miércoles, 19 de marzo de 2014

Olga Milla: “Mis discos son ejercicios de libertad”



La preservación de la música criolla es uno de sus objetivos de esta valiosa cantautora independiente





Lleva más de tres décadas componiendo e interpretando música popular peruana. Hasta el momento ha grabado dos producciones discográficas: “Caricia” y "Repercusión: Baladas Afroperuanas y otras agitaciones", este último, considerado uno de los cinco mejores álbumes hechos por latinos en USA por la revista americana Latin Beat.

Asimismo, ha tenido la satisfacción de tener entre sus músicos a maestros como Carlos Hayre Félix Casaverde, Sergio Valdeos, Pititi, David Pinto, Cotito, Gigio Parodi, José Luna, Oscar Stagnaro, Chocolate Algendones, Edmundo Vargas, entre otros.


Desde pequeña, en su casa familiar, tuvo el privilegio de escuchar a grupos criollos interpretando repertorios emblemáticos. De joven, esta experiencia la inspira para asistir a las históricas jaranas criollas. En una de ellas conocería a la legendaria Chabuca Granda, quien más tarde la animó a que continuara escribiendo, cantando e incursionando en el área de producción.

Además de ofrecer recitales en diversos países del exterior, residió en Estados Unidos en donde se desarrolló como productora y cantautora independiente. Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó a Olga Milla quien en la presente enterviú nos ofrece una mirada a su larga trayectoria.




-Se dedica a la interpretación y composición de la música popular peruana desde hace mucho tiempo. ¿Cómo ha sido ese transitar como intérprete y compositora?
-Ha sido y sigue siendo una búsqueda íntima, un bálsamo personal. Descubrir el valor de mis vivencias, de mi peruanidad, en mi calle, en mis ciudades, en las de otros, como inmigrante que creo siempre seré, es invaluable.

-Desde su primera incursión en el álbum “El Carbón y sus amigos”, hasta "Repercusión: Baladas Afroperuanas y otras agitaciones", su último disco. ¿Cómo ha crecido la cantautora Olga Milla?
-Mucho. Desde que grabé el tradicional vals Monserrate, hasta el momento, mi vida ha recorrido por un largo periplo. Como yo no coincidía con el ritmo del sistema de producción en nuestro país por aquellas épocas, al salir del Perú tomé las riendas de mis producciones y automáticamente me convertí en una productora independiente. 

Producir por tu cuenta es un camino solitario pero era la fórmula ideal para tener independencia y posibilidades reales. Es curioso que el no vivir en el Perú me redimiera de estereotipos, prejuicios y me hiciera más productiva y libre. Mi producción ha sido modesta y original. 

He transcurrido por la vida. Tengo más cicatrices, soy más sabia. Me he despedido de algunos sueños, he fortalecido otros. Seres fundamentales en mi vida han partido. Otros me ayudan a seguir adelante. Sigo con esa sencilla necesidad de convocar, de buscar ese momentáneo punto en común, a través de la canción, de la cultura.  

-¿Cuáles son sus orígenes como compositora?
-Un hogar donde se amaba la música y el Perú. Un padre estudioso que cultivaba la lectura y la pintura. La voz alegre de mi madre por la casa. Esos son mis orígenes.


-¿Composición e interpretación vinieron de la mano?
-Vinieron de la mano de la creatividad. Se nutren entre sí. Ahora, las oportunidades para expresarlas varían, se reúnen cuando la voz irrumpe.




-Estuvo muchos años fuera del país. Fue precisamente en el exterior en donde produjo sus discos “Caricia” y “Repercusión...”. Cuéntenos al respecto.
-Mis álbumes son ejercicios de libertad con muchos cómplices. Ambos nacieron en USA, donde viví, país al que considero también mi hogar. En el caso de mi primera producción discográfica: “Caricia”, sucedieron cosas maravillosas, entre ellas reunir algunas de las escasas colaboraciones que el maestro Hayre hizo mientras él residía en ese país.

