Escribe: Luis Paredes
La performance que nos ofreció la
actriz dominicana Emely Grisanty durante la reciente estrenada Edipo, obra adaptada
y dirigida por Walter Ventosilla, y cuyo elenco se encuentra de gira por el
Perú, es un revertero de novedad tras novedad. Sin transición aparente la
joven actriz realiza ocho personajes en escena. Todos claros y distintos como
emanaciones de un pasado efímero donde lo ritual compite con lo minimalista y
cada protagonista nos conduce por una psicología especial.
Desde el foro del teatro y de espalda al
público Emely empieza cargada de energía y con una imagen digna de trascender
en todo espacio…Su bastón la acompaña en algunos personajes, sobre todo en la del
narrador, una especie de Homero. Al ser todos sus personajes varones nos hacen
esperar la aparición de Yocasta, quien cuando lo hace luce todos los atributos
de una feminidad reprimida para los otros personajes que todavía la hace más
excitante en toda su tragicidad. La verdad de Yocasta es la más dulce
pues es un ser vapuleado por el destino, casi como el propio Edipo y Layo que
ya sucumbió a manos de su hijo.
Edipo de Ventosilla demuestra la
tonalidad de actor que venía buscando Walter donde los atributos del mismo
desaparecen totalmente detrás de esta nueva naturaleza que sería el personaje;
y en todo caso los personajes que como emanaciones del mundo griego aparecen
tras la sutil evocación de una actriz destacada y vital.
Conteo original antes del hackeo