martes, 24 de abril de 2012

Carolina Aráoz: “Deseo expresarme a través del canto”





Presidenta del centro de formación musical Jazz Jaus nos habla sobre su Escuela y su entrega por la música




Fotos: Rosana López Cubas




Invadimos su tiempo y por fin pudimos cristalizar nuestra entrevista. Seguimos a Carolina Aráoz y su Escuela de Música Jazz Jaus desde que prácticamente aterrizamos en Lima después de un largo período de permanencia por tierras gringas. La hemos visto dirigir las Big Band Jazz Jaus, capitanear la Escuela Jazz Jaus, tocar su saxofón,  y recientemente la vimos cantar lo cual nos sorprendió. 

Hace unos días llegamos a las nuevas instalaciones de Jazz Jaus y en medio de un ambiente de tranquilidad y paz nos recibió Aráoz feliz de darnos la bienvenida en su nueva casa. “La Escuela cuenta por fin con su espacio físico”, nos dice sonriendo. 

Asimismo, nos cuenta que después de una “eterna” y “titánica” búsqueda de locales, una superada “depresión”, ella y su Escuela pudieron por fin instalarse en la calle Berlín de Miraflores donde ahora opera la escuela. “Fue un hostal de mochileros y la encontramos arruinada. Después de un trabajo de restauración en la que participó también todo el equipo ahora tenemos nuestra local y estamos muy agradecidos con el Satchmo por habernos albergado durante un tiempo”, dice la presidenta del centro de formación musical Jazz Jaus.





- Después de pasar por muchos avatares Jazz Jaus cuenta por fin con su propia casa, ¿qué balance le deja todo este arduo trabajo?
-Empujar un proyecto físico como Jazz Jaus en un país como Perú y en una ciudad como Lima es difícil. No es fácil estructurar un proyecto desde cero.

-¿Complicado?
-¡Complejo!

-¿Por qué?
-¡Por la falta de apoyo! Aún cuando en los últimos años todo lo relacionado al segmento de la música ha cambiado mucho, es difícil poner en marcha una escuela de música como Jazz Jaus. La gente no valora el arte. Día a día nuestra labor es prácticamente titánica, ardua y de mucho sacrificio.

-El Perú no goza de una política cultural sólida menos le brinda apoyo a los talentos, ¿vale la pena el sacrificio?
-¡Sí! ¡De todas maneras! Creo en Jazz Jaus. Todos los días Jazz Jaus me da muchas satisfacciones: sus alumnos, los maestros; todo esto es un indicador que voy por el camino correcto.





-Esta abnegación de su parte tiene momentos gratos, estimulantes…
-¡Claro que sí! Abrir una escuela de música para que el público pueda descubrir su talento y encontrarse con personas que poseen sensibilidad e imparten valores, es una lucha de grandes satisfacciones también.

-¿Jazz Jaus es un proyecto de larga data?
- Jazz Jaus es un proyecto de 16 años y lo que fue un sueño lo hicimos realidad y ahora buscamos su permanencia.

-¿Cuál es la meta principal de Jazz Jaus?
-Unir a las personas a través de la música sin distinguir posición económica ni raza. La música es una herramienta súper poderosa para integrar a la gente. Jazz Jauz ha impartido todos sus conocimientos en diversas zonas de suma pobreza como Huaycán por ejemplo y la respuesta de los chicos de estos lugares fue importante. A los chicos que gozan de talento los capacitamos para convertirlos en personalidades que enseñen en sus propias colectividades.

-Integración, tolerancia y trabajo en equipo son los puntos de partida de la escuela…
-Tenemos una disciplina de tolerancia y trabajo en equipo. Trasmitimos valores los cuales se reflejan en nuestros elencos, en las clases. Ofrecer un servicio de excelencia es muy difícil ya que llegar a lo perfecto toma su tiempo, en la escuela trabajamos para alcanzar nuestras metas y objetivos.






-¿La escuela está dirigida para personas de todas las edades?
-Nosotros llegamos al público de todas las edades y toda la diversidad de seres humanos que te puedas imaginar. Es un deleite ayudar a las personas a expresarse a través de la música. ¡La música es mágica!

