viernes, 27 de junio de 2014

Alexiel Vidam: “Algunas personas van al cine con el afán de encontrar defectos y dar críticas destructivas”




Escritora, comunicadora, crítica de cine y directora de Cinematosis, publicación digital especializada en cine nos habla de su espacio y otros temas





Desde temprana edad Alexiel Vidam,  nuestra invitada de hoy, desarrolló el hábito de leer y también de escribir. En 2003, a los 16 años de edad, publicó su primer poemario De Gritos y Demonios, al que siguieron varios otros -sin publicar-, como Aforismos Desencantados, Eros Solitario, Cámara Oscura, Juego de Naipes y (Números). Entre sus cuentos destacan La Iluminación de la Muerte Verde, Complejo de Edipo, Sangre, la Trilogía del Jodedor y Galatea.

Cuenta también con una reciente novela corta titulada Alejandra. Ha ganado y obtenido menciones en varios concursos tanto de poesía como de cuento. Además de ello en 2011 publicó el primer episodio de After New Genesis, historieta de ciencia ficción y drama psicológico. Actualmente se dedica a la docencia y a promover cultura de Cine en el país a través de su marca Cinematosis, una publicación especializada en abordar diversos temas sobre cine.




-Alexiel, diriges Cinematosis, página virtual dedicada a tocar diversos temas sobre cine y cuyo objetivo es “crear cultura de cine”. ¿Podrías explicarnos esta filosofía?

-Desde hace ya buen tiempo tenía un interés particular por hacer llegar el arte y la cultura a más personas. Me pareció que comenzar con el cine era una buena idea porque, aparte que es una de mis especialidades, es, dentro de las artes, una de las que más cerca está del público. Tanto por el poder de lo audiovisual como por la variedad de temas y los formatos en los que se presenta desde una sala de cine, hasta la comodidad de un DVD, un blu-ray o las películas online.

Luego, observé que hasta el momento, los medios que difundían cine estaban muy polarizados: por una parte, los que contaban con un formato bastante elitista, dirigidos a un público pequeño de conocedores, con un lenguaje bastante técnico o complejo y dedicados sobre todo al Cine Arte. Por otra parte, estaban los medios enfocados en la masa, que ofrecían básicamente cartelera y farándula. Los primeros, además, estaban centrados en la crítica, mientras los segundos en la difusión.

Pensé que si quería realmente educar a la masa, tenía que ofrecerles más que cartelera pero a la vez utilizar secciones divertidas y un lenguaje sencillo y amigable que pudiera engancharles. Fue así como decidí lanzar primero el blog de Cinematosis, que habla de todo tipo de cine: desde el más comercial hasta el más vanguardista, con un lenguaje simple, cercano y empático, y que, además de ofrecer el contenido clásico como críticas, reseñas y noticias, se dedicara a abordar algún personaje en particular, a una banda sonora, dar datos curiosos de la producción, explorar la carrera de algún directo o actor, informar sobre lenguaje cinematográfico o historia del cine. Incluso hay secciones entretenidas en las que el público puede interactuar, como los tests de personalidad cinéfila o quizá de cuánto sabe sobre tal película, género, autor...

Otro tema importante es que Cinematosis ya no se limita al blog. Ahora también realiza eventos para fomentar el entusiasmo hacia el cine, patrocina otros eventos relacionados con el séptimo arte, y acaba de lanzar su propio programa de YouTube.

-¿Cinematosis cumple con tus expectativas cuyo mayor interés es el tema cinematográfico?

-Cinematosis es un pequeño monstruo que crece a pasos agigantados. Cuando recién lo lancé, no imaginé que fuese a crecer tan rápido. Pienso que todavía puede y debe evolucionar mucho más, pero a la vez siento una inmensa satisfacción por todo lo que se ha logrado en tan poco tiempo, poco más de dos años. Es cierto que lo abrí en 2009, pero en aquel entonces era un pequeño blog con fines universitarios y prácticamente no tenía difusión. Luego lo dejé y lo relancé en Octubre de 2011, año en el que comencé a trabajar en ello de verdad. Hasta 2012 sólo era un blog. En 2013 se inició con fuerza todo el tema de los eventos, y con la cobertura de eventos y patrocinios arranqué este año.




-¿Cuáles son las proyecciones de Cinematosis como página especializada en cine a mediano o largo plazo?

