Escribe: Luis
Paredes (Crítico de Teatro)
Yo creía que el
teatro ya me había deparado todo el descubrimiento posible. Pero no es así. A
juzgar por lo que he visto últimamente creo que todavía tengo (tenemos) mucho
por descubrir y sorprendernos. Haciendo un repaso, empecé viendo desde septiembre
último: El Canto del Cisne, El Servidor y hace unos días FALSARIOS.
He ido, aunque
parezca mentira, de descubrimiento en descubrimiento. No solo por el hecho -y
esto lo deben saber algunos- de ser un asiduo fatigador de las salas teatrales,
sino por tratarse de hallarme en medio de un “boom” teatral, palabrita odiada
por muchos, entre ellos Bryce que observa que no significa nada, y él mismo
cuenta y se ríe y contagia su risa cuando dice que Menem (ex presidente de
Argentina) no decía boom si no BOM y subrayado.
Pero en el caso que me ocupa es cierto; y
sobre todo ahora que hay una serie de incentivos adicionales al hecho de hacer
solo teatro (pienso en hace 20 años cuando un grupo quería hacer una obra de
teatro empeñaba hasta la camisa). Hoy, sin embargo, hacer teatro significa
abrir las puertas a las ayudas económicas tanto del sector privado como del
público (más de los primeros).
Hecho que
potencia en nuestra buena gente de teatro no solamente su talento –ya
proverbial- sino su propio reto por exigir cada vez más al respetable y ponerlo
al día delo últimos hallazgos en este arte. Todo esto apoyado por la creciente
manera de involucrar trabajos de nuevos dramaturgos.
¿Por qué
FALSARIOS y no simplemente LOS FALSOS? Creemos que incluso en el título uno
encuentra retorcimientos. Y uso este término no en el sentido peyorativo, sino
en el sentido de búsqueda casi churrigueresca de coronar el tornillo de lana. FALSARIOS
expresa un reto que la juventud de sus protagonistas lo está logrando; cargar
de sentido incluso aquello que definitivamente carece de sentido. ¿Cómo hablar
a la platea de violencia sin ser violentos?
Esta pregunta se
la responden los actores de FALSARIOS con mucho orden a lo estético y ético;
dando rienda suelta a una imaginación sin límites ni fronteras. Contraviniendo
el decálogo de lo políticamente correcto, que en el arte sería “formalmente
correcto” y lanzándose a la piscina donde hay un serpentario de posibilidades y
sucumbir frente a una mordida venenosa (sé por qué lo digo).
FALSARIOS, juega
con las nuevas máscaras de los nuevos tiempos. Un tiempo en el cual el
compromiso ya se derritió y se convirtió en detritus de los necios. Un tiempo
en que todas las banderas ya se arriaron y solo queda una: la del buen teatro.
FALSARIOS
Lugar: Auditorio AFP Integra del
MALI
Paseo Colón 125, Parque de la
Exposición, Lima 1
Temporada: Del 3 de octubre al 11
de noviembre de 2013
Funciones: jueves, viernes, sábados y lunes a las 8:00 pm.
Domingos a las 7:00 pm.