-Además de la parte académica, ¿Jazz Jaus cuenta con otras áreas?
-Jazz Jaus tiene tres áreas. La escuela de Miraflores, con proyecciones a abrir otra sede en Chacarilla para poder llegar a más público. De otro lado, tenemos el área social a través de la cual abrimos estos ensambles en lugares de bajos recursos como Huaycán, Cajabamba, Comas, San Juan de Lurigancho, experiencias maravillosas, pilotos, que nos dieron la esperanza y convicción de que acá en Perú si funciona un proyecto como el nuestro. Finalmente, tenemos el área de asesoría para empresas.

-¿Qué viene ahora?
-Ahora viene la etapa más científica y seria. Vamos a instaurar programas estables en lugares en donde los niños puedan acceder a estudiar música como parte de un trabajo de inclusión social. En la parte de la escuela nos hemos visto obligados a ordenarnos. Hasta el momento nosotros no hemos recibido un sol de nadie. No recibimos ningún tipo de ayuda económica razones por las cuales hemos tenido que limitarnos en la parte social.

 




-¿Manejan también un proyecto compartido con Juan Diego Flores?
-En Jazz Jaus el área social, tenemos un proyecto en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo. En los dos años que vienen trabajaremos para abrir Orquestas Sinfónicas, Big Bands y Coros en Huánuco, Huancayo, Trujillo, y Manchay. Juan Diego tiene un proyecto de trabajo admirable y ya cuentan con 14 lugares con programas instaurados. Este proyecto con el BID es especial tanto para Jazz Jaus como para los proyectos de Diego porque nos abocaremos a incluir la música popular: el jazz como disciplina madre.

- Los profesionales de hoy –incluidos los artistas de diversos géneros- piensan en ganancias y rentabilidad…
-Efectivamente. Es una actitud totalmente válida. Nadie haría lo que hago. Todo mi trabajo con Jazz Jaus lo hago por convicción, por amor a la música.

-¿Cómo se da su pasión por la música?
-De manera natural. Yo no vengo de una familia de músicos, todo lo contrario, mi familia se dedica a los negocios, es una familia de empresarios. Desde pequeña me pegaba a la radio para escuchar música horas y horas. A la edad de los 10 años empecé a tocar guitarra con Lucho González.






-Su familiaridad con el jazz se da de manera natural…
-Mi vínculo con el jazz llega tarde al igual que la música. De chica escuchaba trova y música clásica. A partir de mi afición por las películas, por las bandas sonoras, muchas de las cuales incluyen piezas de jazz, me involucré con el jazz.

-El jazz es uno de los géneros musicales más universales…
-El jazz es una maravilla: te abre el oído. El jazz es un género formador, es un idioma que te seduce y se mete en tu piel.

-Musicalmente, ¿qué géneros son de su agrado?
-¡Me gusta la música en general! Me gusta la salsa, las melodías románticas…






- ¿Qué vertientes musicales no tolera?
-La música fuerte: el metal, el trans, la electrónica, los respeto pero no forma parte de lo que sigo porque tanto bullicio me desintegra.

-¿La decisión de cantar va en serio?
-¡Sí! Es en serio. ¡Jamás pensé cantar! Deseo expresarme a través del canto, la interpretación; tengo la necesidad de hacerlo, es más, te cuento que me estoy preparando.

-¿Cómo se ve en el futuro?
-¡Dando un giro! Artísticamente deseo dedicarme a mí: quiero cantar, componer.

-¿Es una mujer de carácter?
-Soy una mujer firme, fuerte pero no malgeniada ni gritona.






-A propósito de su gusto por el cine y las bandas sonoras, ¿qué películas le dejaron huella?

- “Los puentes de Madison”, de Clint Eastwood; en general todas las películas de Eastwood tienen preciosas bandas sonoras argumentadas en universales piezas de jazz.

-Háblenos de su saxofón
-Tengo un soprano, un alto y un tenor. Los tres saxofones tienen su propia personalidad mientras más grande es el saxofón más grave el registro. A mí personalmente me gustan los saxofones de registros graves.

-Jazz Jaus, ¿es su vida?
- ¡Sí! ¡Totalmente! risas