lunes, 15 de agosto de 2011

Marianela Cabrera: “Cuento historias un poco salidas del tapete”


Escritora venezolana forma parte de la antología “Voces para Lilith”, con los cuentos “Viejas costumbres” y “Narcoputas”
Poeta y narradora, la escritora venezolana Marianela Cabrera (Barquisimeto 1964) forma parte de la antología “Voces para Lilith”, con los cuentos “Viejas costumbres” y “Narcoputas”, textos en donde hace gala de una narrativa anecdótica, seductora y cautivadora para el lector. Cabrera, estudió letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y ha colaborado en diversos periódicos y revistas literarias. En 2006 recibió una mención honorífica en la Bienal de Literatura Augusto Padrón con el poemario Necrolírica para Eros despiertos. En el 2009, su libro Café Humboldt se publica a través de la editorial El Perro y La Rana como ganador de la convocatoria “Historia de Barrio Adentro”. Hace unas semanas visitó Lima a propósito de la presentación de “Voces para Lilith”, en la Feria Internacional del Libro en donde tuvimos la ocasión de charlar. Allí va.
-¿Cómo surge la idea de participar en la antología Voces para Lilith? -Fue a través de la escritora venezolana Ely Zamora quien radica en Nueva York. En una ocasión le envié unos textos y grata fue mi sorpresa cuando poco después me comunicó que lo había entregado a una de las antologadoras de Voces para Lilith, quien a través de un e-mail contactó conmigo y me solicitó unos cuentos inéditos de narrativa breve y envié “Viejas costumbres” y “Narcoputas”.
-¿Narcoputas, es una historia doliente? -¡No! Es más bien triste. El tema de la violencia está implícito pero más allá del mismo, es la historia de una plaga impregnada en el mundo entero en donde se filtra además la posibilidad del amor erótico de dos almas solitarias.
-¿Cómo surge su vinculo con la literatura? - Desde muy pequeña me agradaba la lectura y en casa siempre pude acceder a títulos interesantes los cuales me atrapaban así como siempre me atrapó el cine también.
-¿Sus inquietudes artísticas siempre apuntaron por la literatura y el cine? -¡Sí! Incluso estuve involucrada en publicaciones de cine en donde escribía artículos sobre cine.
-Tengo en mis manos su libro Café Humboldt que agrupa algunos cuentos siendo uno de ellos “Biografía doliente” ¿por qué pasajes de nuestras vidas se muestran tan abatidos? -Este cuento en especial, surge a propósito de una licenciatura sobre Educación Integral, curso en el cual nos solicitaban ensayos, trabajos que hacían hincapié en contar historias de nuestras vidas. Todo el mundo contaba historias normales, pero la mía fue diferente…
-¿Por qué? -Por la forma y estilo de contar mi vida imagino. Algunas personas “describen” su historia, su vida y ya, en mi caso, puse en la mesa todo lo que me había pasado desde pequeña hasta el presente y la diferencia fue la manera como conté mi historia ¿no? un poco salida del tapete.


-¿Historias originales con una voz diferente? -Cuento historias un poco salidas del tapete.
-¿Fue rebelde en su juventud? -¡Mucho!
-¿Subversiva? -¡Demasiado diría! Los 20 años que precedieron el proceso que vivimos ahora en Venezuela mis ideas eran de avanzada y no estaba conforme con muchas cosas y mi vida era diferente.
¿Diferente? -¡Totalmente! Ver a tanto desposeído no me parecía, anhelaba más igualdad entre nosotros. Nunca pensé vivir un proceso como el que vivo ahora con el cual estoy conforme y feliz…Me encanta la edad que tengo y me siento bien donde estoy.
- De Café Humboldt, me seducen sus lugares, sus locaciones… -¡Existen, no es ficción! –Risas- Todos los lugares que encuentras en los cuentos del libro existen.


-Perdone que cambiemos de tema pero tengo curiosidad por los tatuajes, ¿cómo se involucra con este arte? -Mi afición por el tatuaje data desde hace aproximadamente 20 años atrás y el primer tatuaje que me hice en el cuerpo es de esa época. No puedo dejar de reconocer que es un arte que me agrada razón por la cual también tengo una tienda de tatuaje que además de dirigir realizo tatuajes a las personas interesadas en el arte corporal.
-¿El tatuaje es un arte corporal? -¡Por supuesto! Es un arte corporal puro –valga la redundancia- lo promuevo, lo defiendo, lo desmitifico, lo divulgo. El tatuaje es una práctica histórica.
-¿También lo diseña? -¡Si, también me involucro en el diseño!
-Literatura, cine y arte corporal van de la mano… -¡En mi caso sí!