-Me encantaría tener mucho más alcance localmente y a nivel internacional aunque Cinematosis se lee en México, Estados Unidos y España, sobre todo. Desearía poder entrevistar a directores, actores y guionistas extranjeros. Tener una mayor difusión tanto aquí como afuera, además, me daría una ventana libre para poder difundir todos los eventos y obras que quiero realizar a favor del cine en este país. La verdad es que sueño en grande, quiero salir, pero para traer cosas acá, y me encantaría poder traer gente de afuera, con más experiencia y poder adquisitivo realizar un intercambio cultural. Sé que eso requiere bastante trabajo, pero no creo que sea imposible, sobre todo tomando en cuenta el paso al que se va. Todo es cosa de mucho entusiasmo y de ser constante.

-Cambiando de tema y centrándonos en el cine local. ¿Cómo observas al actual público cinemero peruano?

-Pienso que, afortunadamente, está más abierto a los géneros y el nacimiento de un cine mucho más fresco y digerible. Sin embargo, creo que todavía hay un prejuicio fuerte sobre el cual trabajar. Todavía hay un buen número de personas que va al cine con el afán de encontrar sólo defectos y luego dar “críticas” destructivas. Yo creo que para mejorar la calidad, es importante señalar lo positivo y lo negativo. Incluso pienso que cuando una película tiene demasiados defectos, está bien señalarlos, pero tratar de hacerlo con la mayor objetividad que se pueda; me parece que adjetivos como “bodrio” o “porquería”, que lamentablemente se encuentran muchas veces, están de más.

 -¿Por qué ahora el público sí se interesa por ver películas peruanas?

-Como lo señalaba antes, creo que se debe a una mayor variedad de temas y a que actualmente el cine se centra más en la psicología de los personajes que en el contexto social. Vivimos una época distinta. En el pasado nos tocó sufrir momentos de mucha violencia y pobreza, y el arte, en este caso el cine, se encargaba de reflejarlo y denunciarlo. Hoy tenemos una realidad diferente; bastante más “relajada” si la comparamos con esos tiempos de terror, entonces creo que a la gente más le interesan las historias “individuales”, más cotidianas o centradas en el mundo interior de un personaje. Creo que el cine de hoy ha sabido captar ese detalle y plantear nuevas historias o relanzar temas anteriores desde un nuevo punto de vista. Una película como “Las Malas Intenciones”, por ejemplo, retoma el tema del terrorismo, pero lo hace a partir de la mirada de un personaje en particular: una niña de ocho años que sufre de falta de atención.




-El público local disfruta de cintas comerciales como “Asu mare” o “A los 40”. ¿Qué percepción tienes sobre este fenómeno?

-Para ser franca, ninguna de esas dos películas fue de mi agrado. Comprendo, y me parece positivo, que aparezca un nuevo cine, más comercial, más “fresh”, que el cine peruano también sea capaz de crear películas divertidas y cómicas. Sin embargo, estos dos títulos en particular, me parece que se van al extremo. Son flojos en el sentido argumental. Sus diálogos me parecen sosos y creo que los chistes que utilizan son demasiado trillados. Además, la forma en que presentan la publicidad está tan poco solapada que llega a ser vulgar. Lamentablemente, creo que la buena recepción de estas dos películas (y ojo no me refiero al nuevo cine peruano en su totalidad), refleja que a nuestro público todavía le falta desarrollar algo de sentido crítico. Todavía quieren ver “caras conocidas de la tele” y “matarse de risa” (aunque tampoco me pareció que fueran tan chistosas). No es novedad que el “entretenimiento fácil” pega rápido y fuerte en el público peruano… Basta con prender el televisor.

 -Los estrenos de películas nacionales en este 2014 no necesariamente es el reflejo de una buena historia, guion, dirección, actuación, ¿no?

-Efectivamente. No me gustó ni “Asu Mare” ni “A los 40”. En el caso de esas dos cintas, creo que la producción es buena (se nota que hay una inversión y trabajo fuerte detrás), y los actores también, pero personalmente creo que ni el mejor actor ni la producción más millonaria del mundo te salvan un guión flojo. Por el contrario –y esto también es una apreciación personal-, creo que un buen guión puede hacer que uno perdone ciertas deficiencias técnicas.

 -La recepción de las películas de autor es casi nula…

-Sí, es comprensible, recuerda que lo más elaborado siempre es más difícil de comprender. Requiere de una segunda o tercera leída. En el arte siempre ha sido así. Los bestsellers son más sencillos y por lo tanto llegan a más gente que obras existencialistas como las de Sartre por ejemplo. El arte de Warhol es menos simbólico y por lo tanto más fácil de comprender que el de Eielson. Los jóvenes escuchan más a The Killers que a Brahms. Ahora, que si pienso que este cine debería recibir más apoyo en la difusión… definitivamente. Por eso este año decidí patrocinar Cine Debate 2014, un festival de cine peruano independiente que se viene realizando desde abril en la Ventana Indiscreta de la Universidad de Lima.




