Tiene 85 años y realiza sus presentaciones en la Plaza San Martín como lo hizo la primera vez en noviembre de 1968
Fotos: Rosana López Cubas
Lleva más de 50 años mostrando el arte del teatro y el mimo por parques, avenidas plazas y calles. Cuenta con 82 años y realiza sus presentaciones como lo hizo la primera vez que salió a trabajar a la Plaza San Martin, en noviembre de 1968. Su tiempo y su labor artística lo divide entre Perú y Suecia, país en donde reside desde 1980. Considerado el creador del Teatro de la Calle, el mimo Jorge Acuña cuenta con alrededor de 28 obras siendo las más emblemáticas La bandera, La sopa, La carta, entre otros espectáculos.
Su edad no es ningún impedimento para desarrollarse como actor y mimo, todo lo contrario, pasea por el mundo exhibiendo su arte y posee una laptop, un e-mail, una cuenta de seguidores en Facebook y esta interconectado con sus familiares, amigos y seguidores a través del servicio online.
Apreciados lectores, es honor charlar hoy con nuestro bastión del Teatro de la Calle: el mimo Jorge Acuña.
-Maestro ¿Qué implica contar con más de 50 años de actividad artística?
-¡Es una sorpresa! Tengo 82 años de los cuales más de 50 me dedico a la actuación. ¡Es una larga historia! Estoy sorprendido de haber vivido 50 años haciendo esta maravillosa actividad.
-¿Sorprendido?
- ¡Sí! Porque tengo la suerte de trabajar en lo mío sin parar. Muchos actores y grandes compañeros ya no están con nosotros…
-¿Nostalgia?
¡Mucha!
-¿A quiénes recuerda?
-¡A muchos! En este momento, por ejemplo, me recuerdo de Luis Álvarez, de los hermanos Velásquez, Mario, Carlos, de Elvira Travesí; excelentes artistas… ¡Grandes compañeros!
-¿Tuvo la ocasión de trabajar con ellos?
-¡Por supuesto!
-¿En qué momento decide abandonar la actuación para volcarse de lleno al arte del mimo?
-¡Wow! Son tantos años. Te cuento que primero me formé como actor de teatro y por obvias razones empecé a trabajar en diversos montajes. De esa época recuerdo al grupo Histrión y a Lucho Álvarez con quien trabajé mucho.
-¿Por qué se divorcia de la escena convencional?
-Mi divorcio del teatro convencional viene muchos años después. Antes de abandonar el teatro de sala hicimos mucha difusión teatral. Recorrimos por todo el Perú, incluso visitábamos los hospitales en donde hacíamos presentaciones para los pacientes.
-De esa época, ¿quiénes trabajaron con usted?
-¡Interesante pregunta! Uno de mis compañeros de difusión fue el gran actor Hudson Valdivia, quien fue un amante de nuestro gran poeta César Vallejo y gran declamador del mismo.
-Esto ocurrió a finales de los sesenta, ¿no?
-Sí, durante mi labor con El Teatro Universitario de San Marcos bajo la dirección Guillermo Ugarte Chamorro.
-¿Después de este período se retira y sale a las calles como mimo?
-Poco después de trabajar en Ayacucho donde estuve alrededor de tres años.
-¿Divulgó el teatro en Ayacucho?
-¡Por supuesto! Trabajé con el Teatro de Ayacucho alrededor de tres años y recorrí alrededor de 250 comunidades campesinas laborando al aire libre…
-¿Experiencias significativas de alto contenido social y emocional?
-¡Absolutamente! ¡Una experiencia sin igual! En esa época el teatro llegó por primera vez a zonas remotas de nuestro Perú profundo y después de una serie de problemas volví a Lima y decidí salir a las calles.
-¿Por qué?
-Porque fui removido de la Universidad y quedé prohibido de trabajar en cualquier otra dependencia del Estado. Tenía cuatro hijos, en aquel entonces y me pregunté: ¿qué hago?, ¿vuelvo a Lima? En vista que ya no podía trabajar en colegios mucho menos en ministerios, tomé la decisión de ir a la calle.
-¿Así de radical fue el cambio?
