viernes, 22 de diciembre de 2017

Rosa María Vargas: “Diversas salas de arte han venido elevando sus estándares en producción artística y trabajo curatorial”


Valorar el arte no solo por su discurso, sino también, por el buen manejo de los elementos plásticos es muy importante, dice nuestra entrevistada.



En el segmento de las artes visuales, este 2017 como bien lo expresa la Historiadora de Arte, Curadora independiente, Crítica de Arte y Docente Universitaria Rosa María Vargas, ha sido diverso e intenso. Sin embargo, de todo el conglomerado de exhibiciones cabe destacar las muestras dedicadas a Jorge Eduardo Eielson en el Mali y la retrospectiva de Gerardo Chávez, que se llevó a cabo en el Museo de la Nación. Para ahondar más sobre el quehacer artístico Lima en Escena charló con la destacada crítica de arte.


-Rosa María. ¿Cómo ha sido el desarrollo de las artes visuales a lo largo de este año?

En los últimos años el panorama del arte ha sido diverso en cuanto a propuestas artísticas se refiere,  algo similar ocurre con los espacios expositivos: cada vez se aprecian espacios poco convencionales e incluso se improvisan en los talleres de artistas exhibiciones de obras con la finalidad de atraer y crear mercado dentro de  un circuito alternativo donde artistas emergentes están tratando de darse a conocer y en otros casos, ganar experiencia, y este  año 2017 no ha sido la excepción.

-Háblanos sobre el papel que cumplen las salas de arte de los diversos Centros Culturales de Lima. ¿Qué muestras consideras tu han sido las de  mayor envergadura en algunas de ellas?

Los diversos centros culturales son importantes en la medida que puedan tener una amplia visión de lo que es el arte y su difusión. Valorar el arte no solo por su discurso, sino también, por el buen manejo de los elementos plásticos es muy importante. Discurso sin talento, ni dominio en la plástica, no puede considerarse arte; sería en todo caso, algo que particularmente denominaría: “el arte de florear” (solo discurso…y ¿el arte?). En ese sentido, son muchas las salas que han venido elevando sus estándares tanto en lo que a producción artística y trabajo curatorial se refiere.

Entre las salas que apuestan por un arte de calidad y que no cae en lo absoluto en el “facilismo” se encuentran: las salas del Centro Cultural “Ricardo Palma” y las del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA), las cuales han venido presentando exposiciones de diversas técnicas artísticas pero manteniendo un buen nivel y lo interesante es que en ellas se ha podido apreciar un perfecto equilibrio entre lo que es la técnica artística, el concepto o discurso bajo un arduo trabajo de  investigación con lo cual, se consigue coherencia y el excelente trabajo que han venido realizando quienes conforman la dirección, los equipos de montaje y difusión de cada institución.

-Los museos como el Mali y el M.A.C. desarrollan un activo trabajo de exhibiciones. ¿Cuáles fueron las más relevantes?

Este año el MALI  ha destacado con la exposición más importante dedicada al artista y escritor Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924–Milán, 2006). Aunque trascendió internacionalmente como escritor y poeta, no se puede negar que es un referente importante del arte contemporáneo peruano.   Esta muestra aborda las diversas técnicas artísticas que el artista ejecutó y otras obras que complementarían su trabajo literario plasmando y materializando su labor lírica a un formato bidimensional y/o  tridimensional. Sin duda, es la mejor exposición retrospectiva del 2017.

Respecto al M.A.C. se han venido presentando trabajos de buen nivel pero todos coinciden en manejar un discurso social y político que a decir verdad, son  temas tan recurrentes, pues el arte es mucho más que eso: es técnica, oficio y un sentir sincero por parte del artista (y pocos lo tienen) y no un afán de destacar o lucrar con una determinada coyuntura política. Eso ya linda con lo ideológico y no se trata de propaganda (que sirve para crear conciencia) sino de arte, como lo comenté hace un momento. Por eso en esta ocasión no podría hacer referencia al mencionado museo de arte contemporáneo.

-El Museo de la Nación se suma a esta tarea. ¿Cuál es su mejor exhibición? ¿Por qué?

En el caso del Museo de la Nación, han venido realizando exposiciones de gran envergadura, como la del reconocido artista Gerardo Chávez; pero sería bueno que cedieran un espacio para exposiciones temporales con el fin de promover a jóvenes valores del arte peruano, porque tienen espacio e infraestructura para hacerlo y su difusión sería muy valiosa para reconocer y difundir la producción de nuestros artistas emergentes.


