Teatro, títeres para
adultos, danza, poesía, objetos, multimedia y testimonios grabados se hacen
presenten en una puesta en escena que sin duda te hará reflexionar
Este jueves se estrena en el Centro Cultural
Ricardo Palma de Miraflores, Lucía del espejo… testimonios de unapiel, unipersonal multidisciplinario que mediante diversos lenguajes artísticos
busca transmitir un mensaje de conciencia sobre la violencia de género.
Lucía, representada
por un títere, es una bailarina víctima de violencia doméstica y bulimia. Su cuerpo va
evolucionando a medida que se desarrolla la obra mediante una sorprendente representación
de títeres a cargo de la actriz, titiritera y narradora oral María Laura Vélez,
quien nos ofrece algunos detalles de este valioso y potente trabajo escénico.
-Lucía del espejo…testimonios de una piel, toca el tema de la violencia de género
en sus diferentes formas. ¿Cuál fue el punto de partida de este unipersonal?
-El punto de partida
de este proyecto surgió a propósito de mi interés por adaptar un libro que me
recomendó la destacada actriz y gran amiga Irene Eyzaguirre. Ella me trajo la novela Puesta en escena del escritor peruano Enrique Planas y me dijo
textualmente: “Tienes que hacer esta historia”.
Cuando la leí me enamoré de la historia. Descarnada, fuerte, real… El libro
habla sobre Lucía, una bailarina de danza contemporánea enferma de bulimia. Decidí
adaptarla. Como el escenario es una síntesis de la vida, para el escenario creé
una síntesis de la historia de Lucía.
-¿Cómo muta la Lucía del libro a la Lucía del escenario?
-Busqué el camino de
salida de la esencia de Lucía hacía la luz. ¿Cómo? A través de su cuerpo. Partimos
de la violencia de género como detonante y la dependencia afectiva y la bulimia
como desencadenante. Lucía en escena nos ofrece su testimonio de vida para
quienes al verla se sientan identificados y puedan verse reflejados ya sea como
espectadores de una ciudad, una comunidad, de una casa o simplemente de un
barrio. El objetivo de la obra es reflexionar sobre este tipo de violencias y buscar
puntos comunes de sanación.
-Abordar el tema de la bulimia desde una mirada artística,
no es usual…
-¡No! La bulimia
sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. Se atiende desde las ONGs o el
sector salud. A muchos este asunto los eriza. Es un tópico que está guardado en
el sótano. Sucede en la mayoría de los países, como en Costa Rica, país en
donde trabajé todo el proceso de la obra con el apoyo del fondo Iberescena. Durante
el trabajo de Lucía, la directora Luisa Pérez Wolter, -además de una
extraordinaria artista, una experta en temas de género-, me comentó que vivimos
en un una época en donde todo se disfraza para vivir felices. Se vive una
felicidad encubierta. Las personas simulan ser felices. Les cuesta admitir que
la vida no necesariamente es sinónimo de felicidad.
-¿Por qué la bulimia es un tema tabú en pleno siglo XXI?
-Porque no se aborda
desde múltiples perspectivas. En el campo del arte, por ejemplo, el cine tiene
buenos trabajos al respecto, el teatro no.
- Lucía del
espejo… va más allá de la reflexión en torno a la violencia de género, ¿cuál es tu
observación al respecto?
-El contenido de la
obra es fuerte. No se trata de comer fruna o comer canchita en el cine. Hablamos
de una problemática social que nos compete a todos. Miles de mujeres padecen
de bulimia y maltrato doméstico, incluso chicas de nuestro entorno amical o
familiar. Antes de leer el libro observé diversos casos de mujeres amigas víctimas
de todas estas problemáticas.
-¿Cómo trabajaste Lucía del
espejo…testimonios de una piel?
-Escribí los textos
de esta pieza bajo la lluvia de Costa Rica. Allá llueve a diario. Recordaba mi
origen y la historia de Lucía en medio del agua. Se establecía una especie de diálogo entre
este país del centro del Caribe, su cielo lluvioso, Lucía y yo. Precisamente
sobre este vínculo se incluye un hermoso texto en la obra. Un texto poético. En
realidad es un poema…
-¿También escribes poesía?
-Sí, simplemente no me agrada decir “soy poeta”…
-¿De qué manera trasmites toda esta poesía en el
escenario?
-Durante una escena lanzo una lluvia al estilo Costa Rica. Lucía llueve por todos lados. ¿Lucía cuál es
el problema?, ¿Por qué tu cuerpo llueve por todos lados?, le pregunto… “¿Acaso los cielos no riegan sus aguas por espacios
por donde generan vida?... Así también
el cuerpo que es el cielo hecho carne sabe regar sus aguas para generar en ti
una nueva piel”, me responde… “Llueve Lucía, llueve sin miedo…”, le replico.
-¿La lluvia es un elemento de limpieza o purificación en
la puesta en escena?
-Claro. Todas las
víctimas de violencia tienen derecho de llover, de llorar, de expeler este daño
para cambiar de piel y continuar con una nueva vida. Obviamente la sociedad no te
permite que encuentres el camino de sanación. Todo lo contrario, la sociedad te dice: “entierra
tu dolor”, “conviértete en costra”. Ni Lucía ni yo deseamos
más dolor para todas estas mujeres maltratadas...Justamente por esta razón le gritamos a cada una de ellas: ¡Llueve sin miedo!
-¿Los títeres cumplen un rol fundamental en la historia de
Lucía?
-En la obra doy vida a los títeres, a cada Lucía. Hablo con cada una de ellas. Este universo lo construyo dentro del espejo
que pretende reflejar un camino de sanación, de luz y de salida. Como artista y
como persona creo firmemente que toda mujer ultrajada se puede recuperar, se
puede sanar…
-La obra se estrenó en Costa Rica hace dos años y continúa
su periplo. ¿Cuál es la respuesta del público?
-Hay testimonios
reales de mujeres víctimas de violencia doméstica. Para muchas mujeres ver
Lucía del espejo…testimonios de
una piel, es un encuentro con la realidad y el anclaje a tierra. Ellas entienden
que no estamos en un mundo virtual.
-¿Los espectadores o espectadoras te cuentan su
testimonio?
-Siempre recibo cartas
del público agradeciendo a Lucía el hecho de contar su historia de sufrimiento.
Una espectadora me comentó que después de ver tres veces la obra, se separó de
su esposo.
-¿Cuál es el objetivo de poner en escena la historia de
Lucía?
-A través de la
historia de Lucía deseo dejar un amanecer en el alma de la gente. Me interesa
decirle al público que pase lo que pase siempre amanece.
Como parte de una
residencia de la actriz María Laura Vélez, el año 2014 se estrenó Lucía del espejo...testimonios de una piel en San José de Costa Rica y formó
parte del Festival Alajuela Ciudad Palabra. El 2015 se presentó en nuestro país
en el Festival Internacional de Títeres para adultos del Centro Cultural
Británico y en el Festival Warmikuna Raymi del Cusco. Hoy vuelve a escena con el
objetivo de llevar un mensaje de resistencia y fuerza a todos aquellos
afectados por la violencia, y a nuestra sociedad que necesita involucrarse con
temáticas como estas.
La obra de teatro es
parte del proyecto "Resiliences", que
busca generar un espacio de conciencia, reflexión y salida, en torno a
la violencia de género en sus diferentes
manifestaciones. Por ello, la
importancia de los foros abiertos al público después de cada función, donde se
conversa sobre la obra, su temática y se intercambian ideas y posibilidades de
abordaje generando un espacio de reflexión sensible, y donde el universo de la gente y el mundo de
Lucía, se superponen.