Para esta producción reuní un ramillete de canciones, básicamente de valses en sus varios tempos y épocas. Hice un medley dedicado al inmigrante y a la Lima tradicional. Reunimos un variado y significativo repertorio. Así tenemos la exquisita vena romántica de Alma de mi Alma, que la inicio con un texto.

De otro lado, incluimos Despertar de Carlos Hayre, es un tema en cual tengo el honor de que él mismo me acompañe. Marineras limeñas de Edgar Pérez y Alicia Maguiña están dedicadas a mis admirados Vicente Vásquez y Augusto Ascuez.

Un tondero recopilando varias fuentes en honor de Rafael Sánchez Cerro. El bello y moderno Para Tenerte de Liliana Huamán; Mi Romance de la Sahumadora, con Carlos Valdivia en el piano y Caricia, precioso vals de Pancho Quiróz.

 En el caso de Repercusión, disco que reúne temas solo míos, con un fuerte ánimo de experimentación en base a la tradición con temas de amor, grabamos El Huayruro, Corazón de Manjarblanco, Prende y Apaga, El Parque del Amor, Ni con una hojita de llantén, El Palo Santo, Fuegos Disimulados, La Llave Quebrada, Repercusión y Zapateando, con músicos emblemáticos cuya sencillez y ánimo nunca terminaré de agradecer: Félix Casaverde, Carlos Hayre, Sergio Valdeos, Pititi, David Pinto, Cotito, Gigio Parodi, José Luna, Oscar Stagnaro, Chocolate Algendones, Edmundo Vargas, el invitado de otras orillas Hernán Romero y el inolvidable Caitro. Esta producción discográfica en particular fue sorpresivamente escogido por la revista Latin Beat del 2005, como uno de los cinco mejores álbumes hechos por latinos en USA. Que un disco, sin promoción, ni marketeo salga por ahí recomendado, es algo muy lindo.  

-En ambas producciones, las evocaciones y homenajes a los grandes maestros, son el hilo conductor, ¿no?
-Sí. Siempre he sentido mucho orgullo por la calidad de personas y creadores de nuestra tierra. Ellos son surtidores de nuestra identidad. Para mí los autores e intérpretes son eslabones de un diálogo sencillo, muy humano entre los miembros de una comunidad y a eso debe tender el arte. Es su objetivo más noble sobre todo en tiempo de globalizaciones y generalizaciones.

-¿Cuáles cree usted que son las variantes entre su primer y segundo disco?
-Caricia es más dedicado a la presencia de las cuerdas, la guitarra clásica sobre todo en el valse de Lima, que para mí es una fuente de poesía poderosa, e incluyo solo un tema mío: El Romance de la Sahumadora. En Repercusión incido más en la percusión tradicional de la costa y su diálogo con la guitarra. En el segundo son todos temas de mi autoría, canciones de amor basándome en nuestra imaginería.

-En sus producciones están presentes géneros como el Landó, el festejo, entre otros. ¿Es una manera de preservar nuestra música costeña?
-Sí, mi objetivo es ser parte de la marea que en algún momento contribuya a integrar al Perú en la música internacional y podamos escucharla en la radio comercial así como se escucha la balada ranchera, los ballenatos colombianos, el tango argentino, el merengue precisamos de más intérpretes ¿Por qué no están presentes en las programaciones nuestro vals, landó en sus versiones modernas? Porque nuestra industria siempre fue más pequeña que las otras de los países hermanos, no se proyectó. Pasó por una época vital en la que se dedicó a retransmitir lo que le enviaban y no producir un sonido nacional para exportar. Ahora Internet y canales personalizados siguen creciendo en tendencia. Las audiencias han cambiado.




-¿Cómo han nutrido en su formación un guitarrista de la talla de Vicente Vásquez o cantores como Rafael Sánchez Cerro?
-¡Imagínate! Un guitarrista que tocaba los mejores bordones criollos y un cantor y bailarín de tondero. Por la amistad que me dispensaron, por la integridad que siempre percibí en ellos, con la devoción por lo nuestro, heredé su disciplina personal.

