jueves, 8 de marzo de 2018

Tania Castro: “Me gusta que la gente cuente sus propias historias”




Directora de la obra testimonial “Cuando suenan los Jiwayros”, nos invita a ver este significativo espectáculo que este viernes cierra el  Warmikuna Raymi.


Con ocasión de las festividades por el Día de la mujer, en estos días se celebra en el LUM, el Warmikuna Raymi, un espacio para compartir experiencias artísticas y de sanación en torno a lo femenino de mujeres vinculadas a las artes escénicas, quienes reflexionan sobre lo que significa ser mujer en el Perú actual caracterizado por un alto índice de violencia y brechas de género.

Mañana viernes se presenta la pieza “Cuando suenan los Jiwayros”, obra original de la Asociación Cultural Q'ente que tiene como protagonistas a las actrices Raisa Saavedra Martínez, Nina Chaska Zelada Lazarte, Luz Maribel Sánchez y en la música figuran Andrés Chimango Lares y Rolando Carrasco. Al respecto charlamos con la directora Tania Castro, actriz, dramaturga y cuentacuentos. Una de las personalidades más emblemáticas del ámbito de las artes escénicas de la ciudad del Cusco.


-Tania, antes de charlar sobre tus orígenes en las artes escénicas empecemos a hablar sobre el Warmikuna Raymi, este bello festival que se presenta en el LUM.

-El Warmikuna Raymi, es una organización que compartimos con Ana y Débora Correa, Marisol Zumaeta, Cucha del Águila, entre otras compañeras. Somos diversas mujeres en el mundo que deseamos celebrar la vida y curar las heridas. Una vez al año realizamos en Cusco el Festival  Semillas del Warmikuna. Un programa de actividades artísticas, talleres de trabajo y desarrollo personal para las mujeres del entorno rural y urbano. En estos momentos nos encontramos en la ciudad de Lima invitadas por el LUM para hacer una réplica del Festival y estaremos hasta el 9 de marzo.

-Mañana culmina el festival con la presentación del espectáculo “Cuando suenan los Jiwayros”, obra que diriges. ¿Qué nos puedes decir sobre esta historia?

-Cuando suenan los Jiwayros, cuenta la historia de una bailarina contemporánea originaria de Qora Qora (Ayacucho, Perú), víctima del conflicto interno (1980- 2000), quien queda lesionada durante una protesta en Huamanga. La historia nos permite observar cómo, a pesar de todo, María Dolores, sostenida en los principios espirituales del ande que la vio crecer, logra sanarse el alma y decide seguir bailando en nombre de su gran familia: las nubes, las plantas, los animales y los muertos. Están todos invitados.

-A propósito de la obra que presentas este viernes. Me comentaste que ahora estas abocada a trabajar en base a testimonios de seres sorprendentes.

-Sí. Mi trabajo se centra en lo testimonial. Me gusta que la gente cuente sus propias historias. Me vínculo con personas que tienen mucho que decir. Seres que a través de sus experiencias nos ofrecen la medicina curativa y preventiva necesaria para el Perú. He conocido gente de comunidades con valiosas historias. Estas historias constituyen mi testimonio.  Historias que han movilizado no solo sensibilidades sino decisiones a favor de ellas.

-Tania hablemos un poco sobre tu quehacer en las artes escénicas. Eres actriz, dramaturga, directora, cuentacuentos, poeta. Tu formación y vena artística nace en el núcleo familiar con tus padres. El actor y ella educadora…

-Así es. Siempre observé a mis padres profundamente felices. Esa felicidad nos encapsulaba en casa. Mi madre estaba inspirada, contenta y comprometida con los niños de las comunidades campesinas y de los barrios marginales con quienes trabajó en el Cusco. Ella dirigió el colegió Zaguán del Cielo. Una escuela alternativa, un sistema de enseñanza criticado en su momento y que ahora es un referente…

-Tu padre es un referente en el campo de las artes escénicas del Cusco.

- Mi padre es el gestor de Q'ente Asociación Cultural. Desde que abrí los ojos vi a mi papá feliz desarrollándose en sus labores teatrales. Por ambas venas entendí que la felicidad no es un hecho aislado. Cuando la felicidad se expande y crece más te alimenta a seguir en ese camino. El camino de vivir en comunidad. Con ellos aprendí que la felicidad es un hecho comunitario. Somos interdependientes.

