Unas líneas a una genial y vehemente actriz brasileña a propósito de su pronta visita a Lima
Escribe: Rosana López Cubas
Hace un
par de meses, la ví por última vez a través de la caja boba local en la
telenovela brasileña: “Insensato Corazón”, historia que seguí a propósito de mi
apego (soy fan) por los culebrones del hermano país de la samba, producida por
la Rede Globo, escrita por el popular dramaturgo, crítico de cine y televisión Gilberto
Braga (Dancin' Days, Agua viva y muchas más), y dirigida por el emblemático actor
y director Dennis Carvalho (Dancin' Days, Vale todo, Celebridad, entre otras).
En el
citado melodrama, Gloria Pires da vida a Norma, una honorable enfermera que fue
engañada, humillada, por un cínico “noviecito”, e incluso arrestada por un
crimen que no cometió, y una vez fuera de la cárcel planeó su venganza. ¡Y vaya qué
venganza! Si bien Gloria no fue la protagonista de “Insensato Corazón”, puso una
sólida cuota de protagonismo en sus notables y esporádicas apariciones apoderándose
del interés de la teleaudiencia con su particular y sobresaliente estilo interpretativo:
la de villana por su puesto. Pese a tratarse de un pequeño papel no estuvo mal.
Como es
sabido, Pires será una de las actrices homenajeadas en este 17 Festival de Cine
de Lima, razones poderosas para escribir sobre la representativa actriz.
En el
Perú, Gloria Pires no es una actriz brasileña ajena. Todo lo contrario. Ella, es parte de la memoria de miles de televidentes peruanos quienes hemos tenido la
ocasión de apreciar su trabajo como actriz de telenovelas a lo largo de su
vasta trayectoria artística: más de tres décadas. Pires, hizo su debut en la
televisión peruana cuando era apenas una adolescente, con la llegada del boom de
las producciones cariocas a nuestro país, dejando huella en la teleaudiencia local a
propósito de sus dos notables roles antagónicos en las célebres: “Dancin'
Days” y “Vale todo”.
Y, en
materia cinematográfica, recientemente, un puñado de peruanos la pudieron apreciar
en la película Lula, el hijo de Brasil (2009), en donde interpreta a la madre de
este consagrado político, película que se exhibió en una de las últimas
versiones del Festival de Cine de Lima.
Un poco de historia
Era una
rebelde jovencita cuando vi por vez primera a la hoy icónica actriz de
televisión y cine Gloria Pires, a la que sigo por más de tres décadas a través
de las telenovelas y el cine brasileño. A mediados de los setentas, época de
oro de los melodramas cariocas en nuestro país, quien escribe estas líneas era
y sigue siendo fan de las telelloronas de Brasil, la cuna de las
mejores y originales producciones de la pantalla chica.
Cuando se
estrenó en Lima, la popular telenovela “Dancin' Days”, mediados de los setentas,
quienes seguimos la historia de Julia (Sonia Braga), madre de Marisa (Gloria
Pires), dos de las protagonistas de la misma, literalmente detestábamos a esta
última, por lo mal que trataba a su madre quien estuvo por algún tiempo
confinada en la cárcel, tras atropellar a un hombre accidentalmente mientras
huía de un atraco a un banco.
Marisa, su
hija, con tan sólo cuatro años, es enviada a un orfanato, y posteriormente se va
a vivir con su tía millonaria, hermana de Julia. Después de salir de la cárcel,
donde sufrió mucho, Julia trata de contactar con su hija Marisa, ya adolescente, quien estaba en
manos de su hermana mayor que crió y educó a la chica rodeada de lujos y mimos.
Una joven altanera y arrogante. En el recordado papel de hija de Sonia
Braga, Pires emuló a una chiquilla ambiciosa e infame que medio mundo recuerda hasta
hoy con cierto “rencor”.
¿Se recuerdan?