-¿De qué manera moldearon su carrera personalidades como Paco Pinilla, Rosa Elvira Figueroa, Chabuca Granda y Carlos Hayre?
-En mi etapa de estudiante universitaria, el compositor Paco Pinilla fue mi profesor en cinematografía de sonorización. En sus clases nos hacía escuchar de todo, incluso música de pigmeos, y sobre eso, teníamos que hacer crítica. Me retaba con su pregunta sobre mi particular interés por la canción: “¿Qué es más importante la música o la letra?” ¡Eran discusiones de película! Se sentaba al piano y se desplomaba en él de gusto o  de frustración.

De Rosa Elvira Figueroa pionera en promover los bailes de la sierra en Lima y fundadora de lo que luego fue la Escuela Nacional de Folklore, admiraba su brío y sus cuestionamientos sobre cómo poner en escena lo tradicional. Chabuca me animó a escribir canciones, a cantar, algo que no estaba en mis planes durante las veces que fui a visitarla. Y no lo hice hasta que pasaron años.  Yo lo que quería era producir programas de TV con música nacional.

Me aburría ver cantantes transcurrir por micrófonos, creo que ya imaginaba video clips pero cuando presentaba los proyectos me decían: “Esto es mucho trabajo y no hay dinero”... Chabuca  resultó leyendo mis cuadernos de canciones y ya ves, al final ambos caminos se juntaron de alguna manera. Carlos Hayre me confirmó la necesidad de la libertad en la tradición...

-La preservación de la música criolla es uno de sus objetivos como artista. ¿Considera que esta filosofía se refleja en su música?
-El reflejo de esa filosofía se manifiesta en la comunidad a la que han llegado mis canciones. Se por youtube que mis tonderos, los que grabé han sido interpretados por japoneses en Japón, bailados en las calles de Bélgica.  Los he visto cantados por una anónima escolar en un concurso de canto. Preservar es algo de mucho honor, altruista, pero no significa nada si no llega a la comunidad. Gracias a los programadores y productores radiales que las incluyan en sus programas. Todos los que hacemos música peruana contribuimos preservando las formas, los versos para Uds., para la comunidad. Yo preservo como preservas tú, a través de tu entrevista y tú página. Preserva el que escucha la radio, el que asiste a recitales, conciertos, el que compra las producciones nacionales sin piratería, porque así podemos comprobar qué tanto nos comunicamos con la audiencia. Preserva el que canturrea en peñas familiares, el que baila. Todos somos parte de ese proceso. Las veces que pueda y desde mi pequeña dimensión, trato de preservar la identidad inmersa en nuestras melodías y versos.  


-A propósito de este tema. ¿Cómo observa las actuales vertientes musicales?
-¿Te refieres a la cumbia peruana?

-Si…
 -Estamos ante un fenómeno masivo. Es un estilo tropical, totalmente bailable, asimilado con elementos que incluye en su formación la música criolla, selvática, andina. Hayre decía que hay solo un tipo de música: la buena. Así que si es buena música, qué bueno. Hay otro aspecto a tomar en cuenta. En México por ejemplo, pasó que lo del tex-mex y la música de conjuntos similares a la cumbia peruana ocupó más y más lugares y fue uniformizando el gusto y la variedad que es tan necesaria en la oferta musical disminuyó peligrosamente. Hay una pulsión. No podemos pretender homogenizar la oferta, no queremos eso tampoco ¿no?...

-La música tradicional peruana, particularmente la referida a la criolla y costeña, ha mutado en múltiples fusiones.  ¿Qué nos puede decir sobre este fenómeno?
-Es inevitable. Un proceso natural, producto del interactuar de los medios masivos con nuestra tradición oral. La música criolla es sinónimo de fusión, de asimilación. Sus versos cantan historias reales, romances, sueños, esperanzas, geografías del alma y la comunidad. No es patrimonio del costeño o limeño –la cante o no- exclusivamente, pues tiene autores nacidos en la selva, sierra, norte, sur, nacionales y extranjeros, dentro y fuera del Perú.

