viernes, 18 de octubre de 2013

Verónica Cabanillas: “El surrealismo es lo que será, tal como nos dice André Breton”





Desde hace algún tiempo, y de manera virtual, la joven poeta, pintora y dibujante Verónica Cabanillas, exhibe sus interesantes dibujos surrealistas en una serie de 60 trabajos realizados en tinta líquida sobre cartulina blanca. Sugestivos tótems, y seres insólitos, cuya poética visual se argumenta en la gran fuerza onírica de cada uno de estos. Para charlar al respecto, Lima en Escena entrevistó a la artista quien nos explica el origen de sus obras.




-Hay una serie de interesantes  dibujos surrealistas en tu página oficial. ¿Cuál es el origen de estos trabajos?
-El origen parte de la búsqueda por la fascinación. Lo que logro sentir en la mayoría de los casos al dibujar y cuando la imagen está terminada. Fascinación de descubrir nuevos seres, lugares a los que la imaginación me lleva, como un navegante por descubrir nuevos mares. No sé que aparecerá ni cuando, es un acto a la deriva, se ejerce el automatismo, se ejerce la libertad total, y la búsqueda de lo maravilloso; ejes fundamentales del acto creativo y surrealista.

-Algunos de estos trabajos constituyen los esbozos de tus pinturas, ¿no?
-Efectivamente, los dibujos que veo potencialmente pictóricos, por decirlo de algún modo…

-Lo cósmico, el tótem, son elementos constantes en estos trabajos. ¿Por qué esta reincidencia en tu lenguaje pictórico?
- Son íconos subjetivos que aparecieron espontáneamente en el acto de dibujar y/o pintar. Me sucede que los voy colocando un poco por aquí, otro poco por allá, como aquel que conoce su cuarto y se topa con las cosas que ama una y otra vez. Sin embargo, cada vez que me ocurre este reencuentro más que “reincidencia” con los “elementos” de mi universo cósmico, reconozco mi propio territorio ubicado en el desierto de mi espíritu, a veces en el mar y sus olas, en el aire y su sol, en el espacio y sus astros. Por otro lado, ese cuarto al que aludo, no es uno de cuatro paredes, es el infinito, por ello aparecerán en el camino más de aquellos “elementos” descubiertos, y por descubrir.






-Observo también monstruos, ¿son seres que invaden tu proceso creativo?
-Evidentemente, pero más allá de que lo invadan, están, son de mi yo, de mi superyó, pero sobre todo de mi ello, de aquella parte “cerrada” pero que potencialmente nos podría llevar aún más allá, si lo permitiésemos, de este modo ampliaríamos los límites de la realidad. Justamente más allá de esos límites es donde ellos viven.

-Tus dibujos tienen también un discurso poético, ¿cómo interrelacionas la poesía y la pintura?

-Mira, la poesía lo abarca todo, desde mi experiencia de creación, la pintura es una forma de poesía así como la poesía puede ser bien una pintura. La poesía no solo se remite al poema, a la escritura. Recordemos lo que es la poiesis , la reunión, digámoslo de manera rápida, de todas las artes en un todo, como se entendió en la Grecia Antigua. A lo que voy es que la interrelación entre mi acto de creación poético, (digamos, como lo entiendes del lenguaje verbal) y mi acto de creación pictórico se sitúa en un plano sumamente subjetivo, a nivel inconsciente, por ello no te podría hablar con-ciencia, ni cómo lo interrelaciono, pues no hay sistema codificado y consciente de aquello, solo me sumerjo en la maravilla de eso desconocido y sucede.

-El dibujo es una de las disciplinas que te apasiona, ¿cuáles son los atractivos de este arte?
- Por un lado, la parte propia del lenguaje del dibujo. Me apasiona la línea trazada sobre el espacio blanco, la búsqueda  de una armonía y equilibrio de las formas que van surgiendo sobre y en el espacio absoluto que vendría a ser el tamaño del papel.
Me seduce la ilusión óptica de tridimensionalidad en la bidimensionalidad que se logra con la construcción de los volúmenes recurriendo al uso de la gama potencialmente infinita de todos los grises, que situados de una manera “real” o  “correcta” según la luz, permite justamente esa ilusión óptica.

