La
preservación de la música criolla es uno de sus objetivos de esta valiosa cantautora
independiente
Lleva más
de tres décadas componiendo e interpretando música popular peruana. Hasta el
momento ha grabado dos producciones discográficas: “Caricia” y "Repercusión:
Baladas Afroperuanas y otras agitaciones", este último, considerado uno de
los cinco mejores álbumes hechos por latinos en USA por la revista americana
Latin Beat.
Asimismo,
ha tenido la satisfacción de tener entre sus músicos a maestros como Carlos
Hayre Félix Casaverde, Sergio Valdeos, Pititi, David Pinto, Cotito, Gigio
Parodi, José Luna, Oscar Stagnaro, Chocolate Algendones, Edmundo Vargas, entre
otros.
Desde
pequeña, en su casa familiar, tuvo el privilegio de escuchar a grupos criollos
interpretando repertorios emblemáticos. De joven, esta experiencia la inspira para
asistir a las históricas jaranas criollas. En una de ellas conocería a la
legendaria Chabuca Granda, quien más tarde la animó a que continuara
escribiendo, cantando e incursionando en el área de producción.
Además de
ofrecer recitales en diversos países del exterior, residió en Estados Unidos en
donde se desarrolló como productora y cantautora independiente. Para charlar al
respecto Lima en Escena entrevistó a Olga Milla quien en la presente enterviú
nos ofrece una mirada a su larga trayectoria.
-Se dedica
a la interpretación y composición de la música popular peruana desde hace mucho
tiempo. ¿Cómo ha sido ese transitar como intérprete y compositora?
-Ha sido y
sigue siendo una búsqueda íntima, un bálsamo personal. Descubrir el valor de
mis vivencias, de mi peruanidad, en mi calle, en mis ciudades, en las de otros,
como inmigrante que creo siempre seré, es invaluable.
-Desde su
primera incursión en el álbum “El Carbón y sus amigos”, hasta "Repercusión:
Baladas Afroperuanas y otras agitaciones", su último disco. ¿Cómo ha crecido
la cantautora Olga Milla?
-Mucho. Desde
que grabé el tradicional vals Monserrate, hasta el momento, mi vida ha
recorrido por un largo periplo. Como yo no coincidía con el ritmo del sistema
de producción en nuestro país por aquellas épocas, al salir del Perú tomé las
riendas de mis producciones y automáticamente me convertí en una productora
independiente.
Producir por tu cuenta es un camino solitario pero era la
fórmula ideal para tener independencia y posibilidades reales. Es curioso que el
no vivir en el Perú me redimiera de estereotipos, prejuicios y me hiciera más productiva
y libre. Mi producción ha sido modesta y original.
He transcurrido por la vida.
Tengo más cicatrices, soy más sabia. Me he despedido de algunos sueños, he
fortalecido otros. Seres fundamentales en mi vida han partido. Otros me ayudan
a seguir adelante. Sigo con esa sencilla necesidad de convocar, de buscar ese
momentáneo punto en común, a través de la canción, de la cultura.
-¿Cuáles son
sus orígenes como compositora?
-Un hogar
donde se amaba la música y el Perú. Un padre estudioso que cultivaba la lectura
y la pintura. La voz alegre de mi madre por la casa. Esos son mis orígenes.
-¿Composición
e interpretación vinieron de la mano?
-Vinieron
de la mano de la creatividad. Se nutren entre sí. Ahora, las oportunidades para
expresarlas varían, se reúnen cuando la voz irrumpe.
-Estuvo
muchos años fuera del país. Fue precisamente en el exterior en donde produjo
sus discos “Caricia” y “Repercusión...”. Cuéntenos al respecto.
-Mis
álbumes son ejercicios de libertad con muchos cómplices. Ambos nacieron en USA,
donde viví, país al que considero también mi hogar. En el caso de mi primera
producción discográfica: “Caricia”, sucedieron cosas maravillosas, entre ellas
reunir algunas de las escasas colaboraciones que el maestro Hayre hizo mientras
él residía en ese país.
Para esta
producción reuní un ramillete de canciones, básicamente de valses en sus varios
tempos y épocas. Hice un medley dedicado al inmigrante y a la Lima tradicional.