-Tu vínculo con todo el tema andino tiene un referente familiar también ¿no?...

-Mi abuela. La madre de mi papá era quechua hablante. Ella leía las hojas de coca. Con ella aprendí que como individuos nos relacionamos con todo lo que vemos y no vemos. Tierra, lluvia, nubes, sol, mar, montañas y todo lo que nuestros ojos y sentidos no alcanzan a ver pero que tienen una existencia.


-Después de ver algunas de tus obras observamos que tu búsqueda artística se centra en el rescate de nuestras ancestralidades.

-Las ancestralidades no solo del Cusco sino también de la costa. De algunos lugares específicos de la ciudad. Es una búsqueda con nombre propio. Está redactada en nuestros documentos de origen. Es nuestra utopía que tanto en el campo educativo como en el artístico y científico se deben incluir. Me refiero a las ciencias ancestrales. Estas ciencias provienen de éticas más afines y sostenibles con la naturaleza. Si las ponemos en marcha nos permitirían vivir de manera más gentil y no en ese estado de violencia permanente en el cual vivimos. Me sumo a la naturaleza, a la astronomía, no es difícil adherirse a  este estado de belleza.

-A propósito de todo estos temas. ¿Cuál es tu concepto de lo sagrado?

-Lo sagrado no es sinónimo de seriedad. Lo sagrado está estrechamente ligado al juego, a la celebración en comunidad. Lo sagrado también está vinculado a la consciencia de las interrelaciones. 

-El quechua es una de nuestras lenguas originarias que está presente en tus espectáculos.    

- El tema de rescate y difusión de las lenguas originarias es sumamente valioso para nuestras comunidades. Cuando trabajamos en el sector urbano me traduzco para aproximarme al público desde el castellano al pensar y sentir quechua, sin embargo, con Q'ente Asociación Cultural trabajamos teatro quechua. Hemos creado un vínculo con el Instituto Superior Pedagógico en el cual laboro. Con ambas instituciones ofrecemos un taller permanente de teatro quechua dirigido a los chicos de beca 18 que hablan la lengua originaria. Con estos estudiantes presentamos la pieza Túpac Amaru Vive en Tinta. Se trabajó en quechua y español. Fue una experiencia maravillosa.

-A lo largo de tu proceso formativo te has emparentado con grupos emblemáticos como Telba, Cuatrotablas, Yuyachkan, entre otros.

-De todos los grupos que mencionas quienes han compartido y vivido con nosotros en el campo artístico y durante el periodo del conflicto armado han sido nuestros hermanos del grupo Yuyaschkani. Tenemos una familiaridad y cariño enorme. Los Yuyachkani son amigos de mis padres. Mi familia y quien te habla hemos compartido temas de formación y disciplina teatral. Desde joven bebí su sabiduría teatral, su técnica. Llevé sus laboratorios de teatro también. 

-¿Qué nos puedes decir de tu vínculo con la literatura o la poesía para ser más exacta?

-Desde pequeña pensaba en quechua. El traducir y traducirme me obligaba a hablar “bonito” como decían mis amigos. No se trataba de hablar “bonito” sino hablar normal y comprendí, con la ayuda de mis padres, de los tíos poetas, de las abuelas quechua hablantes, que poesía no es hacer acrobacia con las palabras sino es un estado de consciencia. Así empecé a escribir poemas…

- Finalmente. Podrías explicarnos el trabajo que desarrollas con el proyecto Semillas.

-Es un trabajo que parte del alimento espiritual y el alimento físico. Quien no se alimenta bien en los primeros años no puede tener la luz que una persona común lo tiene. La alimentación física tiene que ver con la Red de Guardianas de las Semillas del Mundo. Trabajamos para niños huérfanos que están en condiciones de orfandad e institucionalizados. A estas instituciones les ofrecemos cursos de nutrición, presupuestos de bandejas nutricionales con productos de la región para mejorar la alimentación de los niños en sus primeros años. Además les brindamos el alimento espiritual que son espectáculos de teatro, de cuentos, de títeres, conciertos que van y les recuerdan su cultura.


Artistas del Warmikuna Raymi


“Cuando suenan los Jiwayros” / Cusco
Día: viernes 09 de marzo
Hora: 8pm
LUM 
Bajada San Martín 151, Miraflores)
El ingreso es libre.