Directora de Jazz Jaus nos muestra su faceta de cantante
Fotos: Rosana López cubas
Un concierto íntimo en ritmo de jazz, en el cual interpretó clásicas piezas de bolero: “Sabor a mí”, “Me importas tú”, “Contigo aprendí”, vals criollo: “Cardo y ceniza”, rock pop: “Roxanne”, nos ofreció anoche la destacada saxofonista, músico y directora de Jazz Jauz Carolina Aráoz, en compañía de sus músicos David Chang en la guitarra, Luis Linares en el bajo y José Roberto Terry en la batería.
“Mi pasión detrás del saxofón”, fue un espectáculo en donde Aráoz nos mostró su faceta de cantante. ¿Por qué estamos aquí? Se preguntó Aráoz , al mismo tiempo que se respondió: “Porque amamos la música”. Efectivamente, el público que la sigue, la apoya y obviamente la admira, estábamos sentados en los ambientes del auditorio del ICPNA de Miraflores, porque literalmente “amamos la música: ¡su música!” a tal punto de establecer una relación cuasi idílica entre los asistentes y la saxofonista-cantante, efecto que le permitió desplazarse libremente por el escenario y hacer de la improvisación musical un espectáculo “cool”. ¡Felicitaciones Carolina!
Un concierto íntimo en ritmo de jazz, en el cual interpretó clásicas piezas de bolero: “Sabor a mí”, “Me importas tú”, “Contigo aprendí”, vals criollo: “Cardo y ceniza”, rock pop: “Roxanne”, nos ofreció anoche la destacada saxofonista, músico y directora de Jazz Jauz Carolina Aráoz, en compañía de sus músicos David Chang en la guitarra, Luis Linares en el bajo y José Roberto Terry en la batería.
“Mi pasión detrás del saxofón”, fue un espectáculo en donde Aráoz nos mostró su faceta de cantante. ¿Por qué estamos aquí? Se preguntó Aráoz , al mismo tiempo que se respondió: “Porque amamos la música”. Efectivamente, el público que la sigue, la apoya y obviamente la admira, estábamos sentados en los ambientes del auditorio del ICPNA de Miraflores, porque literalmente “amamos la música: ¡su música!” a tal punto de establecer una relación cuasi idílica entre los asistentes y la saxofonista-cantante, efecto que le permitió desplazarse libremente por el escenario y hacer de la improvisación musical un espectáculo “cool”. ¡Felicitaciones Carolina!