martes, 8 de marzo de 2016

Katerina D'Onofrio: “Lo importante de mi labor como actriz es poder conmover al público”





Protagonista de “La última tarde”, nueva película del director Joel Calero y del montaje “El sistema solar”, pieza que en breve se reestrena en la ciudad del Cusco charla con Lima en Escena




 Fotos: Giuseppe Falla


Estrenos teatrales y cinematográficos forman parte de la agenda 2016, de la actriz Katerina D'Onofrio, una de las artistas más destacadas y activas de la escena peruana contemporánea. Hace unos días apreciamos su trabajo en la obra de teatro “Reglas para vivir”, en donde interpreta a Karen, una muchacha cuyo osado e ingenuo temperamento desentona en el núcleo  familiar de su novio.

En los próximos meses se reestrena en la ciudad del Cusco “El sistema solar” de Mariana de Althaus, montaje en el cual D'Onofrio interpreta a Edurne, una joven deseosa de recomponer a su familia en una cena de navidad. De otro lado, a mediados de año se estrena la esperada película “La última tarde”, del director Joel Calero, cinta en donde la actriz comparte roles estelares con el actor Lucho Cáceres. Al respecto Lima en Escena charló con Katerina. 


-Para dar vida y matices a un determinado personaje las actrices o los actores llevan el mismo a una interpretación extrema. Tu personaje Karen en Reglas para vivir tiene esa particularidad…

-Esta chica es bulliciosa, avasalladora e insegura. No es consciente hasta qué punto puede ser graciosa para lograr la confianza de los demás 0 hasta que otro puede ofender. Ella viene de un círculo distinto al que acaba de conocer: una familia conservadora. Es de carácter emocional y está (o cree estar) enamorada de su novio, quien de alguna manera, la quiere menos. Es como una niña. En otras palabras, ella juega con suma libertad en un salón de clase en donde los profesores son muy estrictos…

-Los protagonistas crean un efecto en el espectador. ¿Qué impacto crees que ha tenido tu personaje en el público?

-A muchas personas el personaje les pareció extremo. Así lo exigió el texto y así lo llevé a escena. Hago de una chica vulgar sumergida en sí misma y deseosa de encajar en una familia conservadora. Si bien es bromista, tiende también a ser inocente y no tiene ni un ápice de maldad. Me parece bacán observar todos estos sentimientos. Muchas veces por ser uno mismo ofendemos a otros. Soy una persona bromista. Me agrada bromear en situaciones de tensión. En ocasiones he desencajado por ser como soy.

-Josué Méndez hace un trabajo teatral para repasar episodios de nuestras vidas. ¿Cómo observas esta obra en particular?

-El hombre del subsuelo, es la primera obra que dirigió Josué… ¡Remecedora! No fue un teatro fácil. Reglas para vivir, va en ese camino. El trasfondo del montaje es cruel.  No es la típica comedia de la risa fácil. Tal vez mi papel se escuda en esta risa o en esta especie de chabacanería para no mostrar la carencia de cariño de la muchacha. Reflejar en escena a una familia disfuncional con tanto dolor y trasladarla a la burla, es difícil para todos y cada uno de los protagonistas. Manejar toda esta cantidad de emociones incrustadas, sincerarse, y tratarlas con valentía en el escenario, es el mayor mérito del director.

-Algunas directoras y directores de teatro te llevan a interpretaciones extremas. ¿De qué manera asumes estos retos en escena?

-Las directoras y los directores eligen a sus actrices y a sus actores. No es fácil interpretar los papeles que nos asignan. Cada vez que me lanzo al ruedo lo hago con miedo y no por ello me detengo. Todo lo contrario, ese miedo me impulsa para ir más desde adentro, para probar más cosas y trabajar en otras. Mientras más sincero se dé el acercamiento con el personaje o más elementos del mismo observe en mí persona, mayor será el reto y más atractivo el proceso. No creo en las familias funcionales. Las familias son espejos y como decía el personaje de Paula interpretado por Valeria Escandón en El sistema solar: “El que más te ama, es el que más te hiere”. El tema es ser transparente con tu trabajo, al menos contigo misma, y hacer uso de un buen grado de imaginación para completar las historias.

