lunes, 16 de abril de 2012

Rossella Di Paolo: “La poesía está en permanente movimiento”


"Nosotros en el Perú tenemos una tradición poética poderosa. Tener a Vallejo y Eguren es como tener un par de ángeles de la guarda.", dice la destacada poeta en la presente entrevista.

Con la simpatía y sencillez que la caracteriza, la poeta Rossella Di Paolo, Prueba de galera (1985), Continuidad de los cuadros (1988), Piel alzada (1993) y Tablillas de San Lázaro (2001), ingresa por los ambientes de la Casona de San Marcos y llega al Salón Flores Galindo para participar del I Festival Internacional de Poesía de Lima y ofrecernos  la mágica lectura de una selección de sus poemas, en especial de los escritos que forman parte de su homenaje al escritor norteamericano Herman Melville, los cuales figuran en su nuevo libro.

 Al término del evento, Lima en Escena fue en su busca para charlar sobre sus actividades literarias recientes, sus labores académicas, pero sobretodo,  solicitar su opinión sobre la pasada polémica a propósito de un artículo publicado en un diario local sobre nuestro máxime poeta Cesar Vallejo, tema del cual Di Paolo nos dijo de manera tajante:

“En el artículo que mencionas en tu pregunta se llegaba al extremo de querer enmendarle la plana a Vallejo, forzando unos versos de “Espergesia” hasta una euforia completamente boba, como si ya no hubiese bastante de esa euforia falsa y papanatas en el mundo que nos rodea: en la publicidad, los jingles, los tips de autoayuda, los sermones, las arengas políticas… ¿También necesitan que Vallejo sea uno de esos publicistas que nos chillan que el mundo es una maravilla, y que el error, el sufrimiento, la enfermedad, la muerte solo existen en la cabeza de los loquitos poetas?”



-Rossella, sabemos que prepara un nuevo libro…
-Sí.
-¿En qué fase se encuentra...?
- El libro está en la fase de cierre. Estoy en plena selección de poemas, lo que es complicado por el abundante material que tengo en estos momentos.
-¿Una selección difícil?
-Desgarradora, porque desearía poder incorporar todo lo escrito, pero no será así.
-¿Qué plantea esta nueva entrega?
-Este nuevo libro es una suerte de homenaje a Herman Melville, un escritor que me fascina. Particularmente me centro en personajes de dos libros suyos: Bartleby (Bartleby, el escribiente de Wall Street) y Ahab (Moby Dick).



-¿Qué representan estos personajes ...?
-Me apasiona, por ejemplo, el contraste. Ahab es la desesperación de la voluntad, la acción obsesiva; mientras que Bartleby es un personaje que no hace nada, que se queda mirando una pared.
-¿En algún momento ha pensado incursionar en la narrativa?
- No. Escribiendo poesía me siento en casa, lo mío es la poesía. La narrativa implica otra respiración, un movimiento hacia adelante; la poesía da vueltas, va en círculos…
-¿Qué le seduce de la poesía?
-Su capacidad de acercar y alejar el mundo, y el juego y misterio que hay en ello.





-Dedicarse a las labores académicas, ¿la distancia de su labor como poeta?
-Lo académico y la poesía van en muchos momentos de la mano. El hecho de enseñar literatura es un estímulo para estar al día con las lecturas, para escuchar a las nuevas voces.
-¿La poesía ha cambiado en estos últimos años?
-Por supuesto, la poesía está en permanente movimiento…
-¿Cómo la percibe ahora?
-Fresca, contundente. Nosotros en el Perú tenemos una tradición poética poderosa. Tener a Vallejo y Eguren es como tener un par de ángeles de la guarda.
-Sus grandes referentes…
- Giuseppe Ungaretti, y aquí en el Perú la tradición es fuertísima, tenemos un lujo de escritores; pienso en Eguren, Vallejo, Moro, Westphalen, Cisneros, Blanca Varela, Eielson, Watanabe…


-Hace unos días se publicó un artículo sobre Vallejo que textualmente decía que “influyó de manera negativa en el subconsciente de los peruanos”…
-Contra ese artículo, me gustó lo que escribió el poeta Abelardo Sánchez León, quien resumió con ironía el signo –espantoso- de nuestros tiempos, en los que se exige que un escritor vaya acorde con “las exigencias del mercado: vender y ser un éxito mediático”. 


Sin duda, esa exigencia es disparatada, porque los artistas de verdad viven hacia adentro y no hacia afuera, y no les interesa pegarse la sonrisa con gutapercha, como hacen muchos para poder pasar por el aro en sociedades agobiantemente “exitosas”.


En el artículo que mencionas en tu pregunta se llegaba al extremo de querer enmendarle la plana a Vallejo, forzando unos versos de “Espergesia” hasta una euforia completamente boba, como si ya no hubiese bastante de esa euforia falsa y papanatas en el mundo que nos rodea: en la publicidad, los jingles, los tips de autoayuda, los sermones, las arengas políticas… ¿También necesitan que Vallejo sea uno de esos publicistas que nos chillan que el mundo es una maravilla, y que el error, el sufrimiento, la enfermedad, la muerte solo existen en la cabeza de los loquitos poetas?

-¿No tienen ni idea del valor y la poética de Vallejo?
-El valor con el que Vallejo se sumergió en el corazón humano y salió de allí con una de las poéticas más intensas y renovadoras del siglo XX ya quisieran tenerlo los economistas, los financistas, los señores de la bolsa, los banqueros… que viven tan protegiditos tras sus murallas, sus cercos eléctricos, sus agentes de seguridad, sus lunas polarizadas y cabinas climatizadas… y que cuando las papas queman por su propia acción especuladora y angurrienta piden/exigen “rescates” a los gobiernos. ¡Qué fácil! Ellos son los que nos deprimen, no los poetas.