Espectáculo coreográfico estará abierto al público hasta el 22 de abril
Un nutrido público visita día a día el Parque de la Reserva para apreciar el espectáculo coreográfico e instalación Jardines de la coreógrafa, bailarina y gestora cultural peruana Karin Elmore, presidenta de la asociación cultural ‘La oveja negra’. Esta iniciativa se basa en la instalación de un cuarto con muros cubiertos por vegetación, comestibles y ornamentales, en un área de más de 600 metros. A través de estos huertos urbanos, los integrantes de ‘La oveja negra’ combinan arte y ecología para crear un espacio de aprendizaje y actividades recreativas para la familia. El concepto de este proyecto se expone a través de material audiovisual, el cual es repartido a todos los asistentes. Precisamente para que nos cuente sobre el mismo Lima en Escena fue en busca de la destacada artista. Allí va
- ¿Cómo surge el proyecto Jardines?
-Hace algún tiempo vengo trabajando en proyectos interactivos en los que el público se convierte en el protagonista de la acción. En el caso de Jardines, trabajamos con un sistema de MP3, como una suerte de paseo sonoro que fluctúa entre la realidad y la ficción, y hace que el público reflexione acerca de temas como el consumismo, la manipulación de la sociedad por la publicidad, la pérdida de relación con uno mismo y con la naturaleza. Jardines es un una performance pero al darse en un parque, reflexiona justamente acerca de la percepción y los sentidos.
-¿Cuáles son los principales objetivos de Jardines?
-Jardines es una performance, una instalación que incluye textos, sonido y video, además de una participación coreográfica por parte del público. Podría haberse presentado en una galería o en un museo, como ya lo he hecho con este tipo de experiencias en el Museo Reina Sofía y en la Maison de l'Amérique Latine ahora en marzo en París, pero he querido hacerlo en un parque público para hacerlo más accesible a un público popular. Me interesa el arte en relación con la gente, con un público más amplio. Quizás los objetivos principales es hacer que el público tenga una experiencia de percepción distinta, a nivel del cuerpo, de la visión y del oído, y que además reflexione a la misma vez que se divierte.
-Hace algún tiempo vengo trabajando en proyectos interactivos en los que el público se convierte en el protagonista de la acción. En el caso de Jardines, trabajamos con un sistema de MP3, como una suerte de paseo sonoro que fluctúa entre la realidad y la ficción, y hace que el público reflexione acerca de temas como el consumismo, la manipulación de la sociedad por la publicidad, la pérdida de relación con uno mismo y con la naturaleza. Jardines es un una performance pero al darse en un parque, reflexiona justamente acerca de la percepción y los sentidos.
-¿Cuáles son los principales objetivos de Jardines?
-Jardines es una performance, una instalación que incluye textos, sonido y video, además de una participación coreográfica por parte del público. Podría haberse presentado en una galería o en un museo, como ya lo he hecho con este tipo de experiencias en el Museo Reina Sofía y en la Maison de l'Amérique Latine ahora en marzo en París, pero he querido hacerlo en un parque público para hacerlo más accesible a un público popular. Me interesa el arte en relación con la gente, con un público más amplio. Quizás los objetivos principales es hacer que el público tenga una experiencia de percepción distinta, a nivel del cuerpo, de la visión y del oído, y que además reflexione a la misma vez que se divierte.
-¿La decisión de exhibirla en Lima surge a partir de qué necesidades?
-Lima es un monstruo de ciudad, inmensa, caótica, y todavía muy excluyente. Creo que recuperar la relación con uno mismo, detenerse y respirar, tener una experiencia sensorial, estética y lúdica, hace mucho bien, y podría abrir algunos canales de reflexión y de acción en el público.
-¿Jardines es una apuesta por la conservación del medio ambiente, la vida sana?
-También lo es en la parte de talleres que son gratuitos. La parte de Instalación es más una experiencia artística, que no se da de manera pasiva, sino en la cual el público es el centro de la acción. De alguna manera invierte el sentido de las cosas. En Jardines tenemos diferentes pistas de sonido que hacen que el público interactúe.
-¿Cuál ha sido la respuesta del público hasta el momento?
-Increíble, desde personas humildes, hasta turistas, artistas, jóvenes, personas mayores y familias han asistido a Jardines y todos salen muy felices y se divierten, se relajan y piensan. Me gusta verlos moverse en el espacio. Trabajar en un lugar con un público cautivo abierto a probar nuevas experiencias es una delicia. Agradezco mucho a todos nuestros colaboradores por habernos dado la posibilidad de trabajar allí y de hacer las cosas gratuitas a quienes no tienen acceso a la cultura.
-Lima es un monstruo de ciudad, inmensa, caótica, y todavía muy excluyente. Creo que recuperar la relación con uno mismo, detenerse y respirar, tener una experiencia sensorial, estética y lúdica, hace mucho bien, y podría abrir algunos canales de reflexión y de acción en el público.
-¿Jardines es una apuesta por la conservación del medio ambiente, la vida sana?
-También lo es en la parte de talleres que son gratuitos. La parte de Instalación es más una experiencia artística, que no se da de manera pasiva, sino en la cual el público es el centro de la acción. De alguna manera invierte el sentido de las cosas. En Jardines tenemos diferentes pistas de sonido que hacen que el público interactúe.
-¿Cuál ha sido la respuesta del público hasta el momento?
-Increíble, desde personas humildes, hasta turistas, artistas, jóvenes, personas mayores y familias han asistido a Jardines y todos salen muy felices y se divierten, se relajan y piensan. Me gusta verlos moverse en el espacio. Trabajar en un lugar con un público cautivo abierto a probar nuevas experiencias es una delicia. Agradezco mucho a todos nuestros colaboradores por habernos dado la posibilidad de trabajar allí y de hacer las cosas gratuitas a quienes no tienen acceso a la cultura.