Difícil de olvidar ¿no? Posteriormente, la disfrutamos en un sin número de
melodramas, no del mismo impacto, popularidad y sintonía que la histórica “Dancin'
Days”, pero sí de interés como “La Mestiza”, “Agua Viva”, y algunas más, hasta
que en los ochentas, la Pires conquistó nuevamente la pantalla chica local
dándole vida a una joven ambiciosa y cruel con su madre en la popularísima “Vale
todo”, una de las producciones más exitosas de la historia de la televisión brasileña.
Un melodrama cuya universo temático giraba en torno al dinero, el poder y la
ambición, trama que además puso de vuelta y media a la teleaudiencia peruana ubicándola
entre las producciones cariocas de mayor atractivo y sintonía, vale decir:
rating.
En “Vale
todo”, Pires personificó a la malvada Fátima, hija de Raquel (Regina Duarte),
en otra destacada interpretación de villana registro
interpretativo por el cual se pasea como pez en el agua. Fátima haría de todo para obtener notoriedad, mientras que Raquel su madre prefiere tener
una vida modesta y honesta. Ese es el punto central del
argumento de “Vale todo”. Las diferencias entre madre e hija serán retratadas a
lo largo de 204 inolvidables capítulos.
Hoy,
Gloria Pires, es un ícono del cine y la televisión de su país. De prolífica
trayectoria en la pantalla chica como en la grande, podríamos afirmar que
más destaca en la televisión. Ella empezó en 1969 en TV Excelsior, a la edad de
los cinco años. Posteriormente, hizo varias novelas para la Rede Globo, además
de las mencionadas líneas arriba, trabajó en las producciones “Selva de Cemento”,
“El Dueño del Mundo”, “Mujeres de Arena”,
“El Rey del Ganado” y paremos de contar.
En “Mujeres de Arena”, por ejemplo, Gloria interpretó dos papeles simultáneamente: las gemelas Ruth y Rachel. Para ella, ésta fue la telenovela más trabajosa de toda su trayectoria como actriz ya que los dos personajes, radicalmente disímiles, entraban casi paralelamente en acción en gran parte de las escenas.
En “Mujeres de Arena”, por ejemplo, Gloria interpretó dos papeles simultáneamente: las gemelas Ruth y Rachel. Para ella, ésta fue la telenovela más trabajosa de toda su trayectoria como actriz ya que los dos personajes, radicalmente disímiles, entraban casi paralelamente en acción en gran parte de las escenas.
Así, y sin
haber hecho teatro, se estrenó en el cine en 1982 como la protagonista de
“India, la hija del sol” (1982), de Fábio Barreto. Dos años después actuó en
“Memorias de la cárcel” (1984), de Nelson Pereira de los Santos. Siguieron “Bésame
mucho” (1985), de Francisco Ramalho Jr., y “Jorge, un brasileño” (1988), de
Paulo Thiago. En la década de los 90 fue una de las estrellas del “O Quatri”
(1996), de Fábio Barreto, y “Pequeño diccionario amoroso” (1996), de Sandra
Werneck. En 2001, fue una de las actrices principales del reparto, adaptación
de la pieza de Miguel Falabella dirigida por Daniel Filho: “Lula, el hijo de
Brasil”, película que pudimos apreciar en el Festival de Cine de Lima. En todas
estas películas Gloria Pires destaca pero no en las dimensiones de su trabajo
en la caja boba. Tal vez nos equivoquemos, en todo caso, les cedemos la palabra
a los críticos.
En una
entrevista concedida a un medio de su país, Pires dice que aún le falta mucho pan por rebanar, sin embargo, se siente feliz con todo lo que le ha dado la vida.
Asimismo, se enorgullece de todo lo
hecho tanto para la caja boba como para la pantalla grande, y se siente honrada
de haber compartido créditos con grandes estrellas de su país como Sonia Braga,
Regina Duarte y Fernanda Montenegro. “Todo conspiró a favor de que esto
ocurriera. Ha sido un regalo del cielo haber podido trabajar en producciones
tan interesantes y con gente tan buena, tan profesional, y maravillosa como
ellas”, expresó. ¡Bienvenida Gloria Pires!