-¿Cómo lidias con ese miedo en escena?

-¡Es complicado! Es un reto constante y un impulso para la creación. 

-El sistema solar viaja al Cusco. Antes viajó a Chile, a España… ¿A qué le atribuyes este éxito?

-A la dramaturgia. Hasta el momento es el mejor texto que he tenido entre mis manos. Es de una violencia poética avasalladora. Mariana es sincera con las cosas que escribe. El sistema solar estuvo en el FAEL, se fue a Santiago a Mil, a Cádiz, ahora estrenaremos en el Cusco. También tenemos la posibilidad de participar en el Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami.

-Tenemos entendido que viene un proyecto teatral interesante, ¿no?

-Una pieza de teatro de Gerardo García Frkovich. Es interesante trabajar en proyectos en donde los directores son también los dramaturgos. Me agrada ser dirigida por quien conoce a fondo su propia historia a contar. Lo mismo me pasó con Lita Baluarte y Daniela Rotalde, con Luisa Fernanda Lindo, con Ernesto Barraza y con la misma Mariana. No hay mejor cosa que la persona que está frente a ti dirigiendo cuente con todo este bagaje de saber todos los pormenores de la historia, su historia. La obra de Frkovich es de tendencia futurista. Juega con el tema de la memoria de una manera particular, lúdica y un tanto misteriosa.

-De los múltiples papeles que has interpretado en escena, el de Marlene Dietrich me pareció singular. ¿Qué nos puedes decir sobre este trabajo?

-¡Qué difícil! Fue muy complicado para mí. ¡Marlene Dietrich me costó la madre! Ponerme los tacos, una peluca enorme, una faja… Sentí que era mi hermano vestido de mujer. Justamente toda esa incomodidad era  Marlene Dietrich para mí.

¿Y cómo era Marlene Dietrich para ti?

-Una mujer entregada al tema glamoroso. Ella muere en París encerrada en un pequeño cuarto sin desear ser vista, sin verse envejecer. Muy fuerte. Muere sola con una hija que la odia. Si ves las fotos de Marlene Dietrich en su cotidiano puedes observar que vivía posando constantemente. ¡Qué falta de libertad!

-¿Te afectan emocionalmente los papeles que interpretas?

-Cada vez menos. Ahora trato de ser más objetiva. Esto te da la experiencia.

-Estas presente en las obras que dirigen nuestras directoras/dramaturgas…

-Sí… la última que me dirigió fue Lita Baluarte en Sigue la luz, una obra de Microteatro. Bailarina, actriz y directora. Co dirigió la obra con Daniela Rotalde. Como directora literalmente me descuadró. Tiene una llegada, una potencia, única. Me encantó trabajar con ellas. Fue fuerte. Cuatro mujeres haciendo una locura y media entre cuatro paredes… Todas las directoras con las cuales he trabajado han puesto las cartas sobre la mesa y hemos trabajado al desnudo. Con caídas, con heridas, reconociéndonos en la otra y potenciando ese descubrimiento.


En el Cine





-Permíteme cambiar de tema. Participas en algunas películas, unas que están en pleno camino y otras por estrenar…  

-Estoy en los ensayos de la nueva película de Daniel Rodríguez Risco “El secreto de las siete semillas”…

-¿De suspenso, de terror?

-No, el terror no es un género que me llame mucho la atención. Esta película es un drama, una bonita historia, un viaje espiritual de reconocimiento, de realización. El libro en el cual se basa es muy bonito. Seré una de las antagonistas de Carlos Alcántara, un gran actor. No trabajamos juntos desde que hicimos Brothers, dirigida por Carmona hace varios años atrás.  