-Sí… Recuerdo que un 22 de noviembre de 1968 salí por primera vez a la Plaza San Martin, un hecho muy importante en mi vida.
-¿Qué recuerdos guarda de ese instante?
-En ese instante se me acercó un hombre al cual le dije: “tu eres el espectador y yo el actor” y acento su cabeza confirmándome su aprobación. En ese momento puse mi maletín en el suelo y empecé mi carrera como mimo: “El mimo Acuña”.
-Maestro ¡No tengo palabras!...
-¡Menos yo! ¡Ya estoy viejo! (silencio)
-¿Cómo se da ese cambio del escenario teatral por la calle?
-Desde el momento que salí a la calle no tuve más intermediarios entre la relación: público y actor. En ese momento para mí se desmanteló el teatro. Ya no había salas, cortinas de terciopelo, butacas, boletería, ya no había nada, solo un espacio abierto que podía ser un parque, una plaza o una calle en donde los transeúntes eran los espectadores y yo el actor.
-Su debut en la calle, ¿requirió la preparación de un espectáculo o improvisó?
-Preparé un monólogo porque en ese momento todavía no recurrí al mimo y porque de todas maneras el teatro tiene su propia magia. Poco después dejé el teatro clásico y empiezo con el arte del Mimo.
-¿Qué le permitió el arte del mimo que no le permitió el teatro?
-¡Hay algo casi invisible en el mimo! El mimo le exige al espectador otro tipo de lectura.
-¿La lectura del movimiento?
-¡Exacto! Los espectadores además de leer tus movimientos, dan rienda suelta a su imaginación y todo este proceso crea una intima relación con el mimo.
-¿Cuántos espectáculos componen su repertorio artístico?
-Debo tener alrededor de 28 montajes.
-¿El más importante?
-No podría decir uno en especial. Son muchos mis espectáculos referentes del público.
-¿Los más solicitados por el público?
-La bandera, La sopa, La carta; el hombre que se baña en la piscina ¡En fin hija, son tantas!
-¿El montaje mas importante para usted?
-¡La bandera! Realmente me gusta mucho y… ¿sabes qué?
-¿Qué?
-Este espectáculo me lo acaban de vender por unos cuantos miles… (Risas)
-En Europa me imagino…
-¡Sí!
-No hay protestas por repetir el mismo espectáculo…
-¡Por supuesto! Hay muchas personas que me dicen: “ya es repetida”...
-¿Qué responde?
-¡Y las miles de personas que no la han visto! (Risas)
-Principalmente las nuevas generaciones ¿no?
-¡Claro! El arte del mimo, involucra la repetición para llegar a las nuevas generaciones.
-Radica en Suecia desde hace muchos años, ¿cómo reciben su arte en Europa?
-Gracias a Dios muy bien. Recorro toda Europa con el teatro y con el mimo.
-¿Teatro?
-Sí, el teatro hablado.
-Entonces, ¿no podemos hablar que renunció al teatro?
-Trabajo como mimo y actor…
-¿En su trabajo en Europa como compagina la actuación y el arte del mimo?
-Hay millones de millones de inmigrantes que han dejado sus países y que hablan el español y tienen deseos de ver espectáculos en su propio idioma… a todos ellos les preparo algunos monólogos hablados y mis presentaciones habituales de mimo.
-En Europa, ¿es un actor y mimo itinerante?
-¡Exactamente! Presento un combo y me incorpora a los cambios del Siglo XXI (risas)
-¡Un combo! Una frase que acuñan los negocios actuales
-¡Claro! Tengo mi Laptop, mi mail, tengo mi cuenta en el face y algunas cositas mas… (Risas)
-¿Tiene competencia?
-Hace algunos años tuve competencia, ahora no. ¡En este momento no!
-¿Ahora ya no?
-¡No! porque se fueron muriendo y prácticamente me quedé solo...
-¡Qué tal liderazgo!
-Sí, ahora soy líder. Mi trabajo y el afecto de mi público no tienen precio.
-En una frase corta, ¿qué significa el arte del mimo para usted?
-El mimo es el origen del hombre, es el primer lenguaje del individuo humano.