Reunimos un variado y significativo repertorio. Así tenemos la exquisita vena
romántica de Alma de mi Alma, que la inicio con un texto.
De otro
lado, incluimos Despertar de Carlos Hayre, es un tema en cual tengo el honor de
que él mismo me acompañe. Marineras limeñas de Edgar Pérez y Alicia Maguiña están
dedicadas a mis admirados Vicente Vásquez y Augusto Ascuez.
Un tondero
recopilando varias fuentes en honor de Rafael Sánchez Cerro. El bello y moderno
Para Tenerte de Liliana Huamán; Mi Romance de la Sahumadora, con Carlos
Valdivia en el piano y Caricia, precioso vals de Pancho Quiróz.
En el caso de Repercusión, disco que reúne temas
solo míos, con un fuerte ánimo de experimentación en base a la tradición con temas
de amor, grabamos El Huayruro, Corazón de Manjarblanco, Prende y Apaga, El
Parque del Amor, Ni con una hojita de llantén, El Palo Santo, Fuegos
Disimulados, La Llave Quebrada, Repercusión y Zapateando, con músicos
emblemáticos cuya sencillez y ánimo nunca terminaré de agradecer: Félix
Casaverde, Carlos Hayre, Sergio Valdeos, Pititi, David Pinto, Cotito, Gigio
Parodi, José Luna, Oscar Stagnaro, Chocolate Algendones, Edmundo Vargas, el
invitado de otras orillas Hernán Romero y el inolvidable Caitro. Esta producción
discográfica en particular fue sorpresivamente escogido por la revista Latin
Beat del 2005, como uno de los cinco mejores álbumes hechos por latinos en USA.
Que un disco, sin promoción, ni marketeo salga por ahí recomendado, es algo muy
lindo.
-En ambas
producciones, las evocaciones y homenajes a los grandes maestros, son el hilo
conductor, ¿no?
-Sí. Siempre
he sentido mucho orgullo por la calidad de personas y creadores de nuestra
tierra. Ellos son surtidores de nuestra identidad. Para mí los autores e
intérpretes son eslabones de un diálogo sencillo, muy humano entre los miembros
de una comunidad y a eso debe tender el arte. Es su objetivo más noble sobre
todo en tiempo de globalizaciones y generalizaciones.
-¿Cuáles
cree usted que son las variantes entre su primer y segundo disco?
-Caricia es
más dedicado a la presencia de las cuerdas, la guitarra clásica sobre todo en
el valse de Lima, que para mí es una fuente de poesía poderosa, e incluyo solo
un tema mío: El Romance de la Sahumadora. En Repercusión incido más en la
percusión tradicional de la costa y su diálogo con la guitarra. En el segundo
son todos temas de mi autoría, canciones de amor basándome en nuestra
imaginería.
-En sus
producciones están presentes géneros como el Landó, el festejo, entre otros.
¿Es una manera de preservar nuestra música costeña?
-Sí, mi
objetivo es ser parte de la marea que en algún momento contribuya a integrar al
Perú en la música internacional y podamos escucharla en la radio comercial así
como se escucha la balada ranchera, los ballenatos colombianos, el tango
argentino, el merengue precisamos de más intérpretes ¿Por qué no están
presentes en las programaciones nuestro vals, landó en sus versiones modernas?
Porque nuestra industria siempre fue más pequeña que las otras de los países
hermanos, no se proyectó. Pasó por una época vital en la que se dedicó a retransmitir
lo que le enviaban y no producir un sonido nacional para exportar. Ahora
Internet y canales personalizados siguen creciendo en tendencia. Las audiencias
han cambiado.
-¿Cómo han
nutrido en su formación un guitarrista de la talla de Vicente Vásquez o cantores
como Rafael Sánchez Cerro?
-¡Imagínate!
Un guitarrista que tocaba los mejores bordones criollos y un cantor y bailarín
de tondero. Por la amistad que me dispensaron, por la integridad que siempre
percibí en ellos, con la devoción por lo nuestro, heredé su disciplina
personal.