Asimismo viene el estreno de la película Sebastián de Carlos Ciurlizza. Es una historia de temática LGTB. El reto no es precisamente lo que le pasó a Sebastián en la historia sino que el público le dé cabida. Estrenamos a inicios de junio. Particularmente en esta película el guión me atrajo mucho desde el principio. Una historia cruda y valiente. La experiencia de rodar en la ciudad de Ferreñafe, Chiclayo, en el 2012, fue interesante.  

-Eres una de las protagonistas de La última tarde, la nueva película de Joel Calero. ¿Cuándo estrenan?

-Justo me acaba de llamar Joel para informarme que probablemente estrenemos en el Festival de Cine de Lima…

-¿Nada menos?

-Sí… ¡Joel está feliz!

-¿Y tú cómo te sientes?

-¡Estoy nerviosa!

-Compartes roles con Lucho Cáceres, uno de nuestros actores más potentes de la escena local…

-Definitivamente fue un buen grupo de trabajo. Compartir con Lucho ha sido gracioso. Es un buen actor, buen amigo, y sobre todo, un buen compañero de escena. De los colegas que te apoyan. También nos acompañó Daniel Amaru Silva, quien estuvo de asistente de dirección, con un empuje inigualable. Aprecié muchísimo su presencia en esta película.

-Podrías ahondarnos más sobre la historia de esta película…

-Es una historia de amor construida a partir de ideales políticos. Una pareja a la que la vida los separa para reencontrarlos 19 años después, con muchas cosas por decirse, con muchos huecos en la memoria, con una pasión que regresa pero no necesariamente de una manera tan apacible. 

El guion se reescribió. Durante mi primera lectura sentí mi personaje desde la mirada de un hombre. Lo reestructuramos y en este trabajo participamos los cuatro: Daniel, Luis, Joel y quien te habla. Joel tuvo un gran acto de generosidad y de confianza. Nos escuchó y nos dejó hacer algunos cambios al guion original. Esta labor nos permitió que cada actor se identifique con su propio personaje y con el de su compañero también.

-Imaginamos que todos los aportes que ofreces tanto en las obras de teatro como en el cine te permiten consolidar tu formación de actriz…

- Si, de todas maneras. Aprecio estas oportunidades cuyo aprendizaje es inmenso.

-Desde “Las malas intenciones” de Rosario García-Montero, hasta “La Ultima Tarde” de Joel Calero. ¿Cuál es la mirada a tu labor de actriz ahora?

-Desde un inicio la actuación me gustó, siempre ha sido y es una actividad que formó parte de mí. El terror y mi gran temor siempre fue si podía vivir del teatro.

-¿Ahora qué piensas al respecto?

-Lo importante de mi trabajo como actriz es poder conmover al público. Mi trabajo se centra en hacer bien un papel, con disciplina, esfuerzo, intuición, imaginación, escucha, entrega. Mucha entrega.  Es importante escuchar a los maestros, a los compañeros con mayor experiencia, observar y aprender constantemente.

-Después de algunos años de estreno, ¿cómo observas Las malas intenciones tu ópera prima?

-Me gusta. La vi tres veces. La historia, la dirección, la fotografía, es hermosa. Rosario debería hacer su nueva película con la niña que ahora ya creció y hasta incluso tiene un gran parecido con ella.

-¿Qué nos puedes decir sobre el trabajo en la televisión?

-Trato de explotar el lado positivo. Hay poco tiempo para trabajar un personaje en la televisión. La televisión te dice: “no hay tiempo”. El reto es hacer bien el personaje en ese pequeño tiempo. Participé en algunas series. Unas buenas y otras regulares. Durante mi participación en Mi amor el wachimán, una serie en donde hice de agente de la policía, tuve el honor de conocer a excelentes colegas como Irene Eyzaguirre, una extraordinaria actriz.

-¿Cómo observas a la crítica?

-No pretendo que mi trabajo le agrade a todos. Lo mismo debe ocurrir con las obras de teatro, de cine, en fin...