-¿En escultura?

La obra de Carmen Letts (PUCP) exhibida en simultáneo en dos galerías: La Sala 770 del Centro Cultural Ricardo Palma y la “Galería Yvonne Sanguinetti”.  Me pareció una propuesta interesante y muy bien lograda “Dos hogares” es un concepto que toma como punto de partida una lamentable experiencia familiar de la artista, aunque más que una manifestación de una desgracia en sí misma, es el homenaje a la vida de su joven hermano, desaparecido hace 35 años en algún lugar del Perú. La artista propone mantener vivo el recuerdo de ese ser extraviado (el contexto en el cual habitó) y traerlo de regreso al presente a través de la evocación de la memoria verbal o escrita de su nombre y sus vivencias. 

Bajo esa premisa, la artista intenta apelar a la interacción con el público, al colocar grafitos suspendidos (trozos de carbón); invitando a escribir el nombre de un ser querido que no se  encuentre presente entre nosotros. Esta intervención e instalación complementa su producción escultórica-pictórica o denominada como técnica mixta, la cual está conformada por una suerte de ensamblajes y  formas superpuestas entre sí, cargadas de un vibrante cromatismo y dinamismo,  gracias a las líneas ondulantes de la forma de las piezas ensambladas realizadas en madera, MDF, tuercas, “espárragos” (tornillos de extensa longitud), que sugieren formas orgánicas como extremidades animales, humanas, y que bajo la verticalidad de su disposición y elevación nos muestran caprichosas formas que insinúan partes de un rostro, alas y formas que simbolizan la transformación del ser en otro estado hacia una dimensión etérea, que la artista plasma en su trabajo mediante el color, la forma y la composición, empleando dos técnicas: La pintura y la escultura; arriesgando con materiales tan opuestos como la madera y el metal, pero tan armoniosamente conjugados a través del color y la forma en cada pieza, que dado su escaso volumen, adquiere bidimensionalidad (aunque pueda sonar contradictorio). 

Del mismo modo, la pintura adquiere tridimensionalidad debido al material (madera o MDF) que actúa como lienzo para los colores empleados en cada pieza, y que al unirse dentro de la composición, nos hace percibir a las piezas como líneas y planos de color dispuestos en una suerte de abstracción figurativa-expresiva, representando un mundo móvil y cambiante mediante la línea, la forma, el color y sus contrastes, transformando así; un formato estático e inalterable como los empleados en escultura, pero mediante la técnica del ensamblaje, le otorga dinamismo y versatilidad, obteniendo un bien logrado resultado.


-¿En Pintura?

“Delirios Crepusculares”, del artista bellasartino Lénnin Vásquez (la cual se llevó a cabo en la Sala “Víctor Humareda” del Centro Cultural de San Marcos),  ha sido para mí, la mejor de este año, pues el trabajo del artista ha ido desarrollándose favorablemente con el transcurrir del tiempo: en sus inicios su trabajo poseía una estética naturalista pero mucho más gráfica, bajo una mirada lúdica e inocente, inspirándose en mitos y leyendas enmarcados dentro de una exuberante composición que no dejaba espacios vacíos y que resaltaba además, por la vibrante armonía cromática y la iluminación que daba a cada personaje que protagonizaba sus lienzos, con los cuales construyó su propio imaginario. Quienes hemos seguido de cerca su carrera, reconocíamos las mencionadas características como una suerte de “marca registrada” que identificaba al artista. 

Hoy, Lénnin Vásquez se mantiene fiel a los elementos asociados a su obra, pero apela al surrealismo, y en esta ocasión;  sus personajes han sido transformados por “obra y gracia” de una paleta mucho más académica, que aunque de tonalidades predominantemente frías, están bien “cocinadas”(como se denomina en el argot pictórico  a la combinación o mezcla de color para lograr nuevos matices), aplicadas, superponiendo capas de color para obtener un fondo menos plano, creando una atmósfera sutilmente iluminada y en otros casos con un predominio de la luz muy bien aplicado; prescindiendo además, de las composiciones recargadas a las que nos tenía acostumbrados en el pasado y priorizando los elementos que le otorgan mayor carácter y realismo, conjugando dentro de la composición elementos nuevos, como seres antropozoomorfos, con otros de forma humana pero carentes de rostro, en cuyo reemplazo, la línea geométrica de ciertas formas abstractas y el dibujo naturalista se fusionan generando un mensaje mucho más introspectivo, que brota de los más íntimo del ser: lo consiente y lo inconsciente,  lectura que nos hace evocar por instantes a la obra surrealista de René Margritte(Bélgica 1898-1967), pero llevando siempre el sello estilístico que identifica a Vásquez. 