Vayamos saliendo de ese afán de criticarla y banalizar sus contenidos. Nació en los barrios, ha asimilado influencias produciendo un cancionero original y variado ¿No es tan popular como pudiera ser, pese a tener calidad y personalidad? Creo que es porque la industria de otros países era más fuerte, nada más. Estudiantes de música decían hace poco ¿Cómo seguirle el paso a una música que suena en la radio con intérpretes que en su mayoría han fallecido?

 Lo escuchamos de Rafa Santa Cruz, en el ciclo de Hablando de Música donde fuí una de las invitadas. Muchísimos de sus versos y sus melodías son profundas, alegres, rebeldes, sensuales y su baile igual. ¿Te imaginas una tahuampa donde las parejas bailen apasionados un vals romántico o un landó? …¿Por qué no?

Es un escenario improbable, pero todo un tema. La música criolla está sedienta de más e informados comentaristas, de productores de TV creativos, diseños gráficos fabulosos, de auspiciadores interesantes. El otro día escuchaba a una figura indiscutible de nuestra canción criolla en un popular programa de TV que decía que no había gente que saliera  con nuevos estilos, hiciera cosas nuevas (¿?) y el entrevistador –que no sabía nada del tema- no le supo refutar, porque ¿cómo iba a cuestionar a un ícono? 

El criollismo musical está vivo, pero anda por otros escenarios dentro y fuera del país. No es realista seguir mirando, ni escuchando, esperando oír las mismas modulaciones, en los mismos lugares ni los mismos medios. Por ahí ya no va la cosa.




-¿Cómo observa el desenvolvimiento de la música criolla, costeña, contemporánea?
-Con optimismo, mirando más allá. Hay producciones en muchos países, no solo en el Perú. En USA, en Chile, en Argentina, Francia, Inglaterra. Ahora mismo hay miles de grupos en todo el mundo afinando presentaciones para sus comunidades, gente haciendo tours, hay gente joven que está haciendo suya la música criolla. Hay una audiencia internacional curiosa tratando de conocer la música tradicional de ese país donde se come tan bien y te aseguro que la cumbia los hará bailar, pero preguntarán si no tienen algo que sea más auténtico, con más historia.

Hay una apertura en ciertos centros musicales. Hay producciones arriesgadas en voces de estilos nuevos como las de Pilar de La Hoz de las pioneras en fusionar autores peruanos con el jazz, las de Sandra Peralta en Argentina, Patricia Saravia, Javier Lazo, Lourdes Carhuas, Mirtha Guerrero,  nuevas producciones que recuperan canciones a cargo de Renzo Gil, un movimiento de cantautores fuerte. Hay intérpretes cultivando sus estilos propios a través de sus propias experiencias. No soy afecta a los concursos, pero hay festivales y encuentros de bailarines… Suena y luce bien… ¿no crees?

 -¿Está en camino su tercera producción?
-Considero que los discos Caricia y Repercusión merecen una reedición, con nueva información, pues no se venden en las tiendas del Perú,  solo en iTunes y Amazon. A determinado público le gusta tener el CD, el hardware. Así que estoy en eso. Circunstancias especiales me han alejado de la producción, pero ya estoy ensayando con nuevos talentosos músicos. Regresar al Perú me ha obligado a volver a empezar. Me gusta la idea de sacar un single: Una sola canción que defina un sentir, una visión.  

-Vienen conciertos o presentaciones en los meses próximos.
-Vienen canciones mías en voces de intérpretes y bailarines. Vienen tiempos de encontrarnos en entrevistas radiales y iPods. Estoy entrenándome en la tecnología pues soy cantora de esta era virtual. ¿Recitales a la vista? Sí, pero aun no podemos confirmar las fechas. Un poco arduo es ahora Lima en cuestión locales adecuados. Hay pocos para mucha actividad...pero seguiré tendiendo puentes entre nuestra historia y nuestros sones.



Los discos de Olga Milla los puede encontrar en:  
Caricia” pulse Amazon: http://goo.gl/E2Wcu1
“Repercusión…” pulse iTunes: http://goo.gl/052hU9