Director de la pieza de microteatro Purgatorio nos aproxima a esta
interesante obra que reflexiona sobre hechos del régimen fujimontesinista
¿Ya vieron Purgatorio? … La historia
del ex-asesor presidencial del gobierno más corrupto del Perú y su amante, la
mujer que precipitó la caída de este régimen. Purgatorio nos traslada al reencuentro
entre Matilde Pinchi Pinchi y Vladimiro Montesinos. Ninguno puede escapar de la
memoria del otro. Se vuelven a ver en un bar antiguo del centro de Lima.
Este fin de semana llega a su fin la
octava temporada de Microteatro “Por tus elecciones”, razones de peso para no
dejar de ver la pieza de teatro “Purgatorio”, puesta dirigida por Malcolm
Malca. Dramaturgia: Vera Castaño y Malcolm Malca. Interpretación: Vera Castaño y Gonzalo
Molina. Al
respecto Lima en Escena entrevistó al director.
-Malcolm, Purgatorio es una obra de Microteatro que reflexiona sobre una herida
latente en la sociedad peruana: la corrupción del régimen fujimontesinista. A
partir de una candente relación amorosa, la obra nos conduce por hechos nefastos. La
dramaturgia trasciende a la par con la puesta en escena. Háblanos al respecto.
-La obra la escribimos Vera Castaño y
quien te habla. Ambos hicimos la investigación a partir del interés de cómo se
gestan las relaciones de pareja en nuestra sociedad y cómo muchas de estas germinan
desde la corrupción, desde la deslealtad, con el único objetivo de conseguir poder y éxito... Son precisamente estas ambiciones las que nos llevan a
relacionarnos con personas desleales y corruptas. Quizás en nosotros existe
algo que dialogue con estos elementos razón por la cual reincidimos en este
tipo de parejas.
-Desde tu reflexión no crees que vivimos una larga y recurrente crisis
ética y moral…
-Un buen porcentaje de la población
limeña arma sus relaciones de pareja sin importarles el tema ético y moral. Esto
se refleja en los repetidos idilios inmersos en el escándalo y la corrupción en
todos sus niveles. Todo esto lo podemos observar en el día a día.
-Centrémonos en la dramaturgia. ¿De qué manera tejes el tema sexual de una pareja,
-performance que observamos a lo largo de las relaciones de los dos protagonistas de Purgatorio-, con el tema de la corrupción de
los 90, el período de crisis político más devastador en la historia peruana?
-Para armar la obra empezamos a revisar
la historia de una serie de parejas que en los últimos 30 años han estado
ligadas al poder en nuestro país. En realidad no había pensado en Vladimiro Montesinos
ni en Matilde Pinchi Pinchi. Es más, cuando se me cruzó por la cabeza el nombre
de Montesinos pensé en Jackeline Beltrán, su amante oficial. Investigando más sobre
las mujeres con las cuales estuvo relacionado me topé con los testimonios de Matilde
Pinchi Pinchi, publicados en diversos medios a lo largo de estos últimos años. Me
sorprendió ver como ella, pese a no ser su amante oficial, hablaba de una
relación importante en su vida. Tan trascendental como lo puede ser una esposa
en un matrimonio oficial, legal. ¡Sorprendente!
-Esta relación fue devastadora para Pinchi Pinchi. Después de tanto
maltrato, ella asume una venganza que a la larga desenmascara toda una red de
corrupción nacional…
-Sí, y lo hace, según sus propios
testimonios, para sobrevivir. Cuando leí su alegato sobre estos hechos me
pareció perturbador…
-¿Por qué?
-Porque pensé cuánto defendió esta
mujer la posibilidad de tener una relación de igual a igual con este hombre… Aceptó
ser una amante soterrada, aceptó grabarle sus orgías, aceptó alistarlo para que
se marche con otras mujeres, aceptó guardarle sus secretos, su plata… ¡Aceptó
todo tipo de humillaciones! Únicamente cuando fue consciente de que este hombre
fue capaz de matarla reaccionó y tiró la “bomba”. Denunció sus atrocidades a
los medios. Fue una forma de decir: tú o yo.
La actitud de Pinchi Pinchi te da una
idea de cómo uno elige a sus parejas para garantizar cierto poder. Ella se
enamora de este personaje que poco a poco la trae abajo como ser humano y es
interesante observar esta relación de lealtad y es importante también observar la
condena. Uno de los dos tiene que matar física o simbólicamente al otro. Ella
al darse cuenta que no tenía escapatoria decide matarlo mediáticamente,
moralmente, denunciándolo a los medios de prensa.
-Lo hace, lo logra…se redime
-¡Claro! Justamente sobre este episodio
me pregunto por qué acabar una relación de pareja así. En Lima debe haber un
porcentaje importante de personas que a pesar de sí mismos pueden sentirse
identificados con este tipo de relaciones. Inconscientemente, buscan
relacionarse con personas que le garanticen esta clase de dependencia
perturbadora, que termina en una traición hiriente.
-¿Por qué Vladimiro Montesinos?
-Para ser honesto, en el inicio no
pensé en un político. Buscaba la historia de una pareja para hablar sobre cómo se
tejen las relaciones a partir de temas como la corrupción, la deslealtad, el
sufrimiento o la mezquindad…
-Sin embargo concluyes recreando en escena la relación de pareja entre Montesino
y Pinchi Pinchi, aspecto que irremediablemente toca el tema de la memoria…
-Fue de manera inconsciente. No partí
de la idea de hacer una obra que hable de la memoria. Deseaba denunciar el
hecho de elegir a estos políticos porque algo de ellos dialoga con nosotros.
Finalmente, al darme cuenta que abordaba el tema de la memoria decidí encaminar
el trabajo desde esta óptica.
-Más allá de los conflictos de pareja entre dos seres públicos y corruptos
la obra toca el tema de la memoria. Nos invita a abrir los ojos…
-Me interesa observar cuánto de
nosotros hay en estos políticos corruptos. Siempre me pregunto por qué somos
tan compasivos, porqué elegimos gente desleal si sabemos que nos arruinará. Deseaba
hablar sobre todos estos seres en escena. Me pareció interesante rescatar el
tema de la memoria también.
-El final es rotundo: la cadencia amorosa de la pareja fusionada con las imágenes
de los vladivideos…
-Me interesa que el espectador vaya
reconociendo, vaya construyendo su propio imaginario a partir de nuestra
dramaturgia, nuestra historia y puesta en escena. Finalmente, me agrada la idea
de recordar al ex presidente Fujimori quien en su momento abandonó el país, en
una actitud cobarde. Una actitud absolutamente reprobable.
-¿Cómo observas nuestra actual coyuntura electorera?
-Con tristeza. Me desilusionó ver como
Acuña repuntaba en las encuestas. Un hombre vinculado al lavado de dinero, al
plagio, al tráfico. Es interesante ver cómo este tipo de personajes que violan
la ley obtienen tanta popularidad. Otro tipo de político que nos interesa mucho
es Julio Guzmán. En lo personal Guzmán me pareció el ser más ambiguo, sin
embargo, se debe de admitir que la ambigüedad, la ilegalidad, nos despierta sentimientos
fuertes. Nos atrae, nos magnetiza. Por
otro lado, nos seducen también los autócratas, los tiranos como Fujimori. Todo
esto me da mucha pena.
-¿A qué le atribuyes que gran parte de la población peruana apueste por Keiko
por ejemplo?
-A la falta de educación. En nuestra
sociedad se pondera el éxito por el éxito. Nos cuesta tener una vida digna. Nos
cuesta trabajar de manera honesta.