Por último; el fondo, es decir el tema, la idea que no es otra cosa que el espíritu manifestándose acogido por el lenguaje cualesquiera sea en este caso el del dibujo.  Creo que la forma sin sustento es como un cuerpo conformado solo de esqueleto, sin músculos, sin carne, sin sangre, sin piel, que finalmente se desploma. Con el lenguaje solo no se hace nada, es como saber el abecedario, formar palabras y oraciones sin decir absolutamente nada. En el arte por lo menos no nos podemos desentender de ambas, o son ambas o mejor nos dedicamos a otra cosa.





-¿Cómo optas por el surrealismo?
- Eso de “optar” por el surrealismo va por cómo el surrealismo dice que son las afinidades colectivas, es decir, encuentro allí el lugar de mayor identificación de mi pensamiento. Encuentro en el surrealismo histórico y contemporáneo las mejores armas para construir un nuevo ser  humano y un nuevo mundo. También encuentro las mejores armas para destruir lo que se deba en nombre de ese parir nuevo del ser humano. Bajo este pensamiento absolutamente libertario, surge mi arte como mis dibujos surrealistas, que de modo evidente y consecuente  son un reflejo traslucido de ese pensar, de ese sentir, de ese desear, de ese soñar. Opto por el surrealismo no solo por su estética brillante, por su ética superior en su profundidad sino también porque haya vida en el espíritu y espíritu en la vida (parafraseando a Artaud), valga decir, en cualquier ser humano y en todas las sociedades.

-¿Cómo observas al surrealismo actual?
-Lo observo como algo completamente vivo y vigente. Lo observo cuando veo para mis adentros, cuando reconozco mis deseos, la ira y la gran disconformidad que deviene en creación. Por otro lado, para responderte mejor cito a mi amigo surrealista Miguel de Carvalho, “Para un surrealista, el sueño es realidad y el surrealismo es algo que no existe aún. El surrealismo es lo que será, tal como nos dice André Breton.” Pienso que ese es uno de los fundamentos más importantes, porque  nos coloca al surrealismo como una utopía realizable y alcanzable si ponemos toda nuestra fuerza y lucidez en alcanzarla, y ¿se alcanza una utopía o siempre cuando estemos por llegar a ésta se nos aparecerá un poco más allá y así siempre hasta al infinito o alcanzable en otra vida no terrenal? Pues sí, se alcanzará cuando se entienda que la utopía que es el surrealismo es alcanzar la libertad integral del ser humano. Como Breton lo señala bien  y como los surrealistas contemporáneos pensamos; el surrealismo es lo que será, y será.



Sobre la artista
Verónica Cabanillas Samaniego (Lima-1981). Estudió en la Facultad de Arte de la PUCP. Ha realizado dos exposiciones individuales. “Expresiones de un mundo vital” (2010) en la Galería del centro cultural UTP es la última. Asimismo, ha participado en numerosas exposiciones colectivas como: “Stultifera navis”, Galería Pancho fierro (2007); “Lima city I” y Lima city II”, Galería Juan Parra del Riego (2012-2013); “Otras geografías”, Alianza Francesa de Lima (2012). En el año 2012 fue invitada a participar de la exposición surrealista internacional “El surrealismo hoy”, en el Museo Eugenio Granell (Santiago de Compostela - España). Ha publicado sus dibujos, pinturas, poemas y ensayos en distintas publicaciones virtuales y físicas de diversos países de la Región. Derrame (Chile), Isla negra (Argentina), Mar con soroche (Chile-Bolivia), Cuerpo poético antología I (Bolivia), La esfera (España) son algunas.