuesta tener una vida digna. Nos cuesta trabajar de manera honesta.