-¿De qué
manera moldearon su carrera personalidades como Paco Pinilla, Rosa Elvira
Figueroa, Chabuca Granda y Carlos Hayre?
-En mi
etapa de estudiante universitaria, el compositor Paco Pinilla fue mi profesor en
cinematografía de sonorización. En sus clases nos hacía escuchar de todo, incluso
música de pigmeos, y sobre eso, teníamos que hacer crítica. Me retaba con su pregunta
sobre mi particular interés por la canción: “¿Qué es más importante la música o
la letra?” ¡Eran discusiones de película! Se sentaba al piano y se desplomaba
en él de gusto o de frustración.
De Rosa
Elvira Figueroa pionera en promover los bailes de la sierra en Lima y fundadora
de lo que luego fue la Escuela Nacional de Folklore, admiraba su brío y sus
cuestionamientos sobre cómo poner en escena lo tradicional. Chabuca me animó a
escribir canciones, a cantar, algo que no estaba en mis planes durante las veces
que fui a visitarla. Y no lo hice hasta que pasaron años. Yo lo que quería era producir programas de TV
con música nacional.
Me aburría
ver cantantes transcurrir por micrófonos, creo que ya imaginaba video clips pero
cuando presentaba los proyectos me decían: “Esto es mucho trabajo y no hay
dinero”... Chabuca resultó leyendo mis
cuadernos de canciones y ya ves, al final ambos caminos se juntaron de alguna
manera. Carlos Hayre me confirmó la necesidad de la libertad en la tradición...
-La preservación
de la música criolla es uno de sus objetivos como artista. ¿Considera que esta
filosofía se refleja en su música?
-El
reflejo de esa filosofía se manifiesta en la comunidad a la que han llegado mis
canciones. Se por youtube que mis tonderos, los que grabé han sido
interpretados por japoneses en Japón, bailados en las calles de Bélgica. Los he visto cantados por una anónima escolar
en un concurso de canto. Preservar es algo de mucho honor, altruista, pero no significa
nada si no llega a la comunidad. Gracias a los programadores y productores
radiales que las incluyan en sus programas. Todos los que hacemos música
peruana contribuimos preservando las formas, los versos para Uds., para la
comunidad. Yo preservo como preservas tú, a través de tu entrevista y tú página.
Preserva el que escucha la radio, el que asiste a recitales, conciertos, el que
compra las producciones nacionales sin piratería, porque así podemos comprobar
qué tanto nos comunicamos con la audiencia. Preserva el que canturrea en peñas
familiares, el que baila. Todos somos parte de ese proceso. Las veces que pueda
y desde mi pequeña dimensión, trato de preservar la identidad inmersa en
nuestras melodías y versos.
-A
propósito de este tema. ¿Cómo observa las actuales vertientes musicales?
-¿Te refieres
a la cumbia peruana?
-Si…
-Estamos
ante un fenómeno masivo. Es un estilo tropical, totalmente bailable, asimilado
con elementos que incluye en su formación la música criolla, selvática, andina.
Hayre decía que hay solo un tipo de música: la buena. Así que si es buena
música, qué bueno. Hay otro aspecto a tomar en cuenta. En México por ejemplo,
pasó que lo del tex-mex y la música de conjuntos similares a la cumbia peruana ocupó
más y más lugares y fue uniformizando el gusto y la variedad que es tan
necesaria en la oferta musical disminuyó peligrosamente. Hay una pulsión. No
podemos pretender homogenizar la oferta, no queremos eso tampoco ¿no?...
-La música
tradicional peruana, particularmente la referida a la criolla y costeña, ha mutado
en múltiples fusiones. ¿Qué nos puede
decir sobre este fenómeno?
-Es
inevitable. Un proceso natural, producto del interactuar de los medios masivos
con nuestra tradición oral. La música criolla es sinónimo de fusión, de
asimilación. Sus versos cantan historias reales, romances, sueños, esperanzas,
geografías del alma y la comunidad. No es patrimonio del costeño o limeño –la
cante o no- exclusivamente, pues tiene autores nacidos en la selva, sierra,
norte, sur, nacionales y extranjeros, dentro y fuera del Perú.