-Otros de los puntos de reflexión del actual panorama cinematográfico local es la diversificación de géneros: comedia, horror…

-Me parece positivo. Es bueno que haya más que ver, para todos los gustos y colores. Creo que eso también habla de mayor libertad creativa; menos prejuicios acerca de “lo que se debería crear” y “lo que no se debería crear” en un país como el nuestro.

-En Cinematosis comentas sobre cine local e internacional. ¿Cuál es tu percepción de lo exhibido hasta el momento?

-Me parece que hay de todo. Se han estrenado dos comedias y una película de terror. El presupuesto con el que ha contado cada una se nota distinto y creo que también tienen en general sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Ya dije que A los 40 cuenta con bastante inversión y un guión flojísimo. Por el contrario, creo que Loco Cielo de Abril tiene mucho que mejorar en cuanto a producción, pero su guión me pareció bastante ingenioso y sus personajes mucho más redondos.

En cuanto a la cartelera no comercial, me parece destacable y sumamente interesante el trabajo de directores como Fernando Montenegro y Franco Finocchiaro. Ellos trabajan de manera independiente y financian sus propios filmes. Su objetivo principal es transmitir un mensaje mucho más personal, su propia visión del mundo o de un aspecto de la vida. Por eso mismo, a la hora de expresarse recurren mucho más a la abstracción, al aspecto poético del cine.

-¿Qué es lo positivo de toda esta efervescencia, particularmente del cine nacional?

-El hecho de que ahora contemos con una producción mucho más constante, un público con la mente más abierta para recibirlo y la ya señalada variedad de temas. Tenemos cine de autor como el de Claudia Llosa, cine social como el de Josué Méndez, cine vanguardista con Fernando Montenegro a la cabeza, y ese reciente fenómeno del cine de género, destacando las películas de Tondero Films, Big Bang Films, y la última producción de Frank Pérez Garland.




-Para terminar. El Ministerio de Cultura decidió encarpetar la Nueva Ley de Cine. ¿Qué opinas al respecto?

-Me parece pésimo tomando en cuenta que tenemos un cine que está comenzando a tomar forma y vuelo. En este punto, hay todo un tema con respecto a la libre competencia, mismo motivo por el cual se eliminó la cuota de pantalla. Para que realmente haya una competencia justa, tanto el cine nacional, como el extranjero, deberían tener condiciones similares para poder darse a conocer, pero eso no sucede; y obviamente, producciones estadounidenses, sobre todo, y algunas otras, cuentan con mayor inversión no sólo para la realización sino también para la promoción y distribución. Si a la larga lo que se busca es desarrollar el cine como herramienta cultural, como industria, se debería prestar cierto apoyo para que se vaya creando cimientos sólidos.  Lamentablemente, aquí en el Perú es muy difícil hacer cine; los que lo hacen son verdaderos héroes, al margen de que sus resultados no terminen por dar la talla, creo que hay que ser bastante valiente para atreverse a hacer cine en el país.

-¿Crees que durante todo este tiempo o últimos años el estado financió algunas películas impresentables?

-Hablaré particularmente sobre estos últimos años. Hasta el momento tengo entendido que las películas impresentables las ha financiado la publicidad. Hasta donde estoy informada no ha habido mano del Estado ahí. En otros casos, menos comerciales, como el de La Teta Asustada, el Estado Peruano sólo aportó 100 mil dólares que sirvieron para negociar con la productora española que financió el 80% de la película. Bien sabemos, además, que este filme obtuvo varias nominaciones a los premios Goya y ganó un Oso de Oro…

-¿Es posible seguir produciendo películas en un país donde es una ilusión recuperar el dinero invertido?

-Pese a lo complicado que es hacer cine en el Perú, nuestros directores buscan financiación fuera del país, en productoras extranjeras o en ayudas como Ibermedia, por ejemplo. Por regla general, el primer paso para producir una película peruana comienza obteniendo una ayuda del Conacine, organismo creado para financiar proyectos locales y que funciona desde 1994. Sin embargo, el Estado peruano nunca ha cumplido con entregar los dos millones de dólares que cada año, según la ley, debería destinarse a producir cine en Perú. Ahora, con la reciente medida del Ministerio de Cultura con respecto a la Nueva Ley de Cine, todo se complica. Pese a este negro panorama, tenemos directores guerreros que siguen adelante con sus proyectos.