Esta muestra pictórica es un claro ejemplo de lo que un artista puede conseguir al replantear su estilo sin perder su esencia y obtener un excelente resultado. Vásquez ha ido desarrollando el estilo mágico-surrealista de sus inicios hasta refinarlo y pulirlo de tal manera que nos ofrece un trabajo contemporáneo pero sin perder el “oficio”: la habilidad en el manejo de la técnica adquirida por formación académica pero aplicada a una visión mucho más contemporánea de los elementos de la plástica formal y de su propuesta, una de las razones por la cual lo  considero, como uno de los artistas más importantes de su generación.

-¿En grabado?

El pasado mes de Julio se inauguró una interesante exposición de grabado en la  Sala Juan Pardo Heeren del  ICPNA que llevó por título: “El grabado a través de una mirada ancestral”, en la cual pudimos apreciar diversos grabados en blanco y negro realizados por alumnos, exalumnos y docentes de la Escuela de Bellas Artes de Ayacucho. Lo resaltante de la muestra es que se aprecia la técnica del grabado en sus diversas técnicas, por artistas ayacuchanos quienes enmarcan su obra teniendo como escenario  su propio entorno y  elementos propios con los que plasman  su identidad y sentir a través de dibujos de líneas expresivas, sumado además, a la destreza de los artistas participantes, en una especialidad de las bellas artes que posee varias etapas en su ejecución, como debe darse en todo proceso de grabado. Con esta loable exposición, el ICPNA brinda un espacio a los artistas de diversas regiones del Perú cuyo trabajo debe ser difundido y valorado en nuestra capital, pues en su mayoría su trabajo no trasciende, no por falta de talento, sino por falta de difusión y  no tener acceso a espacios expositivos en nuestra capital.


-¿Fotografía?

En fotografía, creo que es un mérito compartido entre quienes organizaron Foto Monumental y sus artistas y curadores. La exposición estelar: “Bajo protesta: Fotografía o política en América Latina”, curada por  Juan Antonio Molina Cuesta, reunió a 24 artistas de  10 países de América Latina. Las propuestas partieron bajo una temática política. En esta exposición o conjunto de exposiciones se ha podido apreciar la excelente presentación y los formatos empleados en las exhibiciones: instalaciones fotográficas bajo diversos soportes: cajas de fósforos impresas, impresiones fotográficas sobre tela a modo de instalación, grandes formatos de impresión en papel fotográfico, fotografías intervenidas entre otras. Aunque mi  punto de vista de quien escribe no pueda ser condescendiente con la temática política en el arte, no puedo dejar de reconocer que la fotografía más allá de su finalidad artística,  puede darse la licencia de plasmar la realidad social o política desde el punto de vista de la fotografía incidental o documental, cual testimonio del momento (y así ha sido durante el siglo XX y XXI por su importancia en los medios de comunicación) y  como un documento gráfico, pero al mismo tiempo, compensa el excesivo discurso  político con el bien logrado montaje, en cada instalación. 

El mérito de este evento radica-además-en el gran esfuerzo por parte de quienes dirigen y participan en el área cultural de Fugaz, que desde hace unos años, vienen apostando por descentralizar el circuito artístico limeño hacia el Callao; además de la convocatoria a  curadores y fotógrafos internacionales de reconocida trayectoria que sumado al talento nacional, dieron prestancia a esta edición de Foto Monumental.


-Finalmente, ¿cuál ha sido el desenvolvimiento de las galerías independientes?

Este año la galería independiente que más actividad ha tenido es la Galería  Lucila Walqui, quien desde hace un buen tiempo atrás ha venido brindando en su espacio, además de exposiciones, charlas, cursos y talleres dirigidos a artistas, curadores y público en general, contando como expositores o docentes a profesionales con experiencia en el medio y que contribuyen a la formación de quienes desean incursionar en el medio artístico tanto como artistas, gestores culturales y curadores. Aunque no puedo negar que aún recuerdo con cierta nostalgia a “Bruno Gallery”, dirigida por el artista  Jaime Higa, este se mantiene vigente ahora como curador de interesantes propuestas, continuando así con su impulso a los jóvenes valores del arte peruano que vienen trabajando en la Pintura mural, el  Graffiti  y el Cómic, y más recientemente con la exposición de Venancio Shinki que se presentó en el Centro Cultural Peruano-Japonés bajo su curaduría.