Vayamos
saliendo de ese afán de criticarla y banalizar sus contenidos. Nació en los
barrios, ha asimilado influencias produciendo un cancionero original y variado ¿No
es tan popular como pudiera ser, pese a tener calidad y personalidad? Creo que
es porque la industria de otros países era más fuerte, nada más. Estudiantes de
música decían hace poco ¿Cómo seguirle el paso a una música que suena en la
radio con intérpretes que en su mayoría han fallecido?
Lo escuchamos de Rafa Santa Cruz, en el ciclo
de Hablando de Música donde fuí una de las invitadas. Muchísimos de sus versos
y sus melodías son profundas, alegres, rebeldes, sensuales y su baile igual. ¿Te
imaginas una tahuampa donde las parejas bailen apasionados un vals romántico o
un landó? …¿Por qué no?
Es un
escenario improbable, pero todo un tema. La música criolla está sedienta de más
e informados comentaristas, de productores de TV creativos, diseños gráficos fabulosos,
de auspiciadores interesantes. El otro día escuchaba a una figura indiscutible
de nuestra canción criolla en un popular programa de TV que decía que no había
gente que saliera con nuevos estilos, hiciera
cosas nuevas (¿?) y el entrevistador –que no sabía nada del tema- no le supo
refutar, porque ¿cómo iba a cuestionar a un ícono?
El criollismo musical está
vivo, pero anda por otros escenarios dentro y fuera del país. No es realista
seguir mirando, ni escuchando, esperando oír las mismas modulaciones, en los
mismos lugares ni los mismos medios. Por ahí ya no va la cosa.
-¿Cómo
observa el desenvolvimiento de la música criolla, costeña, contemporánea?
-Con optimismo,
mirando más allá. Hay producciones en muchos países, no solo en el Perú. En
USA, en Chile, en Argentina, Francia, Inglaterra. Ahora mismo hay miles de
grupos en todo el mundo afinando presentaciones para sus comunidades, gente
haciendo tours, hay gente joven que está haciendo suya la música criolla. Hay
una audiencia internacional curiosa tratando de conocer la música tradicional
de ese país donde se come tan bien y te aseguro que la cumbia los hará bailar,
pero preguntarán si no tienen algo que sea más auténtico, con más historia.
Hay una
apertura en ciertos centros musicales. Hay producciones arriesgadas en voces de
estilos nuevos como las de Pilar de La Hoz de las pioneras en fusionar autores
peruanos con el jazz, las de Sandra Peralta en Argentina, Patricia Saravia,
Javier Lazo, Lourdes Carhuas, Mirtha Guerrero, nuevas producciones que recuperan canciones a
cargo de Renzo Gil, un movimiento de cantautores fuerte. Hay intérpretes
cultivando sus estilos propios a través de sus propias experiencias. No soy
afecta a los concursos, pero hay festivales y encuentros de bailarines… Suena y
luce bien… ¿no crees?
-¿Está en
camino su tercera producción?
-Considero
que los discos Caricia y Repercusión merecen una reedición, con nueva
información, pues no se venden en las tiendas del Perú, solo en iTunes y Amazon. A determinado
público le gusta tener el CD, el hardware. Así que estoy en eso. Circunstancias
especiales me han alejado de la producción, pero ya estoy ensayando con nuevos
talentosos músicos. Regresar al Perú me ha obligado a volver a empezar. Me gusta
la idea de sacar un single: Una sola canción que defina un sentir, una visión.
-Vienen
conciertos o presentaciones en los meses próximos.
-Vienen
canciones mías en voces de intérpretes y bailarines. Vienen tiempos de
encontrarnos en entrevistas radiales y iPods. Estoy entrenándome en la tecnología
pues soy cantora de esta era virtual. ¿Recitales a la vista? Sí, pero aun no
podemos confirmar las fechas. Un poco arduo es ahora Lima en cuestión locales
adecuados. Hay pocos para mucha actividad...pero seguiré tendiendo puentes
entre nuestra historia y nuestros sones.
Los discos de Olga Milla los puede encontrar en:
“Caricia” pulse Amazon: http://goo.gl/E2Wcu1
“Repercusión…” pulse iTunes: http://goo.gl/052hU9